Tengo que haceros una confesión: hasta ahora, yo nunca había oído hablar de Lizzie Borden. Quizá porque el cerebro da para retener solo ciertos datos. Y también porque fue una americana, lesbiana, del siglo XIX que mató a sus padres con un HACHA. Pero ahora sí tengo ganas de conocer su historia, porque Christina Ricci será quien la encarne en una escalofriante película basada en este crimen real.
La verdadera Lizzie es una gran conocida del folklore estadounidense. Su caso marcó un antes y un después para las futuras asesinas en serie, homicidas y demás fauna sanguinaria porque se convirtió en todo un circo mediático de la época. Sobre su adaptación cinematográfica, podemos contaros que en el reparto también está Clea DuVall, que es un proyecto de Lifetime y que esta es la descripción que nos dan:
En un caluroso día de verano de 1892, en Fall River, Massachusetts, Lizzie Borden (Christina Ricci) vuelve a la casa que comparte con su padre Andrew, su madrastra Abby y su hermana Emma (Clea DuVall). Pero, a diferencia de un día normal, Lizzie se encuentra con una sanguinolenta escena: sus padres han sido violentamente asesinados. Pronto, la policía empieza a tomar declaraciones de múltiples sospechosos, pero las pistas siguen apuntando a la hija menor de los Borden, Lizzie, como principal sospechosa. El abogado de Lizzie, Andrew Jennings (Bill Campbell), defiende su inocencia argumentando que es inconcebible que una mujer pueda cometer un crimen tan atroz, asesinando a su propia familia con un hacha. ¿O sí que es posible?
La película se estrena en la televisión estadounidense el próximo 25 de enero. Si quieres adentrarte en la historia real de Lizzie Borden, la Wikipedia será tu principal aliada. Ahora, lo que nos queda por saber es de qué manera se tratará en la película el hecho de que, además de una homicida, fuera lesbiana, pero me temo que eso no podremos descubrirlo hasta que la veamos. Lo que está claro es que Christina Ricci >>>>> Lizzi. Nunca un hacha salpicada de sangre ha sido tan retorcida y deliciosamente… sexy.
Vía: Deadline