Entre la montaña rusa de sentimientos que ha sido la vuelta de Supercorp y el adulting, que no deja de interponerse en nuestras ya de por sí ajetreadas vidas, no hemos podido sacar un rato para ver el primer capítulo de Batwoman hasta este fin de semana.
Entre que mis expectativas no estaban precisamente altas y lo que se vio en el crossover del año pasado, esperaba más bien poco de la nueva serie del multiverso de Greg Berlanti. Aún así, a medida que se acercaba la fecha del estreno mi curiosidad iba aumentando por ver qué se cocía en Gotham, y mi debilidad por las superheroínas y el croqueteo terminaron haciéndome morder el anzuelo. Y oye, ni tan mal. El piloto me ha dejado un buen sabor de boca y ganas de continuar.
La elección de Ruby Rose me sigue chirriando a día de hoy. Sigo sin verla como la mejor opción para Kate Kane. Aunque no sé si es que ya estaba mentalizada o qué, pero tras ver el piloto ya no queda rastro del disgusto que me llevé cuando su peluca pelirroja ondeó al viento en Elsewords. Puede que, con el tiempo, hasta me termine gustando su versión de la mujer murciélago.
Dentro del Arrowverso, Batwoman va a ocupar el hueco que, en unas semanas y tras siete años, va a dejar el otro vigilante del multiverso, Arrow. Comparada con The Flash, Supergirl y, desde luego, Legends of Tomorrow, tiene un tono más en la línea y en consonancia con la de la serie del justiciero de Star City, más seriota y oscura. Como no podía ser de ninguna otra forma cuando se cuenta una historia ambientada en la que, según Marca, es la peor ciudad para vivir, Gotham.
El piloto ha sido un capítulo puramente introductorio, en el que Batwoman ha puesto sus cartas sobre la mesa respecto de la clase de serie que busca ser. Promete ser un viaje repleto de acción y croqueteo que no pienso perderme y que seguro que le gustará a las fans del Arrowverso.