Inicio Blog

Tentando a Eve, reseñando la segunda temporada de ‘Killing Eve’

0
Promo de la segunda temporada de Killing Eve

Nota: sí, evidentemente, hay spoilers.

Spoiler alert

Killing Eve acababa con un gran momento de suspense o, si lo preferís, con un cliffhanger catedralicio en el que Eve (Sandra Oh) apuñalaba, casi sin querer, a nuestra dicharachera asesina Villanelle (Jodie Comer). Quizá por eso, cuando me aposenté en mi sofá para iniciar esta segunda temporada, esperaba un primer episodio más sosegado, incluso con un pequeño salto temporal. Pero ¡bum! Se abre el telón y seguimos apenas unos segundos post-apuñalamiento después… ¡Déjame respirar, serie!

Tras este frenético inicio la cosa “se relaja” ligeramente, pero esta entrega no pierde un ápice de ritmo ni tensión a lo largo de sus ocho episodios.

Killing Eve, promo Eve y Villanelle

Emerald Fennell ha tomado el control de la sala de guionistas con mano suave aunque firme. Hay un pequeño cambio de enfoque, pero se mantienen los puntos fuertes de Killing Eve: una trama centrada en los personajes, una estética cien por cien al servicio de la historia y un equilibrio perfecto entre lo perturbador y lo humorístico.

A pesar de que algunos críticos han cuestionado la “necesidad” de una segunda temporada (me gustaría también saber cuándo se considera “necesaria” una segunda parte) soy una firme defensora de su existencia. No sólo se produce una evolución de los personajes, especialmente relevante en Eve, sino que no nos alejamos tanto de la trama de espías como parece en un principio. Queda especialmente claro una vez llegamos al 2×08 y todas las piezas están sobre el tablero. Aunque el conflicto del M16 y Los Doce nunca ha sido lo más importante en Killing Eve, no se puede desdeñar el interés de la continuación de esta trama y su impacto en el desarrollo de la historia: Eve y Villanelle pasan de pilla-pilla particular a ser dos peones, dos víctimas en un juego mucho más grande.

Cómo humanizar a tu asesina

Jodie Comer ha encandilado a todo el mundo y su abuela con su interpretación de una asesina completamente despiadada, bastante infantil y francamente divertida. El guión nunca se cansa de recordarnos que estamos ante una ¿psicópata? que disfruta matando, pero es muy difícil no quedar fascinada ante su desparpajo, encanto y su sentido de la moda.

via GIPHY

Una de las formas más inteligentes de hacernos empatizar con Villanelle ha sido enfrentarla a otros monstruos, compararla con seres que a nuestros ojos son claramente “peores”. Tenemos un depredador que mantiene presa a su madre y encierra a una joven “inocente”, un psicópata frío y obseso con el control incapaz de disfrutar de ningún placer de la vida teniéndolos todos al alcance de la mano y un asesino brutal e idiotizado que vigila todos sus movimientos. Visto así, Villanelle se nos muestra entre luces y sombras más que en una oscuridad absoluta.

¿Su obsesión con Eve Polastri? Sigue muy en firme. ¿Qué mayor prueba de amor hay que un cuchillo clavado en el abdomen? Eve debe estar totalmente pillada. Luego hablamos de ello.

La corrupción de Eve

Uno de los aspectos más destacables de esta temporada es el arco de Eve. Si en la anterior entrega ya mostraba fisuras en su personalidad, en principio honrada y de carácter bondadoso, en esta segunda parte, las grietas han provocado una fractura en el núcleo de la identidad del personaje.

La obsesión de Eve con Villanelle la ha llevado siempre a actuar de forma impulsiva y catastrófica para su vida personal y profesional: problemas en el trabajo, problemas con su marido, la muerte de su mejor amigo… Apuñalar a Villanelle sirve para ir un paso más allá y marcar el inicio de una Eve que coquetea con sus impulsos más oscuros… Tanto sexuales como homicidas, llegando a plantearse que se sentiría al matar a alguien más allá de lo hipotético.

Eve_pierde_el_norte_01
Eve_pierde_el_norte_02
¿Killer Eve?

La Eve de esta temporada está destrozada y es una gozada asistir a su viaje al fondo del pozo que, creo, culmina con un despertar (vale, y un disparo también) a una mezcla más positiva entre la Eve del inicio y la que hemos visto en esta entrega. Lo que me lleva al siguiente punto.

Villaneve, el romance imposible

Las convenciones de toda película romántica se retuercen deliciosamente, casi todas con una doble lectura. Tenemos celos, “peleas de enamoradas” y mucha, mucha (muchísima, jo) tensión sexual no resuelta. (El “trío” del 2×07 no vale.)

Esto me recuerda nuestra primera cita

La obsesión de Villanelle con Eve y viceversa no hace sino progresar a lo largo de los episodios. Podemos hasta llegar a creer un poco a Villanelle, desde luego en su cabeza y peculiar forma de pensar, su amor por Eve es sincero. Por otro lado, Eve está lo suficientemente perdida para que un romance auténtico parezca posible… durante medio capítulo más o menos.

