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¿Va a volver ‘The L word’? Respuesta corta: SÍ

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La serie que cambió la televisión para las mujeres LGBT fue The L word. Punto. A partir de ahí podemos entrar en debates sobre si es buena, mala, o regular (yo, personalmente, creo que es buena), si es transfoba o bifóbica (la respuesta en ambos casos es que sí), o cualquier otra cuestión sobre la que queramos hablar. Pero la influencia, la visibilidad y la potencia de esta ficción es innegable. Ocho años después de su final, e innumerables rumores de vuelta, alentados por todos, después, parece que por fin las oraciones a la Virgen de la Croqueta han surtido efecto y algo se está cociendo entre las componentes del cast original y la creadora. ¿De donde lo sacamos? Pues de nuestra conexión real con todas ellas: Twitter.

Jennifer Beals siendo extremadamente atractiva riéndose sola, Sarah Shahi aplaudiendo como una pirada, Kate Moenning deseando estar con sus compis (y, suponemos, eligiendo un chaleco de fiesta para ello…). Parece que la cuestión está clara: Va a haber una reunión del elenco, y girará en torno a la serie. Nada de una foto en un festival de series para saciar nuestro espíritu fangirl y aplacar nuestra nostalgia contenida.

De aquí en adelante, pues, toca estar atentas: pronto volveremos a ver al grupo de amigas que nos cambió la vida.

 

UPDATE: En un tuit de la cuenta de Lauren Holloman (Tina), ahora borrado no sabemos bien la razón, la ex-actriz cuenta que es un reportaje fotográfico, y que ella no ha hecho ni un casting desde 2010.

¡Gracias Lola por el soplo!

La inmensa suerte de poder ver el cine en pantalla grande

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Lo del Festival de Cannes de este año está siendo un absurdo tras otro. Comenzó fatal, utilizando la tecnología para el mal como no hemos visto hace tiempo en ningún villano, y además sin pagar ningún precio por ello: haciéndole photoshop a Claudia Cardinale. Pero es que la siguiente polémica es, si cabe, todavía más absurda e incomprensible, y trata de separar el “buen cine” del otro, del cacoso, utilizando no conceptos de técnica fílmica o la capacidad de emocionar de la cinta, sino el lugar donde se ve.

Intentan explicar los críticos que el cine se tiene que ver, valga la redundancia, en el cine. En silencio, oscuridad, y una pantalla grande. Y bien, me parece respetable, e incluso en una dimensión perfecta, realista. La columna de Jesús Mota en El País de ayer, si la leyéramos sin ir más allá, está hasta bien planteada, porque intenta establecer una correlación entre lo que se ve y la experiencia de verlo, como si viéndolo en otro lugar que no fuera una sala fuera una incapaz de establecer una relación con la cinta.

Y oye, que yo lo compro. Que ojalá poder ver todas las cintas del mundo en un cine, completamente abstraída por lo que me quiere contar el director, y yo creyéndome parte de la historia, de esa historia que no cuenta nada, que no existe, hasta que una no la ve. Pero la realidad, a veces, se empeña en rompernos la ilusión a los pobres mortales.

Y ese, bajo mi punto de vista, es el caso de los cines, por un montón de cuestiones que no voy a pasar a desgranar, excepto una. Podría hablar de mil cosas para contarle a los JesusesMotas del mundo por qué ver el cine en pantalla grande es un lujo que no está al alcance de todos, como por ejemplo, y empezando por lo más pueril del mundo, por una cuestión monetaria, de precios. O hablar de la distribución de las películas, porque a lo mejor estos señores no saben que en muchas ciudades y pueblos las opciones se limitan, y que las personas de provincias tenemos que ir a las diez el viernes y el sábado, y a las ocho el domingo, si queremos ver el blockbuster de turno, que es lo único que llega a los multicines de al lado del Conservatorio, los únicos que hay. También podría contarle que, en 2017, es mucho más fácil encontrar silencio, oscuridad y una pantalla grande en nuestras propias casas, donde nosotras mismas podemos propiciar que todo eso ocurra, y no dejar al azar los compañeros de sala.

Intentar decir que los espectadores van a ser incapaces de establecer una conexión con el film a causa del soporte es prepotente, snob, y tener la empatía de una cebolleta tierna.

El cine es, ante todo, emoción y capacidad para conectar. Resulta enormemente difícil disfrutar de una historia que te resulta ajena, y precisamente al contrario cuando puedes verte representada en pantalla. Durante muchísimo tiempo las personas que no éramos hombres cis blancos y heteros hemos tenido que esforzarnos para encontrar nuestras historias en pantalla, pero oye, hemos disfrutado mucho del cine. Muchísimo. Una barbaridad.

