Que la franquicia ‘Real housewives’ es un éxito desde 2006, fecha de la primera edición, es un hecho. Me da la sensación de que en España no ha terminado de explotar del todo, y eso que hay algunas temporadas en Netflix, pero es uno de los programas más vistos en Estados Unidos, con diferencia. Esta semana una de las protagonistas de la edición de Orange County (O.C.), Braunwyn Windham-Burke, hacía unas declaraciones que han resonado por todos los rincones de internet. “Me gustan las mujeres. Soy lesbiana”.
“Me ha costado 42 años decir eso, pero estoy muy orgullosa de donde estoy ahora”, dijo en la entrevista grabada el miércoles. “Estoy muy feliz donde estoy. Poder estar cómoda en mi propia piel después de tanto tiempo es muy agradable “.
Windham-Burke es la primera esposa abiertamente LGBT en “The Real Housewives of Orange County”, así como en cualquiera de las otras franquicias de “Housewives”. En los últimos dos años, desde que aterrizó en el reality, su vida ha cambiado mucho. Contó delante de las cámaras que era alcohólica y que su matrimonio con Sean, con quien mantenía una relación desde los 18 años, no iba bien (sorpresa). A este respecto, Braunwyn tiene más cosas que decir.
Sé que cuando dejas de beber y empiezas a hacer el trabajo que implica, empiezas a darte cuenta de que gran parte de la razón por la que bebes es por quién eres por dentro. Amo a Sean. Él es mi persona; el es mi familia. Pero no me atraen los hombres. Nunca lo han hecho. Pero lo amo.
En este momento, los dos han roto su matrimonio, aunque siguen viviendo juntos en la casa en la que están criando a sus siete hijos. Braunwyn ha conocido a una mujer, Kris, que es su actual pareja, y parece que las cosas les van bien así. Oye, pues que dure.
Vía: Mercury News