Pelín posesiva, Villanelle

Cuando llega el final, la ilusión se deshace incluso antes del bang final. El amor que usa la manipulación y está dispuesto a alterar la auténtica personalidad de un individuo, no es amor. Que Eve vuelva en sí y renuncie al “idílico” futuro que Villanelle propone es consecuente con su personaje y con todo el desarrollo de la malsana obsesión que comparten las protagonistas.

Los secundarios

Enriquecen la serie y están tremendos en sus respectivos papeles. En realidad no tengo mucho más que añadir, es que cualquier momento es bueno para mencionar lo que mola Carolyn y la actriz que la interpreta, Fiona Shaw, croqueta extraordinaria. Y es que Carolyn juega con todos los personajes como una gran marionetista y por ahora le está saliendo todo perfecto… ¿seguirá así de bien en la tercera temporada?

Hablemos de Queerbaiting

Las declaraciones de Sandra Oh en la revista Gay Times revolvieron un poco las aguas del agitado mar tuitero cuando declaro:

“Hacéis algo de trampa porque queréis convertirlo en una cosa… que no es. Por eso también creo que la sexualidad y el descubrimiento de la amplitud que puede alcanzar la sexualidad es el tema de la serie; el porqué le interesa a la gente. No se trata de una cosa u otra.”

Sandra Oh en Killing Eve interview: Sandra Oh and Jodie Comer discuss their characters’ sexuality, Gay Times

Una declaraciones que han sido usadas para tachar la relación de Villaneve como queerbaiting. ¿Pero podemos hablar de queerbaiting cuando uno de los personajes principales es abiertamente bisexual? Y no se cortan en dejarlo bien claro en la serie. ¿O cuando el otro personaje principal siente una atracción sexual evidente? Como dice Oh, el “romance” entre Eve y Villanelle es algo que “no es”, o algo que no puede ser, por el propio carácter de los personajes en la actualidad. Pero esto no invalida el lado sexual de su obsesión mutua, ni la sexualidad de Villanelle. Quizá debemos diferenciar el lado más shipper del argumento real de la serie.

Dicho esto, shipear Villaneve es una de las cosas más divertidas que puedes hacer y lo recomiendo muy mucho. Como le leí a Noelle Stevenson en un tuit, ¿y si al final Villanelle e Eve son un matrimonio jugando el rol play más elaborado de la historia? Ideaca para fic es, eh.

Este artículo es subjetivo, personal y tienes todo el derecho a no estar de acuerdo =)

Gifs: cuando no proceden de giphy puedes acceder al autor mediante enlace directo pinchando en el gif.

Fuentes: esta muy recomendable entrevista a la showrunner de esta temporada en el New York Times, la polémica entrevista a Sandra Oh en Gay Times. La siempre útil página de imdb.

‘You Can Live Forever’: salir del infierno

0

You Can Live Forever es una joya del cine independiente canadiense que, sin hacer ruido, se ha ganado un lugar en el corazón de quienes buscan historias lésbicas honestas, delicadas y profundamente humanas. Esta película dirigida por Sarah Watts y Mark Slutsky nos transporta a los años 90 para contarnos un primer amor entre dos adolescentes que se desarrolla en el entorno rígido y cerrado de una comunidad de Testigos de Jehová.

La historia sigue a Jaime (Anwen O’Driscoll), una joven lesbiana que, tras la muerte de su padre, es enviada a vivir con sus tíos en un pequeño pueblo de Quebec. Allí conoce a Marike (June Laporte), hija de un anciano de la congregación, y entre ellas surge una conexión inmediata que evoluciona en una relación secreta y cargada de tensión emocional.

Lo que hace especial a You Can Live Forever no es solo su temática, sino la forma en que la aborda. La película evita caer en estereotipos o dramatismos exagerados, y en su lugar ofrece una narrativa sutil y respetuosa que explora las complejidades del amor adolescente, la identidad sexual y el conflicto entre el deseo personal y las expectativas religiosas. La química entre O’Driscoll y Laporte es palpable, y sus interpretaciones aportan autenticidad y profundidad a sus personajes.

La dirección de Watts y Slutsky, junto con la cinematografía de Gayle Ye y la música de CFCF, crean una atmósfera íntima y melancólica que envuelve al espectador en la historia de Jaime y Marike. La película ha sido bien recibida por la crítica, destacando su enfoque sensible y su capacidad para capturar la esencia de un primer amor en circunstancias difíciles.

You Can Live Forever es una propuesta cinematográfica que, sin grandes pretensiones, logra tocar fibras profundas y ofrecer una representación sincera de las experiencias sáficas en contextos religiosos conservadores. Es una película que invita a la reflexión y que, seguramente, resonará con muchas personas que han vivido historias similares.

