No es sencillo mantenerte en lo más alto del mundo de la música después de veinte años de carrera, pero a Café Quijano les ha salido bastante bien la cosa. Desde que La Lola sonara en radiofórmulas de uno y otro lado del Atlántico, los leoneses han sabido reinventarse sin perder su esencia. ¿Y cómo es eso? Pues acercando su música a los más jóvenes con caras conocidas. Y no hay nadie más popular entre esa franja de edad que no tiene ni idea de quiénes son los Quijano que Dulceida, protagonista de La vida no es La la la (excepto si eres Massiel).
Ya hay que tener suerte para que la única chica que hay en el garito desierto ese además de ti sea croqueta, y encima le gustes. Muy bien visto eso, Aída.
Vía: Youtube