La forma en la que vivo mi menstruación ha cambiado completamente en los últimos años. Conocer mi ciclo, entender el motivo de mis dolores, respetar mis ritmos y encontrar productos sostenibles lo mejoró todo. Actualmente combino la copa con las bragas menstruales, que son la alternativa más cómoda para mi día a día.
Pasar de las compresas convencionales (llenas de blanqueantes y demás productos nada respetuosos para el cuerpo) a las de tela me hizo ganar calidad de vida: absorben perfectamente, no pican y son agradables para el cuerpo y el planeta. Solo les pongo un pero: al no ir pegadas a la tela sino agarradas con corchetes a veces se mueven. Las bragas menstruales tienen todo lo bueno de las compresas de tela y, además, solucionan ese problema: la zona absorbente no se mueve del sitio.
En los últimos años he probado bragas menstruales de diversas marcas y podría clasificarlas en dos grupos: las de calidad y poco accesibles (siempre son una inversión, pero se trata de una inversión alta para lo que algunas personas se pueden permitir) y las de peor calidad y accesibles. Estas últimas suelen ser el resultado del greenwashing.
El asunto es que cuando Platanomelón, la marca española de productos eróticos con la que he colaborado varias veces, me propuso probar las Kiwitas, me entraron muchas ganas de saber en qué categoría se encontraban. O si serían las que estrenarían una nueva categoría: buena calidad a buen precio.
Las Kiwitas son las bragas menstruales de Platanomelón y están disponibles en varios modelos. Algunos son más básicos y deportivos, pero también hay otros con encaje o plumeti. Además, están en varios colores. Yo he tenido la oportunidad de probar las Sporty y las Encaje.
Las Sporty son básicas y tienen una banda elástica. Están disponibles en color gris y negro. Las Encaje, en cambio, llevan un borde de encaje que me parece que queda precioso, y además de negro están disponibles en nude. Creo que nunca había visto unas bragas menstruales de este color y me parece estupendo para los días de ropa blanca.
Lo primero que llamó mi atención cuando recibí las bragas menstruales fue su packaging ecológico y divertido, muy característico de la marca. Y, luego, la suavidad y calidad de los materiales. Nada que ver con las prendas de esas empresas que las venden baratísimas y acaban usando materiales poco confiables para recoger el flujo menstrual.
Además, me sorprendió algo que no había visto antes: unos puntos que delimitan la zona absorbente. Esto es superútil para saber qué parte de las bragas es las que absorben, claro, pero también para ver cuánto se han manchado y tomar la decisión de cambiarlas o mantenerlas más tiempo.
Las Kiwitas están disponibles, de momento, en tres tallas: S, M y L. Ahora estoy usando una 38-40 de pantalón y probé las Sporty L y las Encaje en M. Estas últimas me van mejor, ni apretadas ni holgadas, mientras que las L me quedan un poco más grandes. Es conveniente repasar la guía de tallas antes de hacerte con ellas porque si aprietan es incomodísmo (ten en cuenta que nuestro cuerpo tiende a hincharse durante la menstruación) y si quedan demasiado grandes puede haber fugas.
Y hablando de eso: ¿qué tal absorbe? Estas bragas menstruales llevan 4 capas y en la web dicen que están indicadas para flujo abundante. Quise hacer la prueba durante mi día de más sangrado, el segundo. Las Kiwitas aguantaron, estoicas, sin fuga alguna. Cada vez que iba a hacer pis comprobaba con los puntitos si podía mantenerlas un poco más y así pude usarlas durante casi un día entero. Son hidrófugas, antimicrobianas, bactericidas y antiolor, te lo puedo confirmar después de probarlas.
Platanomelón asegura que estas bragas pueden llegar a absorber 50 ml, y si tenemos en cuenta que durante la menstruación el flujo menstrual que perdemos está entre los 5 ml y los 80 ml, no está nada mal. De hecho, unas Kiwitas equivalen a 6 tampones, 3 compresas y 2 copas menstruales.
También son transpirables, a diferencia de las bragas menstruales tan baratas que había probado, el tejido es clave: no dan nada de calor y se llevan cómodamente. De hecho, están hechas en un 95 % de algodón orgánico y en un 5 % de elastano. Son suaves al tacto y agradables con la piel.
Una de las grandes preocupaciones si nunca has usado bragas menstruales puede ser cómo lavarlas. Puedes hacerlo a mano o meterlas en la lavadora a una temperatura máxima de 30º. Lo que yo suelo hacer es enjuagarlas a mano al quitármelas y luego las meto en la lavadora cuando la pongo.
Por supuesto que las bragas menstruales, como alternativa sostenible, son respetuosas con el medio ambiente. Tienen varias certificaciones que lo demuestran y son veganas.
Por último: el precio. Antes te contaba que las bragas menstruales que había probado hasta la fecha eran o buenas y caras o baratas y malas. Las Kiwitas se estrenan como bragas de calidad a un precio ajustado y más accesible. Estos días puedes conseguirlas con descuento en la web de Platanomelón y yo no me lo pensaría. También hay que tener presente que lo habitual es comprar varios juegos de bragas y que el número dependerá de tu flujo.
En definitiva, las Kiwitas han llegado al mercado de productos menstruales pisando fuerte. Son bragas con un tejido de calidad que garantizan una buena experiencia usándolas: cómodas, sin fugas, resistentes. No pido más. Creo que la mejor prueba de ello es esta: ahora mismo voy a hacer mi pedido para hacerme con unas cuantas más.
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