Si buscas una historia de amor que se aleje de los clichés y que ofrezca una mirada honesta y conmovedora sobre el descubrimiento personal y el amor prohibido, You Can Live Forever es una opción que no debes dejar pasar.

Puedes ver You Can Live Forever en Amazon Prime Video

¿Pueden los juguetes sexuales provocar candidiasis? Una guía completa sobre salud íntima y autocuidado

0

La vida sexual forma parte esencial del bienestar físico y emocional, y en los últimos años, los juguetes sexuales se han normalizado como herramientas saludables para el placer individual y en pareja. Sin embargo, junto con la popularización de vibradores, succionadores y dildos, también ha crecido la preocupación por los efectos que pueden tener sobre la salud íntima, en especial respecto a infecciones como la candidiasis. Pero ¿hay relación directa? ¿Puede un juguete sexual desencadenar una infección por hongos? ¿Qué prácticas aumentan el riesgo y cómo se puede evitar?

La respuesta corta es: sí, pero de manera indirecta. La candidiasis no se produce por el juguete en sí, sino por una combinación de factores que pueden favorecer la proliferación del hongo Candida albicans en la zona genital. Y ahí, el uso de juguetes sexuales sin los cuidados adecuados puede desempeñar un papel relevante.

¿Qué es la candidiasis y por qué aparece?

La candidiasis es una infección fúngica causada por un crecimiento excesivo del hongo Candida, que vive de forma natural en el cuerpo humano. En condiciones normales, está presente en la piel, la boca, el tracto gastrointestinal y la zona genital sin causar problemas. Sin embargo, ciertos cambios en el entorno corporal pueden desequilibrar esta convivencia y permitir que Candida se reproduzca descontroladamente, generando síntomas como picor, escozor, flujo blanquecino y molestias al orinar o durante el sexo.

Entre los factores más comunes que pueden favorecer este desequilibrio están:

  • El uso de antibióticos
  • Cambios hormonales (menstruación, embarazo, menopausia)
  • Alteraciones del pH vaginal
  • Ropa interior sintética o muy ajustada
  • Higiene excesiva o uso de productos irritantes
  • Sistema inmunológico debilitado

Y sí: también el uso inadecuado de juguetes sexuales.

Juguetes sexuales y candidiasis: ¿cuál es la relación?

Hay varios puntos en los que un juguete sexual mal utilizado o mal higienizado puede contribuir a crear un entorno favorable para la candidiasis:

1. Material del juguete

No todos los juguetes sexuales están hechos con materiales seguros. Algunos contienen compuestos porosos, como ciertas gomas o plásticos de baja calidad, que absorben fluidos y bacterias. Estos materiales son difíciles de limpiar a fondo y pueden convertirse en un caldo de cultivo para hongos como la Candida.

Por el contrario, los juguetes hechos de silicona médica, vidrio, acero inoxidable o plástico ABS no poroso son más higiénicos y fáciles de desinfectar.

2. Limpieza inadecuada

Una de las principales causas por las que un juguete puede convertirse en vehículo de infección es la falta de una higiene correcta. No basta con enjuagarlo rápidamente bajo el grifo. Si el juguete ha estado en contacto con mucosas, fluidos corporales o lubricantes, necesita ser lavado con agua tibia y un jabón neutro (sin perfumes ni químicos agresivos), y en algunos casos, desinfectado con productos específicos o hervido si el material lo permite.

Además, los juguetes deben secarse bien antes de guardarse, ya que la humedad es uno de los factores clave para que los hongos prosperen.

3. Compartir juguetes sin protección

Usar juguetes sexuales con otras personas sin una barrera de protección (como preservativos) puede facilitar el traspaso de microorganismos, incluyendo no solo bacterias y virus, sino también hongos como la Candida. Aunque esta no es considerada una infección de transmisión sexual (ITS) en sentido estricto, puede transmitirse si una persona ya la tiene en exceso y se introducen esos microorganismos en el cuerpo de otra.

En las relaciones entre mujeres, el uso compartido de juguetes sexuales es habitual y puede formar parte de la intimidad de la pareja. Sin embargo, esto también implica ciertos riesgos si no se toman medidas de higiene adecuadas. Compartir un dildo, un succionador o un arnés sin lavar ni usar preservativo entre uso y uso puede facilitar el traspaso de flora vaginal, lo que en algunos casos puede alterar el equilibrio de una de las personas y provocar candidiasis. Esto es especialmente importante cuando una de las dos tiene una infección activa o recurrente: aunque la otra persona no tenga síntomas, podría estar actuando como portadora o verse afectada si el juguete no se limpia correctamente. En estos casos, se recomienda usar protección o esterilizar el juguete entre un uso y otro, y no asumir que el hecho de que ambas personas tengan vulva elimina el riesgo de infección cruzada.

4. Uso durante un episodio de candidiasis

Si se utiliza un juguete mientras se tiene una candidiasis activa, es muy probable que ese juguete se contamine. Y si no se limpia de manera rigurosa, puede causar una reinfección incluso después de que los síntomas hayan desaparecido. Esto se conoce como “ciclo de reinfección” y puede alargar el tratamiento o cronificar el problema.

