La casa de las magnolias es la historia de Amelia, una joven descarada y que vive en una improvisación continua quien, a la muerte de su abuela, vuelve a su pueblo para tramitar la venta de la casa familiar. También es la historia de Ada, una profesora tímida y retraída que ha viajado a un pequeño pueblo italiano para realizar una suplencia. Y, por encima de todo, es la historia de una relación que ayuda a dos personas algo melladas, dos “jarrones arreglados con pegamento”, a recolocarse en la realidad y encontrar su hueco.
Cuando se trata de hablar de temas como la familia, la pérdida, el dolor y la reconstrucción de una misma, puede ser fácil ir por un camino de sensiblería cursi o de crudeza y frialdad excesivos. Para mí, La casa de las magnolias sabe hacer lo más difícil, viajar en un punto intermedio. Emocional sin caer en la ñoñería y con la distancia justa para ser cercana pero no melodramática.
Sobre el arte, las viñetas de Biondi son “para entrar a vivir”. En ellas se respira paz y serenidad y creo que el pequeño detalle de no ponerles borde ayuda a crear esas sensaciones. Es un tebeo que me sabe a vacaciones de verano, que me transmite una calma que sugiere pausa y la ilusión (esperanza) de reinicio que trae septiembre.
Estamos ante un cómic con un buen sentido del ritmo y el foco puesto en lo que quiere contar. Exprime cada una de sus escasas 228 páginas para que al terminar sintamos que conocemos en gran profundidad a sus protagonistas, su entorno y la casa que le da título. Aunque quizá te pase como a mí y te quedes con ganas de ver más interacciones entre Amelia y Ada.
Y no quisiera dejar esta reseña sin destacar la aproximación realista y no estigmatizante a enfermedades como la ansiedad y el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) por parte de Biondi. Son enfermedades que condicionan parte de la vida de nuestras protagonistas, mal que les pese, y fundamentales en la trama. También creo que nunca tendremos suficientes obras que aborden estos trastornos, muchas veces crónicos, desde una perspectiva tan cotidiana y sincera, donde se comente cómo, aun siendo innegablemente compañeros de viaje indeseados, el entorno (y las personas) adecuado puede hacerlos más llevaderos.
La casa de las magnolias es la primera obra de Flavia Biondi a la que me acerco, pero no la única publicada en España, La Cúpula también nos ha traído Tiempos precarios y Generaciones, que no he tenido el gusto de leer. Todavía. No os puedo garantizar que haya croqueteo en ellas, pero me atrevo a elucubrar que su tratamiento de los personajes será tan exquisito como el del cómic que nos ocupa.
Muchas gracias a la editorial La Cúpula por la copia de prensa para la elaboración de esta reseña. Podéis comprar La casa de las magnolias en la página web de la editorial, vuestra tienda de cómics favorita o pedírsela fuerte a la biblio del barrio =)