Ocurre que de un tiempo a esta parte, el cine comercial, ese que llega a las salas convencionales, el que vas a ver con un cubo de palomitas y lo pasas bien un rato, ha empezado a abrirse, y a contar otras historias que, a lo mejor, le podían interesar más al 50% de la población, las mujeres. Pero los pasos son tan tímidos como los de un bebé que teme caerse. Y ya no hablemos de mujeres LGBT. Hemos tardado 90 años en tener un Carol, y desde su estreno no hemos vuelto a ver nada igual.

Internet se ha convertido para muchas de nosotras en el único medio por el cual podemos disfrutar del cine igual que lo hace Jesús: conectando. No todo lo que se ve en un cine es de calidad, y no todo con lo que conectas merece un Oscar. Pero si de comunión con el relato hablamos, la sala queda en un segundo plano, y lo que permanece es la verdad universal que se cuenta en la película. Por más que esté rodada en 35mm o en HD. Y por más suerte que tengas de poder verla en pantalla grande o buscarte la vida e internet.

Pero intentar contarle al mundo que la única manera de emocionarse con un film es verlo en una sala es negarle a muchísimas personas la validez de esa emoción, porque, directamente, no van a ser capaces de verlo proyectado. ¿Carol es menos Carol si lo veo en el salón? ¿La vida de Adèle gana si la veo en el cine con 200 personas más gritándole a la pantalla, como me pasó a mi cuando la fui a ver?

Mira, Jesús, aunque sé que no me vas a leer: me alegro profundamente de que tu experiencia como espectador sea tan rotunda y fantástica como la cuentas, pero que tengas la suerte de poder vivirlo así no implica que la de los demás no funcione. Porque sí lo hace.

Trailer y fecha de estreno de ‘AWOL’, uno de los estrenos del año

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Tras plantear un primer cortometraje en 2010, la directora Deb Shoval desarrolló su idea de manera más detallada en AWOL, una de las películas que más comentarios positivos atrajeron en su estreno en Tribeca 2016, y en su posterior ronda de festivales. A España llegó de la mano de Lesgaicinemad, y nosotras estuvimos ahí para verla, pero, ¡alegría!, a partir de mañana día 23 de mayo la cinta estará disponible en los servicios de VOD habituales. La productora ha lanzado el trailer, en el que se adivina perfectamente el tono de la película.

La joven Joey, una casi adolescente sin plan vital, se enamora perdidamente de Rayna, una madre con dos hijos atrapada en un matrimonio que la hace completamente infeliz. ¿Tienen algún futuro juntas? ¿Estarlo no sería destrozarse la vida mutuamente?. AWOL, protagonizada por dos rostros conocidos como son Lola Kirke (Mozart in the jungle) y Breeda Wool (UnReal), es un retrato con pulso de la comunidad rural americana, de las ilusiones y desilusiones, de todo aquello que estamos dispuestas a hacer sin pensar en las consecuencias. Sin duda, no puedes perdertela.

Vía: Curve

Libros lésbicos recién salidos del horno: Abril-mayo

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Los meses previos al veranito son los mejores. No sólo porque el tiempo no sea ni frío ni caluroso, que también, sino por el aluvión de novedades que se nos vienen encima, y todas ellas de lo más apetecibles.

Cuando creía que Rat Queens iba a ser uno más de esos cómics fantabulosos que no hay manera de que los hagan salir de territorio norteamericano, Norma los publica y me calla la boca. Y yo que me alegro. Tan divertido como gamberro, lleno de acción, aventuras y chicas dispuestas a pelear contra cualquier criatura que se ponga en su camino, así es Rat Queens. Ya os hablamos de él, pero si todavía no lo tenéis, ahora es el momento perfecto para darles una oportunidad a vuestras nuevas guerreras favoritas. Puedes comprarlo aquí. 

A la lista de clásicos croquetizados que hice hace una semana hay que añadirle The seafarer’s kiss de Julia Ember. La sirenita pero más oscura y con una protagonista bisexual, la sirena Ersel. Ersel se da cuenta de la vida que quiere llevar cuando rescata a Ragna, una vikinga que ha naufragado en Ártico, en el glaciar donde habitan tritones y sirenas. Las cosas no serán todas de color de rosa para ambas, cuando el pretendiente de Ersel descubre el secreto, le da un ultimátum: O le dice adiós a la humana Ragna, o tendrá que enfrentarse a la justicia del Rey del glaciar. Puedes comprarlo aquí. 