5. Lubricantes y su impacto en el pH

Muchos juguetes sexuales requieren el uso de lubricante para evitar la fricción. Sin embargo, no todos los lubricantes son iguales. Algunos productos contienen glicerina o azúcares, que pueden alimentar al hongo Candida. Además, algunos lubricantes alteran el pH vaginal, lo que puede favorecer la infección.

Lo ideal es optar por lubricantes a base de agua, sin perfumes, sin glicerina y con pH equilibrado para la flora vaginal (entre 3,8 y 4,5).

Cómo evitar que los juguetes sexuales contribuyan a una candidiasis

La clave está en la prevención y en adoptar hábitos de autocuidado responsables. Aquí van algunas recomendaciones básicas:

  • Elige juguetes de materiales no porosos y seguros. Prioriza silicona médica, vidrio o acero inoxidable.
  • Limpia los juguetes antes y después de cada uso. Usa agua tibia y jabón neutro, y desinféctalos si es necesario.
  • No los compartas sin protección. Si vas a compartir, utiliza un preservativo sobre el juguete y cámbialo entre usos.
  • Evita usarlos durante una infección activa. Espera a que los síntomas hayan desaparecido completamente y consulta con tu médico si hay riesgo de reinfección.
  • Guárdalos en un lugar limpio, seco y protegido del polvo. Algunos vienen con fundas específicas: úsalas.
  • Presta atención al lubricante. Asegúrate de que sea compatible con el material del juguete y con la salud vaginal.

¿Qué hacer si ya tengo síntomas?

Si sientes picor, escozor, irritación o flujo blanco espeso, consulta con un profesional de salud. Aunque muchas veces la candidiasis se puede tratar con antifúngicos de uso tópico o comprimidos orales, es importante tener un diagnóstico certero para evitar automedicaciones ineficaces o contraproducentes.

Además, si has usado juguetes sexuales recientemente, límpialos cuidadosamente o considera reemplazarlos si son porosos y difíciles de desinfectar por completo.

Cuidado, placer y responsabilidad

El placer no debería estar reñido con la salud. De hecho, el autoconocimiento del cuerpo y una vida sexual satisfactoria suelen ir de la mano con un mayor cuidado y respeto por una misma. Los juguetes sexuales pueden ser una herramienta fantástica para el disfrute, pero como todo, requieren un uso consciente e informado.

La candidiasis, aunque común, puede ser molesta y persistente si no se toman medidas preventivas adecuadas. Si introduces juguetes sexuales en tu rutina, hazlo con información, limpieza y atención. El cuerpo lo agradecerá.

¿Kristen Stewart mordiendo el cuello de Elizabeth Olsen en una discoteca ochentera? Sí, por favor

0

Lo que parecía solo un deseo colectivo de la croquetada internacional podría convertirse en realidad gracias a Flesh of the Gods, la nueva película de Panos Cosmatos, ese director que mezcla neón, psicodelia y traumas como quien monta una rave con final sangriento. Pero lo verdaderamente importante no es eso. Lo importante es que Kristen Stewart y Elizabeth Olsen podrían darse un mordisquito inmortal en plena pista de baile. Y nosotras ya estamos haciendo cola para ver cómo se desarrolla ese plan.

La sinopsis oficial suena como si alguien hubiese abierto wattpad y se hubiese puesto manos a la obra. Que empiece la fantasía lésbico-vampírica. Kristen interpreta a Alex, una de las dos mitades de una pareja de vampiros modernos que viven en el Los Ángeles de los años 80. El otro miembro de esa dupla galactiquísima es Oscar Isaac, o lo que es lo mismo, otro rostro perfecto para mirar mientras se derrama sangre en pantalla. Ambos acaban reclutando a una joven (Elizabeth Olsen) en un viaje de excesos, discotecas, y… ¿mordiscos?

La película está escrita por Andrew Kevin Walker, el guionista de Seven, así que sí, podemos esperar oscuridad, giros, y más de una escena que nos obligue a contener el grito (o el jadeo). Pero lo que nos tiene haciendo capturas mentales cada vez que se menciona esta película es la tensión lésbica potencial que se respira a kilómetros. Kristen. Elizabeth. Vampiras. Sudor ochentero. Música con tecladillos. Cuellos expuestos. ¿Hace falta que sigamos?

Cosmatos ya demostró en Mandy que puede convertir lo pulp en alta cultura, y con Flesh of the Gods parece dispuesto a jugar con la imaginería lésbica desde el minuto uno. Porque si algo tienen los vampiros, es que son el disfraz perfecto para explorar el deseo, el peligro, lo prohibido… y las ganas de arrimar colmillo. Que todas hemos visto True Blood, amigas.

