

Ya van varios ejemplos de grandes producciones de Hollywood en los últimos tiempos en los que se cuenta que un personaje es LGBT después, en las ruedas de prensa, en entrevistas, en reportajes, y no en la película de manera clara, que al final es lo que la gente va a ver en la sala. Es una táctica sucísima y un poco absurda, pero es que además en este caso la razón que ha dado el director, el español JA Bayona, roza con los dedos la fina línea entre el asombro y el enfado: es que le rompía el ritmo de la cinta.
Esa escena rompía el ritmo de la película. Siempre pensamos en Zia como si fuera lesbiana. Nadie nos forzó a cortar la escena, y fue una decisión que tomamos para el ritmo de la escena. Pero lo que ella representa está ahí, en la película
JA, cariño: no. Lo que ella representa no sé qué es, pero si te refieres a visibilidad LGBT, dificilmente va a estar en la película si no cuenta que es LGBT. Que está fenomenal que luego nos cuentes muchísimas cosas de los personajes, pero si no lo vemos en pantalla, insisto, da igual, porque pasa a convertirse en un fanfic. La representación no funciona así, y los personajes LGBT, si no tienen ningún tipo de romance o interés durante la película y no dicen nada acerca de su identidad, quedan sepultados por algo muy precioso que se llama heterosexualidad por defecto, y que no es otra cosa que esa creencia que todos tenemos de que las personas, hasta que no se pronuncian, se sienten atraídas exclusivamente por personas del género opuesto. Que llevamos muchos años viendo cine.

Vía: Gay star news

