Las comunidades de vecinos son una cosa maravillosa. No conozco ni una que sea una balsa de aceite, todas tienen sus cosas y sus polémicas, y es porque, oye, es tu casa y quieres estar tranquila y a gusto, y si el niño del cuarto está todo el día jugando con la pelota de ping pong, o el del segundo pasa de ducharse y tienes la mala suerte de coincidir con él en el ascensor… pues claro, lo normal es que saque lo peor de ti. Muchas veces La que se avecina es un fidelísimo reflejo de una comunidad cualquiera. En la mía, por ejemplo, hay un ladrón de felpudos. En fin, cosas que pasan. Pero a veces nos encontramos notas como estas y nos sacan una sonrisa.
Mucho más sencillo que esperar a ver a tu vecina en Wapa, mucho menos violento que abordarla en el portal, aquí llega la nueva modalidad: Echar la caña a base de notas en el tablón de la comunidad. ¿Cómo habrá terminado la cosa? ¿Con marido defenestrado, o con idilio croqueta? Hagan sus apuestas.
¡Gracias Laura por el soplo!