Aunque aún no hay tráiler (ni fecha exacta de estreno), nosotras ya estamos afilando los colmillos. Si la cosa se concreta como parece, podríamos tener delante una de las películas sáficas más intensas de los últimos años. Y si no, al menos habremos visto a Kristen Stewart en modo criatura de la noche, y eso ya justifica casi cualquier cosa. Así que prepárate. El 2025 puede ser el año en que Elizabeth Olsen diga “bésame” y Kristen Stewart responda con un mordisco. Ñac.

Vía: Deadline

Gillian Anderson y Hannah Einbinder se unen en un slasher queer

0

Hay nombres que juntas provocan un pequeño cortocircuito en la cabeza de cualquier lesbiana o bisexual con buen gusto (el 98,9%). Gillian Anderson y Hannah Einbinder son unos de ellos. Y no, no es un sueño febril ni una fantasía de Tumblr: es el reparto confirmado de Teenage Sex & Death at Camp Miasma, la nueva película de Jane Schoenbrun, directora de culto en plena ascensión.

La premisa es… deliciosa. Una directora de cine se obsesiona con la actriz original de una saga de terror al estilo Viernes 13. Y a partir de ahí, el caos. O más bien, el horror queer, el gore existencial y un puñado de referencias a todo lo que hemos amado en nuestras noches de VHS prestado. Jane lo ha definido como su intento de crear ‘un clásico de fiesta de pijamas’. Estamos dentro

La historia transcurre en un campamento de verano, con sus cabañas húmedas, su lago sospechoso y una energía de Final Girl en esteroides. Pero lo verdaderamente hipnótico es ver en pantalla a Gillian Anderson, icono absoluto desde los días de Expediente X y a aprtir de ahora reina indiscutible del slow burn lésbico, compartiendo plano con Hannah Einbinder, una de las cómicas más afiladas del momento y rostro estrella de Hacks, la serie que nos tiene encandiladas y que hace a Paloma Rando decir ‘Dios aprieta pero no ahora’. Si la química entre ambas es la mitad de potente de lo que parece sobre el papel, vamos a necesitar una buena dosis de aquarius después de verla.

El proyecto está en buenas manos: Schoenbrun viene de rompernos el corazón y la percepción del tiempo en I Saw the TV Glow, y ahora vuelve con un tono más ligero, pero sin abandonar su sello: atmósfera densa, personajes queer que no piden perdón, y una sensibilidad estética que recuerda a los mejores momentos de Gregg Araki pero con trauma milenial.

Teenage Sex & Death at Camp Miasma se rodará este verano, y aunque aún no tiene fecha de estreno, el hype ya ha cruzado todos los umbrales. Ver a dos mujeres queer compartir plano, mirada y probablemente algo más, es justo lo que necesitábamos para seguir creyendo en el poder del cine sáfico. Nos vemos en el campamento. Llevad linternas, cuchillos de cocina y los nervios bien preparados.

Vía: THR

El odio sigue aquí: más ataques, más discriminación y más miedo para el colectivo LGTBI+ en España

0

Imagen: Víctor Torres

El informe Estado LGTBI+ 2025 no deja lugar a dudas. El odio sigue vivo, se ha hecho más grande y más violento. La encuesta elaborada por FELGTBI+ y el instituto 40DB, basada en 800 entrevistas a personas mayores de 18 años, muestra una realidad incómoda: ser LGTBI+ en España sigue siendo peligroso.

La cifra es demoledora. Un 42,5% de las personas LGTBI+ ha sufrido odio en el último año. Eso se traduce en más de 2.800.000 casos. Acoso, discriminación y agresiones físicas o verbales que no paran de crecer. Lo más grave es que la violencia física y verbal se ha disparado casi un 10% en un año. Si en 2024 afectaba al 6,8%, ahora estamos en un preocupante 16,25%. Eso son más de 800.000 personas agredidas por ser quienes son.

Entre las víctimas más expuestas están las personas jóvenes entre 25 y 34 años, las personas trans y quienes tienen menos ingresos. Este grupo concentra el mayor número de agresiones, con tasas del 24% al 35%. El informe lo deja claro: ser joven, trans y pobre en España hoy es un factor de riesgo.

¿Dónde sucede todo esto? En la calle, en el trabajo, en los centros de estudio y hasta en casa. La calle sigue siendo el lugar más hostil, con un 35% de los ataques. Pero ojo: los centros educativos aparecen como el segundo escenario más frecuente, con un 17% de las agresiones. Y el entorno familiar no se queda atrás. El odio no distingue entre lo público y lo privado.

También se constata un patrón preocupante: el odio es más frecuente en pueblos pequeños. En municipios de menos de 10.000 habitantes, el acoso llega al 26%, las agresiones al 21%. El mito de que la vida tranquila del pueblo es más amable se rompe cuando los datos nos dicen que ahí se sufre más y se denuncia menos.