Marta Català deja la novela negra y cambia totalmente de tercio en Los dulces años del fútbol y se pone romántica. Ambientado en los 90, es el fútbol es el que une a Ana y Zárate siendo tan sólo unas niñas y el que las volverá a juntar cuando, tras haber estado años separadas por las cosas que tiene la vida, Zárate vuelva a Valencia siendo ya una adolescente. ¿Podrán retomar las cosas donde las dejaron? Algo está claro, no les será fácil. Puedes comprarlo aquí. 

Los años adolescentes son duros para todo el mundo, y sino que se lo digan a Margaret Beringe. Además de ser una don nadie en el instituto, su primer amor le ha roto el corazón a lo grande. Pasaron los años y atrás quedó el instituto, la gente que conocía en él y Courtney. O eso creía. Courtney vuelve tras la muerte de su padre a hacerse cargo de la tienda familiar y Margaret se da cuenta de que no la tenía tan olvidada como pensaba. Puedes comprarlo aquí. 

Tras años descatalogada, vuelve Fruta prohibida a las librerías. Jeanette, una niña educada en un matrimonio extremadamente religioso, se enamora de su mejor amiga y tendrá que enfrentarse a la decisión de si sigue las enseñanzas de su familia o lo que le dice el corazón. Puedes comprarlo aquí. 

‘Life is strange’ tendrá segunda parte

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Max y Chloe vuelven a nuestras vidas… o no

Me atrevo a decir que Life is strange fue una de las sensaciones videojueguiles del 2015 con un fenómeno fan bastante fuerte que, ya sea por su temática, su estética seriéfila y algo hipster y/o sus personajes, se ha ganado un lugar en el corazón de muchas jugadoras. Se trataba además de un juego que ponía la relación entre las dos protagonistas, Max Caulfield y Chloe Price como parte central de la historia y que permitía explorarla como un romance.

Pues bien, Dontnod anunció la semana pasada que el mismo equipo que nos trajo el primer juego está trabajando en una segunda parte. Ah, y que en la empresa están muy contentos con los 3 millones de personas que han jugado a LiS. Y… ya. Eso es todo. Os dejo el vídeo bajo estas líneas.

Solo nos queda especular si este Life is Strange 2 volverá a contar con Max o si por el contrario presentará una historia diferente y con nuevos personajes. Aunque esto último es lo más sencillo e impide liarla más con las líneas temporales se me ocurren muchas y divertidas formas de encarar una secuela: retomar la acción poco después del final del juego, jugar con una Max más adulta que por alguna circunstancia tiene que volver a usar sus poderes, pasar el protagonismo a otro personaje que apareciera en el juego y poder reafectar a los eventos del mismo… Las posibilidades son infinitas.

De un modo u otro me quedo con los buenos deseos de mi compi Toast para que “sea al menos tan gay como el juego anterior”. Deseos a los que me sumo y añado un “que nos dé un final menos ‘polarizado'”.

Life is strange, Max and Chloe kiss

 

Bae Wars: Lauren Jauregui Vs. Jamie Clayton

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¡Hemos llegado a las semifinales de la Bae Wars! Eso quiere decir que en 3 semanas sabremos quién es vuestra Bae definitiva. Si hacemos un rápido repaso vemos que las cuatro mujeres que han superado las dos eliminatorias hechas hasta ahora son: Lauren Jauregui, Jamie Clayton, Tatiana Maslany y… Laura Prepon o Anna Torv. Puedes hacer trampa y mirar quién ha ganado la eliminatoria de la semana pasada al final del post, pero ¿y si hay un gif inesperado en algún lugar y lo encuentras al deslizarte por el post? Perdería el factor sorpresa, es un desperdicio.

En la primera semifinal tenemos a Lauren y a Jamie. Lauren se ha ido deshaciendo de sus rivales con facilidad y llega como favorita, pero Jamie ha eliminado nada más y nada menos que a nuestra reina por excelencia, Ellen DeGeneres, ¡así que quién sabe si habrá sorpresas!

¡Vamos a ello!

 

 


*Desde dispositivo movil es posible que veas aquí encima algo así como “cargar interactivo”. ¡Ahí se vota, ahí, dale sin miedo! O también podéis pinchar aquí.

Si no has hecho trampa para bajar, ¡yey! Espero que los gifs os hayan representado. Y ahora, la última semifinalista y fav que se enfrentará a Tatiana la semana que viene, es… ¡ LAURA PREPON!

Videodramas: Oda a Shonda

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Puedes ver el resto de viñetas de Videodramas, la tira sobre las croquetas modernas y… sus dramas, en este enlace.

Ya puedes leer ‘Tócame: Antología de relato erótico’

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Thais Duthie y Hay una lesbiana en mi sopa se complacen en anunciaros a todas, croquetas, que por fin podéis leer Tócame:  Antología de relato erótico, el volumen que recopila todos los relatos eróticos que participaron en el concurso que organizamos hace un tiempo.

