Podéis enviar los textos (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección de correo que figura en el banner, con el asunto “La croqueta libre”. Los textos se leerán para escoger, pero no se editarán. Es decir, que si tu texto se ajusta a la temática de la web, lo publicaremos, pero sin corregir las posibles faltas. Los textos deben ir firmados con nombre o seudónimo.
Prefiere papel y bolígrafo, cigarrillo y café, bar y libro. No es de este tiempo, ni de esta época.
Todos los viernes va al mismo bar, se pide un café, se sienta en el sillón junto a la ventana que da a la calle principal y, ensimismada en sus pensamientos, observa con esos ojos profundos de color caramelo el ajetreo del mundo de fuera.
Ella no es de aquí, no corresponde. A menudo frunce su boca y mira con desprecio las prisas de la gente pre definida, la gente que no es como ella, la gente-rebaño.
Se pasa la mano por el pelo, como si le exasperase todo lo relacionado con la velocidad, bebe un sorbo de café y focaliza su atención en un mechón cobrizo de su melena. De repente nuestras miradas se cruzan y esos ojos color caramelo me envuelven. Vuelve a beber otro sorbo de café con aire inquisitivo y justo cuando, avergonzada por mi espionaje voy a desviar la mirada, sus cejas largas y gruesas se fruncen con curiosidad y me observa detenidamente, analizando el por qué y cómo de mi observación.
Sin embargo algo cambia, noto algo extraño, una energía desconocida. ¿Qué es? Sus ojos se entornan y abren de pronto. ¿También ella lo ha notado? “No, seguramente son imaginaciones tuyas”, digo mientras me apuro mi café. Me levanto del puf deprisa y algo confundida, pago mi consumición, recojo mis cosas de manera desordenada, y mientras me muevo hacia la salida, sé que unos ojos caramelo siguen mi movimiento hacia la puerta del bar que da a la calle.
.-Marea