Porque sí, se denuncia poco. Solo el 26,82% de las personas afectadas acude a la policía u otras autoridades. Entre quienes lo hacen, un tercio dice que la experiencia fue negativa. En las zonas rurales, las denuncias caen por debajo del 20%. Las razones: miedo, falta de pruebas y la convicción de que no servirá para nada.

Además, la percepción general es que todo va a peor. Un 31% cree que la violencia física ha aumentado y un 27% piensa lo mismo sobre la discriminación. La confianza en instituciones como el poder judicial o las fuerzas de seguridad se resiente, especialmente entre quienes han sido agredidas.

Y todo esto tiene un impacto directo en la salud mental. Las víctimas de odio reportan más miedo, ansiedad, soledad y rabia. Porque el odio no solo golpea físicamente. También se cuela en la cabeza, en los vínculos, en la forma de estar en el mundo.

El informe llega en un momento simbólico: se cumplen 20 años del matrimonio igualitario en España. Dos décadas después, no basta con mirar atrás con orgullo. Toca mirar al presente con valentía. Porque el odio no se ha ido. Solo ha cambiado de forma, de espacio y de excusas. Y frente a eso, el compromiso del activismo sigue siendo el mismo: visibilidad, denuncia y lucha.

Más info: FELGBT

#Crisabel está en Netflix: Cuidado si te enganchas a ‘Tierra de Lobos’ en 2025

0

Hay series que deberían venir con advertencia, como los cigarrillos. “Ver este contenido puede generar expectativas emocionales devastadoras” o “el siguiente personaje será asesinado de forma gratuita y lesbófoba”. En 2025, Netflix ha decidido subir Tierra de Lobos a su catálogo, y eso significa que toda una nueva generación de croquetillas va a descubrir la historia de Isabel y Cristina… y a terminar gritando al televisor (o al ordenador) con rabia.

Para quienes no la vivieron en su emisión original (allá por la prehistoria televisiva de 2010), Tierra de Lobos es una serie española de época, con bandidos, herederas rebeldes, monjas, corsés y más testosterona rural de la que cabría en una finca extremeña. Pero entre disparos y secretos familiares, surgió algo que ninguna esperábamos: una historia de amor entre dos mujeres, escrita con mimo y sutileza. Isabel y Cristina, #Crisabel para las amigas, se conocieron en el entorno más hostil posible y, contra todo pronóstico, se enamoraron. Sus escenas eran delicadas, potentes, emocionantes. Nos dieron miradas, caricias y una historia de descubrimiento tan real que muchas fans se vieron reflejadas por primera vez en la pequeña pantalla.

Y luego… la tragedia.

En la tercera temporada, Tierra de Lobos cometió uno de esos pecados imperdonables para la representación sáfica: mató a Cristina. Y lo hizo de la forma más cruel y anticlimática posible. No hubo redención, ni justicia, ni un adiós digno. Fue un borrón en la narrativa, un castigo gratuito que dejó a todas las seguidoras con la boca abierta y el corazón en ruinas. En Hay una lesbiana en mi sopa lo llamamos en su día por su nombre: lesbofobia narrativa. Porque no era solo Cristina quien moría: era una historia de amor que había significado muchísimo para muchas personas.

¿Vale la pena verla, ahora que está en Netflix? Sí. Porque Crisabel sigue siendo uno de los romances lésbicos mejor escritos que hemos tenido en la televisión española. Porque sus escenas siguen emocionando, más de una década después. Pero también porque nos recuerda lo que no queremos volver a ver: personajes queer sacrificados sin razón, amores condenados por sistema.

Así que sí, dale al play. Enamórate. Vive con ellas. Pero ten a mano pañuelos, una manta y, quizá, una amiga croqueta para gritar juntas. Porque Tierra de Lobos ha vuelto, y #Crisabel también. Pero esta vez sabemos lo que viene.

Las novedades de Les Editorial que te van a alegrar la primavera

0

En esta casa somos muy fans de LES Editorial. Porque no solo editan libros que remueven las tripas y el pensamiento, sino que lo hacen desde un lugar radicalmente honesto, queer y poético. Nos gusta cómo desafían la norma sin pedir permiso, cómo buscan entre lo mejor y editan con las manos, cómo convierten cada colección en un refugio para lo necesario, lo incómodo, lo vital, lo romántico… todo. Si los libros pudieran abrazarte, seguro que muchos llevarían su logo. Desde que nació ha sido un referente, pero lo de esta primavera… está siendo una locura, amigas. hay para todas.

Caleidoscopio, de Elena Solera

Tania Sanders lleva tiempo buscando, sin suerte, al amor de su vida. Cansada de desengaños y con el corazón blindado por el escepticismo, decide darle una última oportunidad al romance apuntándose a Corazones, una exclusiva agencia de coaching sentimental que promete ayudarla a reconducir su vida amorosa. Allí conoce a Álex, una encantadora love coach que se convierte en su guía en el arte del cortejo, enseñándole estrategias, dinámicas y trucos para conquistar, y conservar, a la mujer de sus sueños. Pero lo que empieza como un entrenamiento para encontrar pareja acaba siendo, para Tania, un viaje mucho más profundo: uno hacia su propio interior. A medida que avanza, tendrá que enfrentarse a preguntas que no tienen respuestas fáciles: ¿se puede aprender a amar?, ¿elegimos a quién amamos?, ¿hasta dónde estamos dispuestas a llegar por no estar solas?

