Desde que se instituyera como una necesidad flagrante en 2008, todos los 26 de Abril las lesbianas tenemos una cita que cumplir, un objetivo que llevar a cabo: Que se nos vea. Tal cual. Parece sencillo, ¿verdad? Es un pequeño gesto que haces todos los días, cuando sales a comprar el pan de la mano con tu novia, o cuando en una conversación nombras a tu mujer, sin darle más importancia. Pero este 26 de abril hay que hacerlo conscientemente, por aquellas que, por diversas circunstancias, no pueden.
Parece mentira que en pleno siglo XXI tengamos que seguir haciendo estas acciones para recordarle a la sociedad que, hey, estamos aquí, y somos ciudadanas de pleno derecho, sea cual sea nuestra orientación sexual. Pero, lejos de eso, seguimos viendo como los recortes en derechos se suceden, como ha sucedido en las últimas semanas con la negación al acceso a la reproducción asistida a aquellas mujeres cuyas parejas no sean hombres. Ellas sí, nosotras no.
En un mundo en el que las mujeres ya tienen suficientes dificultades a la hora de demandar cosas tan básicas como la igualdad de derechos frente a los hombres, nosotras tenemos un plus más. No sólo somos mujeres, sino que no somos heterosexuales. El acabose. Por eso es tan importante, tan sumamente capital, la existencia de modelos públicos, de personajes que den un paso adelante y digan “Yo también soy lesbiana”, dando ejemplo, para que la sociedad sepa que existimos, y que demandamos ni más ni menos que el mismo trato que el resto de ciudadanos. No queremos privilegios: queremos igualdad.
Por eso, hasta que todas podamos ser visibles, seguiremos celebrando este día, para seguir recordando que todavía no somos iguales. Nos dirán que somos pesadas, nos dirán que somos exageradas, pero es su incomodidad la que habla, ni más ni menos. Y nuestra felicidad vale más que su placidez. #SoyLesbiana