A veces la química entre dos personajes hace que los amemos más que a nada y sean la razón para ver una serie. En este caso, es lo que a mí me pasaba con Supergirl. Cat Grant era muy grande, Calista es una diosa, y si empecé esta serie fue por ellas… aún no supero la marcha de ella…
Pero bueno, al mal tiempo ¡buena cara!
Chop chop.