Puedes comprarlo aquí.

Vol. 1 Estelares, de Thais Duthie

En esta casa a Thais Duthie la queremos muchísimo y con razón. Su último libro es una joyita erótica que combina estrellas, deseo y narrativa con una elegancia que ya quisiéramos para nuestras propias vidas amorosas. Imagina una Acuario que persigue a la última hembra de leopardo de las nieves en las cumbres del Himalaya, una Géminis que descubre el placer frente a su propio reflejo o una Escorpio que guarda una mazmorra secreta bajo una discreta mercería. Sí, esto es astrología, pero no la que te lanza horóscopos vagos. Aquí los signos zodiacales cobran cuerpo, voz y piel.

En Zodíaco, Thais nos ofrece doce relatos, uno por cada signo, en los que el erotismo sáfico se desliza con suavidad, potencia y una estética que enamora. Su estilo es sensual y evocador, con un toque poético que convierte cada página en un pequeño ritual de placer literario. Si alguna vez quisiste saber cómo suena el deseo de una Libra o la intensidad carnal de una Aries, este libro te lo sirve en bandeja con toda la belleza y sin necesidad de filtros.

Puedes comprarlo aquí.

Vol. 2 Benditas bilocadas, de Ana Tapia

En esta obra de teatro deliciosa y desbordada de imaginación, la autora despliega todos los temas que le obsesionan y que, casualmente, también nos encantan a nosotras: monjas lesbianas, mundos por venir, el choque entre culturas distintas y la posibilidad de que el amor atraviese tiempo, espacio y dictaduras genéticas.

La protagonista es Benedetta, una monja barroca encerrada por la Inquisición tras ser condenada por “yacer con otra hermana”. Pero Benedetta no se queda quieta ni aún bajo castigo eterno, porque ha desarrollado un don muy particular: puede bilocarse, estar en dos lugares al mismo tiempo. Es así como llega al salón de Inés, una estudiante de teatro del año 2023. Entre escenas, cafés y dudas existenciales, las dos se embarcan en un viaje que las llevará hasta Saratovia, una prisión futurista donde acaban quienes se rebelan contra una dictadura obsesionada con la genética. Allí conocerán a Aivory, una figura clave que revelará el sentido de todos los desvaríos, desplazamientos y desastres provocados por la bilocación.

Puedes comprarlo aquí.

 Luchando con(tra) el amor, de Noelia Martín Luna

En la editorial todos lo saben: Sara y Valèria no se soportan. Una es fan del romance, la otra vive por la fantasía, y lo único en lo que coinciden es en su desprecio mutuo. Que si la Power Of Love por aquí, que si la Editora Borde por allá. Puro odio y ninguna paciencia.

Así que, cuando su jefa decide emparejarlas para un nuevo proyecto, se desata el drama. Sara está decidida a que el encargo salga perfecto, pero primero tiene que librarse de Valèria. Y Valèria… bueno, tampoco está entusiasmada con la idea de compartir teclado y espacio vital con la reina de los finales felices.

Lo que empieza con sabotajes y pullas se convierte en una guerra abierta. Pero si no quieren perder el proyecto, no les queda otra que pactar una tregua. A veces, los enemigos más fieros esconden los giros más inesperados. ¿Será este el principio del fin o el arranque de algo mucho más jugoso que una enemistad laboral? VIVAN LOS ENEMIES TO LOVERS.

Puedes comprarlo (en preventa) aquí.

¿Sofia Carson será Evelyn Hugo? Tranquilas, aún no hay nada firmado

0

Desde hace un par de días, las redes están en ebullición con un rumor que ha sacudido los cimientos del universo sáfico: ¿Sofia Carson será la encargada de dar vida a Evelyn Hugo en la esperadísima adaptación de Los siete maridos de Evelyn Hugo? ¿Y Hannah Dodd a Celia St. James? Antes de que entres en pánico o empieces a hacer tu fanart, respira hondo: no hay nada confirmado. Repito, nada.

Todo comenzó, cómo no, con un TikTok que se viralizó en cuestión de horas, asegurando que Carson y Dodd estaban ya en el reparto. La web J-14 recogió el bulo y añadió más leña al fuego. Pero por ahora ni Netflix ni las actrices han abierto la boca. Ningún comunicado, ningún teaser, ni siquiera un guiño en Instagram. Silencio total.

Entonces, ¿de dónde sale la teoría? Pues de que Sofia Carson ya ha trabajado con Netflix en películas como Purple Hearts, y su nombre suena con fuerza por eso mismo: ya está dentro de la órbita de la plataforma. Pero una cosa es que sea una de sus actrices habituales y otra que le hayan confiado el papel de una de las divas literarias más icónicas del colectivo LGBTQ+.

