Con una representación de mujeres LGBT más que escasa en nuestro país, y la decepcionante sensación de que, pese a la cantidad, la calidad de los personajes en las series de Estados Unidos no es para tirar cohetes, hoy queremos volver la mirada hacia nuestros vecinos italianos, donde hemos encontrado una serie con protagonista lesbiana que merece nuestra atención.
I bastardi di Pizzofalcone es una ficción policiaca que se emite en Rai 1, la cadena pública de Italia. Basada en las novelas de Maurizio De Giovanni, es un procedimental al uso, es decir, cada episodio tiene un caso completo, que se inicia y se resuelve en el mismo episodio. Por detrás, tenemos una serie de tramas largas, y es la de Alex di Nardo, la benjamina de la comisaría de policía, la que más nos ha interesado, por motivos obvios.
Alex es lesbiana. Sus compañeros de comisaría lo saben, y los espectadores pueden comprobarlo en el primer episodio, donde la vemos besarse con otra mujer. Pero, ay, su ultrarreligiosa familia no tiene ni idea. De hecho, piensan que tiene un novio con el que jamás ha dormido. Ese va a ser el conflicto que va a guiar la historia de Alex durante toda la temporada, el temor a sus padres.
A lo largo de los seis episodios podemos apreciar cómo Di Nardo va compaginando diferentes relaciones con otras mujeres, además de un modo sumamente italiano, es decir, sin dejar nada a la imaginación, hasta que conoce a Rosaria Martone, la médico forense, con quien comienza una relación sentimental. Los puntos de fricción entre ellas dos van a venir siempre por parte de la policía, fundamentalmente a partir de la doble vida que tiene que seguir de cara a su familia.
Me parece muy importante que en la televisión se muestren este tipo de actitudes. Muchas veces las personas homófobas no se reconocen a sí mismas como tal, y verse en un espejo ayuda a identificar actitudes más que reprobables, y mejorar. Además, siempre pedimos que las series procuren ser fieles en cuanto a visibilidad y representación, y está claro que esta historia le va a resultar familiar a más de una.
El arco argumental de Alex a lo largo de la temporada me ha parecido uno de los más orgánicos y creíbles que he tenido la oportunidad de seguir en los últimos tiempos. Se ha anunciado que habrá una segunda temporada de I bastardi di Pizzofalcone, así que podremos seguir disfrutando de la serie, y sobre todo, de Di Nardo y Martone.