Me piden “Las Chicas de la Sopa”, que así las llamo yo, que les dé mi opinión sobre el final de Aurora en la serie Seis Hermanas. A partir de ahora os advierto que vienen spoilers de la serie y que si no habéis visto el capítulo 404 es mejor que dejéis de leer.
Lesbiana buena, lesbiana muerta.
Parece que eso es lo que más preocupa, el famoso síndrome de la lesbiana muerta que empezó en USA y tiene su continuación en nuestro país. Las que somos aficionadas a la nueva cinematografía que son las series de televisión norteamericanas y tenemos ya el culo pelado de ver series y películas, sabemos cuándo un personaje de ficción va a morir en la pequeña pantalla. Se nos dispara la intuición volando con cualquier comentario que no cuadra o un detalle sin importancia. Ninguna muerte es aleatoria en las series, siempre mueren los que transgreden los códigos de la heteronormalidad blanca. La industria audiovisual penaliza cualquier conducta que ellos consideran incorrecta y es así porque la audiencia lo desea. Antes morían los negros, siempre. El amigo negro del prota de la peli que dice que va a buscar al malo por un pasillo, sabemos que morirá, porque es negro y buen chico. Porque esa es otra, las lesbianas son todas muy buenas, sufren muchísimo y están todas buenísimas.
En muchas de estas cosas, las series españolas no difieren de las norteamericanas. Las lesbianas españolas vemos la tele con la esperanza de ver lo que queremos que pase. En este caso que nos ocupa, queríamos ver a Celia y Aurora juntas para siempre, y los villanos pagando por sus malas acciones. O sea, queremos exactamente lo mismo que quiere la audiencia heterosexual con sus personajes heterosexuales. Lo malo es que hay muchos heterosexuales que quieren la muerte y la desgracia de cualquier representación de mujer lesbiana mientras que, por otro lado, disfrutan viendo las escenas eróticas entre ellas. Y es ahí donde se esconde el deseo de sancionar al colectivo lésbico, sobre todo si su existencia es feliz.
Yo no creo que en el caso particular de Seis Hermanas la muerte de Aurora sea un castigo a las lesbianas. Si bien sí he sentido muchas veces que se discriminaba al colectivo durante el desarrollo de la serie, bajando el tono sexual de la pareja lésbica con respecto al tono de las demás parejas, ninguneando la relación entre ellas, etc. Hoy mismo, en el capítulo siguiente a la muerte de Aurora, solo Diana consolaba a una Celia destrozada. A Diana solo le ha faltado sacar unas cañas y unas aceitunas, mientras le decía a su hermana que no pasaba nada, que tenía muchas hermanas y mucho talento…. Cuando murió Germán, el consuelo fue distinto. No sé si lo que quieren los guionistas con esto es mostrar cómo era el trato a este tipo de relaciones en la sociedad de la época, si es ese el caso lo entendería. Pero la desexualización de las lesbianas es también una forma de lesbofobia, y eso lo vemos cada día en Seis Hermanas: mientras los condes de Barnos se pasan el día comiéndose la boca y retozando en el sofá, Celia y Aurora no se besan ni al despedirse. Y es que las lesbianas no solo somos mujeres buenas, cultas y cariñosas. Las lesbianas también follamos. Y todas no son buenas y cultas, yo conozco a lesbianas malas y a lesbianas incultas, incluso conozco a lesbianas antipáticas. Vale ya de estereotipar, ni para bien ni para mal.
Como decía, no creo que Bambú padezca el manido síndrome de la lesbiana muerta, no podemos saber si lo tiene porque no ha terminado la serie. Tampoco sabemos los motivos que han originado la salida de Luz Valdenebro de Seis Hermanas. Lo que debería haber sido una muerte impactante y sorpresiva, se filtró y se convirtió en la crónica de una muerte anunciada. Pero quedan unos tres meses de tramas y de idas de olla de estos guionistas (lo de los guionistas de Bambú mejor lo dejo, y no me refiero solo a las tramas de las lesbianas), tres meses que pueden ser años porque existe una cosa que se llama “salto temporal” y que se usa mucho en las series y en el cine. Y puede pasar que Celia se vuelva a enamorar. No solo puede pasar sino que yo apuesto lo que queráis a que Celia se va a volver a enamorar y va a tener una vida feliz junto a otra mujer. Porque no sé vuestro caso particular, pero yo tuve un primer amor que no fue el único ni fue “la mujer de mi vida”, más que nada porque tengo casi cincuenta años y una vida muy ajetreada, y me he enamorado muchas veces porque soy enamoradiza y pienso que así debe ser.
Dado que la audiencia lésbica es complicada y nueva para Bambú, yo voy a darles la oportunidad de arreglar lo averiado. Las lesbianas, sobre todo las más jóvenes, también tenemos que aprender a ver las series de televisión, porque tendemos a sobre identificarnos con una pieza, queremos ver la trama de una manera concreta y eso supone una gran presión para los creadores. Ellos también nos utilizan, para que nos vamos a engañar, y nosotras nos dejamos utilizar. Debemos aprender a ver este tipo de productos como lo que son, entretenimiento. Hay muchas cineastas y creadoras de series y películas independientes que hacen cine y series de temática lésbica y que no reciben el apoyo que merecen por nuestra parte, y eso es lo que me gustaría dejar como reflexión final.
@LaOvejaRosa