La novela de Taylor Jenkins Reid ha sido devorada por lectoras de todo el mundo, que no solo quieren ver a Evelyn Hugo en pantalla, sino que necesitan que esté bien interpretada. Que no sea solo una cara bonita, sino una mujer de matices, ambición, sensualidad y contradicciones. Y claro, si los rumores son ciertos, la elección de Carson ha dividido a las fans. Algunas aplauden la elección, otras ya están preparando hilos para demostrar que no es la indicada.

Lo único cierto es que Netflix tiene previsto hacer una presentación a finales de este mes, y se espera que ahí sí sepamos con certeza quiénes serán las elegidas para interpretar a Evelyn y Celia. Hasta entonces, todo lo que circula son suposiciones, deseos y un poquito de histeria colectiva, como debe ser.

Así que calma. No hay que prender fuego a Twitter todavía. Esperemos a ver qué tiene que decir Netflix, y entonces, si hace falta, ya sacamos las pancartas. O las copas de champán. O las dos.

Vía: J14

Esto no es un simulacro: Anna Camp tiene novia

0

Años, aaaaaaaños nos hemos pegado recordando la temporada en la que esperábamos fortísimo que el subtexto lésbico de Pitch perfect pasase al texto, y parece que la película nos sigue dando satisfacciones en la vida real, aunque del modo más inesperado. Resulta que en uno de esos videos para TikTok en el que preguntan cosas a la gente por la calle han cazado a la actriz Anna Camp (la de los vómitos nerviosos y la obsesión por la perfección) junto a la que, a todas luces, parece ser su novia. ¿Y cómo lo sabemos? Porque le han preguntado que qué espera de un chico en la primera cita y ella, ni corta ni perezosa, ha respondido “I don’t expect anything [from a guy on the first date], not anymore, because I like women and it’s great” (no espero nada de un tío en la primera cita, ya no, porque me gustan las mujeres y es genial.

Internet ha hecho los deberes y ha descubierto que su acompañante es Jade Whipkey, una joven de 24 años (Camp tiene 42) que trabaja en el mundo audiovisual. Hay varias fotos de las dos juntas y, la verdad, poco más. Pero con esto podemos ya trabajar. ¿Es esto una confirmación oficial? No. ¿Es suficiente para que nuestro radar sáfico se dispare como la alarma de un microondas? Absolutamente. No sabemos si se trata de una pareja consolidada, de un romance fugaz o de un “estamos fluyendo”, pero ver a Anna tan relajada, tan feliz y tan queer-coded nos ha dado justo el contenido que necesitábamos para sobrevivir una semana más.

La actriz estuvo casada con Skylar Astin, su compañero de reparto en Pitch Perfect. Desde su divorcio en 2019, había mantenido un perfil sentimental bastante discreto… hasta ahora. Porque una cosa es no confirmar nada, y otra muy distinta es soltar esa frase bomba como quien comenta que ha cambiado de champú. ¿Lo damos por suficiente? Lo damos por suficiente.

Vía: Twitter

Netflix cancela ‘Manual para señoritas’

0

Otras trama sáfica a la papelera. No hay forma elegante de decirlo: Netflix ha decidido cancelar Manual para señoritas y nos ha dejado colgadas. Así, sin avisar y con un elegante portazo, la plataforma ha confirmado que no habrá segunda temporada. ¿El resultado? Nos quedamos sin ver cómo evoluciona a relación entre Josefina (interpretada por Paula Usero) y Esther (Candela Pradas), que por fin nos regalaba una trama sáfica con carácter, plumas, y bastante menos cliché de lo habitual.

La serie, ambientada a principios del siglo XX, tenía todos los ingredientes para hacernos felices: conspiraciones, feminismo encorsetado, unas localizaciones super chulas, y sí, una historia lésbica que no estaba solo para el adorno. Paula Usero, como siempre, dándolo todo, y nosotras dispuestas a seguirla hasta el final. Pero no. Fin del viaje.

Lo más triste es que ya empieza a sonar a disco rayado: las pocas historias sáficas, casi siempre secundarias, que logran colarse en el mainstream terminan canceladas antes de despegar. Y una se pregunta si el algoritmo tiene algún tipo de alergia a las mujeres que no suspiran por hombres. Esta vez, la cancelación se debe a los ajustes que está haciendo Netflix en el apartado de producción. Las series de época son caras, bastante más caras que las que se desarrollan en la actualidad. Y si hay que empezar a pasar la tijera (ejem), son las primeras en caer.

En fin. Nos queda el consuelo de que, aunque breve, lo que vimos entre Leonor y Candela fue bonito, fue potente y nos recordó que todavía hay historias que merecen ser contadas y que nos merecemos (y nos gusta) ver. Lástima que Netflix no opine lo mismo.

Vía: Confidencial Digital