La semana pasada terminó la decimoprimera, que se dice pronto, temporada de Anatomia de Grey. Una temporada irregular en su desarrollo, con muchas diferencias para los personajes: Unos han tenido mucho protagonismo, y otros en cambio han pasado un poco desapercibidos. Lo normal en una serie tan coral, pero que nos ha sorprendido por no ser a lo que nos tiene acostumbradas Shonda. Bailey, por ejemplo, ha tenido una trama completamente anodina en la última parte, una trama que, siendo sinceras, nos da igual, y nos hace echar de menos a la Bailey de hace unos años, fuerte y con mala leche, capaz de llevar a baqueta a todos los residentes de cirugía.
La muerte de Derek ha servido de excusa, a nivel argumental, para dar un salto en el calendario. El tiempo en el Grey-Sloan se adelantó un año entero en mitad de un episodio, lo que nos introdujo de sopetón tramas nuevas, como la que afecta a Callie. Teníamos puestas muchas esperanzas en la reconciliación de Callie y Arizona, que toda la temporada habían tenido una dinámica de amor profundo a pesar de la ruptura, de preocupación la una por la otra, que nos hacía presagiar lo mejor para las dos. Pero, en cambio, nos hemos encontrado con que Calliope está saliendo con un hombre. ¿Qué futuro les espera en la duodécima temporada? ¿Agitará Shonda la varita y las juntará de nuevo, o preferirá introducir arcos nuevos para cada una de las dos mujeres? Jessica Capshaw ha hablado con TV Line a propósito de la pareja. La actriz afirma que en esta temporada que está por venir “Arizona dará un gran paso en relación a su ex mujer”
Espero que a todo el mundo esté entusiasmado con la coexistencia pacífica de Callie y Arizona. Ellas se dirigen a una situaciópn en la que ellas pueden abordar situaciones que son difíciles para dos ex-esposas
A mi me suena a conflicto relacionado con su hija, pero en fin. Veremos si me equivoco o no. Otros medios, como June apuestan por una nueva relación de la pediatra, con un personaje que está todavía por conocerse. ¿Otra de las residentes, de esas que todavía no tienen ni nombre? Me da la sensación de que la fuente infinita de imaginación que Shonda Rhimes había demostrado tener durante estos once años se está empezando a secar. Una pena, porque una de las virtudes que tenía Anatomía de Grey era su facultad para no cansar, algo que, me temo, está empezando a suceder. La prueba palpable ha sido esta temporada, que comenzó muy bien, abordando cuestiones maduras de forma madura, y que ha terminado, gracias a la rumoreada pataleta de la creadora con Patrick Dempsey, perdiendo totalmente el control.
Vía: June