Como sabéis, con lo que recaudemos en la venta podremos financiar el mantenimiento de HULEMS, y solventar algunas de las carencias técnicas que tiene la web (que son unas cuentas). Desde ya mismo, el libro puede adquirirse en formato papel en Amazon, siguiendo este enlace.

Pero, como las alegrías nunca vienen solas, ponemos en marcha un concurso para todas aquellas personas que nos manden una foto original con su ejemplar del libro. Los pasos son sencillos:

1) Seguir a HULEMS y a Thais Duthie en Twitter e Instagram
2) Subir la foto más original que se te ocurra en una de las redes con el hashtag #tocameelmacaron

¿El premio? Un fantástico macaron vibrador de Tokyo Design, un juguete que reseñó Thais aquí. En verano anunciaremos la ganadora. ¡Muchas suerte a todas! ¡Y no os olvidéis de contarnos qué os parece el libro!

No, buscar novia no es una moda, sorry

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Esta semana Twitter ha rescatado un artículo publicado en Cosmopolitan en 2015 al que merece la pena echarle un vistazo y, a lo mejor, reflexionar un poco sobre ciertas cosas.

“Se busca: mejor amiga que adore los brunchs, los maratones de Netflix, e ir “ahí abajo” de la otra”.

El texto entero, que se puede consultar aquí, es una oda a una nueva moda que, al parecer, se ve en las páginas de contactos: mujeres que, aún teniendo novio, o identificándose como heterosexuales, buscan a otras mujeres para hacer “cosas de chicas” como ir de tiendas, a conciertos a los que sus novios no quieren acompañarlas, y también para que les hagan cosas que sus novios no quieren… en la cama.

Hay muchos tíos para divertirse, pero quiero una amiga para hablar de mis problemas de chicos, escuchar los suyos, y después de un concierto de Britney, ir a la cama y comernoslo

“Estas mujeres heteroflexibles dicen que quieren relaciones románticas largas con hombres, se sumergen en otras con mujeres puramente por el sexo, un poco “Amigas con derecho a roce” o una aventura sáfica que esconden de su novio o marido”. También cuenta que alrededor de un 7% de las mujeres de Estados Unidos se identifica como LGBT, pero que el porcentaje de mujeres que han tenido sexo oral con otra sube hasta el 19%.

¿Cómo podemos interpretar todo esto?. Por regla general, si tienes sexo de manera habitual con una persona de tu mismo género, o buscas tenerlo, no sé yo si heterosexual es la palabra que mejor te define. Pero, además, estas mujeres con novio buscan otras mujeres para suplir las carencias que tienen en su relación sexoafectiva con ellos: no sólo es sexo, es algo más. Es, justo, lo que no puedes hacer con él.

Esto, me temo, es más complejo de lo que en un primer momento parece. Resumido, sería un poco buscar fuera de casa lo que no tienes en ella, escudándote en que “con las chicas es mas fácil”, pero sin abandonar la seguridad que de cara a la sociedad te da estar en una relación heterosexual, y lo que es mas importante todavía, sin tener que lidiar con el diálogo interno que todas las personas LGBT tenemos en algún momento, ese que comienza con la pregunta “¿Qué soy?”.

Con las chicas no hay presión

Entiendo la importancia, o más bien la poca importancia, que algunas personas dan a las etiquetas, pero creo que esto no va de etiquetas. Va de autoengaño, de bifobia, y, sobre todo, de creer que una relación con una chica, del tipo que sea, es menos válida que con un hombre. O, si o lo creeis, probad a pensar el artículo en masculino: amigos que se van a ver el fútbol y después follan, pero no son gays. ¿Lo habéis oído alguna vez? Porque yo no.

Tener una relación sexoafectiva con una mujer no es una moda. Es un vínculo igual que el que se establece en una relación heterosexual.  Es igual de complicado que con ellos, existen las mismas presiones, los mismos miedos, y las mismas alegrías. Y, por supuesto, no es para nada lo que se escribe en ese texto.

 

Cuando Poussey fue a San Junipero

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Netflix mola. Y Netflix sabe que mola. Y por eso, todavía hace cosas más molonas que la anterior cosa que ha hecho. Si la semana pasada arrancaba el aplauso unánime de todos los que veíamos su promoción de Las chicas del cable con las mujeres de Eurovision, una genialidad hecha video de tres minutos, esta semana aprovecha para hacer un crossover de dos de nuestras cosas favoritas ya no en la televisión, sino en la vida: Orange is the new black y el episodio de San Junipero de Black Mirror. Dentro video.

Además de en nuestros corazones, Poussey sigue viva en San Junipero. No me digáis que no es bonito. Quién pudiera ir a Tucker’s.

Vía: Youtube