Podéis enviar los textos que queráis (preferiblemente que no incluyan ninguna imagen) a la dirección de correo que figura en el banner, con el asunto “La croqueta libre”. Los textos se leerán para escoger, pero no se editarán. Es decir, que si tu texto se ajusta a la temática de la web, lo publicaremos, pero sin corregir las posibles faltas. Los textos deben ir firmados con nombre o seudónimo. ¡Ah! ¡Y un título!
No necesito besar a 1000 porque a la 1001 seguiré queriendo besarte a ti… a ti… a ti… a ti… suena y retumba en mi cabeza, ¡como si fuera una bomba a punto de explotar!
Tú eres increíble, maravillosa, única e irrepetible… mi luna que a veces abraza y otras araña.
Esa persona que empezó en mi vida como un juego, como un desafío, sin pensar demasiado en las consecuencias de mis actos… tan solo dejándome arrastrar por los impulsos del deseo… de las sensaciones… de la piel…
Nunca pensé en todos los quebraderos de cabeza que me daría durante tantos años, esos hoy me alejo, otros te acerco, otros te espero y te digo una frase que te deja temblando de emoción por un día, un mes o una semana…
Con ella, los principios, la vergüenza, los miedos, las primeras dudas, tan solo desparecieron… nunca existieron, todo siempre fue mágico, pasional y cargado de una atracción tan fuerte que yo era incapaz de controlar.
Deseo, atracción, juegos… irrealidad convertida en real, realidad que juega conmigo… que un día muy lejano jugó con las dos y sigue esperando su oportunidad escondida para volver aparecer y liarla una vez más!
Ella y yo a solas, cerca a oscuras y deseo que mi vida se pare entre mis deseos y mis abrazos despistados cargados de miedos…
Y ahora que empieza mi vida a buscar una compañera, quiere tener compañía, en el fondo todas serán una mentira, tú y solo tú serás siempre mi mejor verdad!
Esa verdad de mentira que tan solo tiene una oportunidad para vivir, sentir y sobrevivir a tu vida perfecta, idílica, morir en la orilla del silencio, del desaliento, ocultar mis sentimientos para siempre a través de mis palabras, mis miradas no las podré, ni querré, ni sabré disimular…
Tú, mi bonita casualidad; tú, mi mayor locura con nombre de mujer… lástima que a ti te guste su nombre de hombre y no el mío…
Tristeza es mucha, tristeza es poca, da igual tan solo me conformo con derretirme por dentro si te tengo cerca, silenciar mis sentimientos y cubrirlos con la fina capa de la amistad, esa que pase lo que pase, siempre me quedará.
Tras mil lágrimas, muchos vaivenes emocionales y subirme cada mes en la montaña rusa de mi inestabilidad, intentar no temblar si te tengo cerca, he decidido que me quedo con tu amistad, ¡sin más!