Mi trabajo aquí es bastante agradable, no te voy a mentir. De vez en cuando me mandan productos eróticos, los pruebo y te cuento qué tal. Hay ocasiones en las que sé que va dentro de la caja y otras… que es sorpresa. Y lo confieso, cuando es sorpresa me da un poco de miedo. Hace unas semanas me llegó una caja enorme de Línea Gina y estaba muy expectante, la verdad. Me sorprendió encontrarme con una selección de productos de su catálogo muy bien elegidos para mi tipo de público, así que estoy muy agradecida y valoro este esfuerzo, porque me facilita mucho las cosas y así logro adecuar contenidos.
Dicho esto, te cuento: me llegaron dos productos de la marca Lust, que no conocía de nada absolutamente, y te di a elegir en mis historias de Instagram (si no lo haces ya y te apetece elegir también sígueme). El ganador fue el juguete del que te hablo hoy, que tiene un nombre sencillísimo: Vibrator Black.
Para tu sorpresa, es un vibrador negro que viene en una caja muy bonita y elegante. Puedes abrir la solapa y ver cómo es por dentro, un detalle interesante a la hora de elegir juguetes y guiarse por las medidas. Como ves en la foto, es un vibrador doble con 0 forma fálica y bastante curvilíneo. Te lo digo ya: es tan ergonómico como parece. Además, no es demasiado grande porque mide 16,2 cm, pero tan solo 9,5 cm. son insertables y su diámetro llega, como máximo, a los 3,2 cm. A mí estas dimensiones me han parecido cómodas, porque me gustan los juguetes que estimulan el punto G sin que tengas que usar litros de lubricante para introducirlo. No me van mucho los misiles, es un hecho. Teniendo esto en cuenta, es un vibrador ideal para aquellas personas que no estén tan acostumbradas a la penetración o que les resulte dolorosa cuando el tamaño del juguete es muy grande. En este sentido, no es demasiado ancho y va variando el diámetro.
Según la información de la caja, este juguete tiene dos motores, pero yo hubiera jurado que solo tiene uno. He notado muchísima potencia en la parte que estimularía el punto G, mientras que la del clítoris es bastante menor. Es como si las vibraciones de la parte del clítoris fueran el eco del motor de la otra parte de juguete… Con esto quiero decir que, si necesitas una fuerte estimulación en el clítoris, puede que no tengas suficiente.
La interfaz es básica: tiene un solo botón para encender, apagar y cambiar de modo. Al encenderse vibra un par de veces y, al volver a darle, ya empiezas por el primer modo. Tiene un total de diez, que vas pasando para ir al siguiente. Si quieres volver atrás tendrás que pasar por todos otra vez. Como apunte, la localización del botón en el juguete es algo extraña, ya que está en un lateral. Pero en la caja va un mando que tiene la misma función, así que solucionado: ni siquiera tendrás que tocar el juguete. El mando tiene un alcance de 1,8 metros, por lo que si juegas en pareja que no se vaya muy lejos.
Es un juguete recargable y promete 35 minutos de diversión a cambio de 40 de carga. Depende de para qué lo quieras quizá se te quede corto. No he visto por ninguna parte que sea sumergible y por eso no me he arriesgado a probarlo en la bañera, aunque el sellado del orificio de carga parece apto para ello.
Por último, el tacto es bastante suave y, en general, no es ni demasiado duro ni extremadamente flexible. Me ha parecido cómodo, versátil y funcional, perfecto para empezar en el mundo de la juguetería erótica. Además, es pequeño y fácil de utilizar y transportar. Es una opción con un diseño de gama alta a un precio asequible.
¿Más info sobre Vibrator Black? Pásate por AQUÍ.