Hay series que deberían venir con advertencia, como los cigarrillos. “Ver este contenido puede generar expectativas emocionales devastadoras” o “el siguiente personaje será asesinado de forma gratuita y lesbófoba”. En 2025, Netflix ha decidido subir Tierra de Lobos a su catálogo, y eso significa que toda una nueva generación de croquetillas va a descubrir la historia de Isabel y Cristina… y a terminar gritando al televisor (o al ordenador) con rabia.
Para quienes no la vivieron en su emisión original (allá por la prehistoria televisiva de 2010), Tierra de Lobos es una serie española de época, con bandidos, herederas rebeldes, monjas, corsés y más testosterona rural de la que cabría en una finca extremeña. Pero entre disparos y secretos familiares, surgió algo que ninguna esperábamos: una historia de amor entre dos mujeres, escrita con mimo y sutileza. Isabel y Cristina, #Crisabel para las amigas, se conocieron en el entorno más hostil posible y, contra todo pronóstico, se enamoraron. Sus escenas eran delicadas, potentes, emocionantes. Nos dieron miradas, caricias y una historia de descubrimiento tan real que muchas fans se vieron reflejadas por primera vez en la pequeña pantalla.
Y luego… la tragedia.
En la tercera temporada, Tierra de Lobos cometió uno de esos pecados imperdonables para la representación sáfica: mató a Cristina. Y lo hizo de la forma más cruel y anticlimática posible. No hubo redención, ni justicia, ni un adiós digno. Fue un borrón en la narrativa, un castigo gratuito que dejó a todas las seguidoras con la boca abierta y el corazón en ruinas. En Hay una lesbiana en mi sopa lo llamamos en su día por su nombre: lesbofobia narrativa. Porque no era solo Cristina quien moría: era una historia de amor que había significado muchísimo para muchas personas.
¿Vale la pena verla, ahora que está en Netflix? Sí. Porque Crisabel sigue siendo uno de los romances lésbicos mejor escritos que hemos tenido en la televisión española. Porque sus escenas siguen emocionando, más de una década después. Pero también porque nos recuerda lo que no queremos volver a ver: personajes queer sacrificados sin razón, amores condenados por sistema.
Así que sí, dale al play. Enamórate. Vive con ellas. Pero ten a mano pañuelos, una manta y, quizá, una amiga croqueta para gritar juntas. Porque Tierra de Lobos ha vuelto, y #Crisabel también. Pero esta vez sabemos lo que viene.
En esta casa somos muy fans de LES Editorial. Porque no solo editan libros que remueven las tripas y el pensamiento, sino que lo hacen desde un lugar radicalmente honesto, queer y poético. Nos gusta cómo desafían la norma sin pedir permiso, cómo buscan entre lo mejor y editan con las manos, cómo convierten cada colección en un refugio para lo necesario, lo incómodo, lo vital, lo romántico… todo. Si los libros pudieran abrazarte, seguro que muchos llevarían su logo. Desde que nació ha sido un referente, pero lo de esta primavera… está siendo una locura, amigas. hay para todas.
Tania Sanders lleva tiempo buscando, sin suerte, al amor de su vida. Cansada de desengaños y con el corazón blindado por el escepticismo, decide darle una última oportunidad al romance apuntándose a Corazones, una exclusiva agencia de coaching sentimental que promete ayudarla a reconducir su vida amorosa. Allí conoce a Álex, una encantadora love coach que se convierte en su guía en el arte del cortejo, enseñándole estrategias, dinámicas y trucos para conquistar, y conservar, a la mujer de sus sueños. Pero lo que empieza como un entrenamiento para encontrar pareja acaba siendo, para Tania, un viaje mucho más profundo: uno hacia su propio interior. A medida que avanza, tendrá que enfrentarse a preguntas que no tienen respuestas fáciles: ¿se puede aprender a amar?, ¿elegimos a quién amamos?, ¿hasta dónde estamos dispuestas a llegar por no estar solas?
En esta casa a Thais Duthie la queremos muchísimo y con razón. Su último libro es una joyita erótica que combina estrellas, deseo y narrativa con una elegancia que ya quisiéramos para nuestras propias vidas amorosas. Imagina una Acuario que persigue a la última hembra de leopardo de las nieves en las cumbres del Himalaya, una Géminis que descubre el placer frente a su propio reflejo o una Escorpio que guarda una mazmorra secreta bajo una discreta mercería. Sí, esto es astrología, pero no la que te lanza horóscopos vagos. Aquí los signos zodiacales cobran cuerpo, voz y piel.
En Zodíaco, Thais nos ofrece doce relatos, uno por cada signo, en los que el erotismo sáfico se desliza con suavidad, potencia y una estética que enamora. Su estilo es sensual y evocador, con un toque poético que convierte cada página en un pequeño ritual de placer literario. Si alguna vez quisiste saber cómo suena el deseo de una Libra o la intensidad carnal de una Aries, este libro te lo sirve en bandeja con toda la belleza y sin necesidad de filtros.
En esta obra de teatro deliciosa y desbordada de imaginación, la autora despliega todos los temas que le obsesionan y que, casualmente, también nos encantan a nosotras: monjas lesbianas, mundos por venir, el choque entre culturas distintas y la posibilidad de que el amor atraviese tiempo, espacio y dictaduras genéticas.
La protagonista es Benedetta, una monja barroca encerrada por la Inquisición tras ser condenada por “yacer con otra hermana”. Pero Benedetta no se queda quieta ni aún bajo castigo eterno, porque ha desarrollado un don muy particular: puede bilocarse, estar en dos lugares al mismo tiempo. Es así como llega al salón de Inés, una estudiante de teatro del año 2023. Entre escenas, cafés y dudas existenciales, las dos se embarcan en un viaje que las llevará hasta Saratovia, una prisión futurista donde acaban quienes se rebelan contra una dictadura obsesionada con la genética. Allí conocerán a Aivory, una figura clave que revelará el sentido de todos los desvaríos, desplazamientos y desastres provocados por la bilocación.
En la editorial todos lo saben: Sara y Valèria no se soportan. Una es fan del romance, la otra vive por la fantasía, y lo único en lo que coinciden es en su desprecio mutuo. Que si la Power Of Love por aquí, que si la Editora Borde por allá. Puro odio y ninguna paciencia.
Así que, cuando su jefa decide emparejarlas para un nuevo proyecto, se desata el drama. Sara está decidida a que el encargo salga perfecto, pero primero tiene que librarse de Valèria. Y Valèria… bueno, tampoco está entusiasmada con la idea de compartir teclado y espacio vital con la reina de los finales felices.
Lo que empieza con sabotajes y pullas se convierte en una guerra abierta. Pero si no quieren perder el proyecto, no les queda otra que pactar una tregua. A veces, los enemigos más fieros esconden los giros más inesperados. ¿Será este el principio del fin o el arranque de algo mucho más jugoso que una enemistad laboral? VIVAN LOS ENEMIES TO LOVERS.
Desde hace un par de días, las redes están en ebullición con un rumor que ha sacudido los cimientos del universo sáfico: ¿Sofia Carson será la encargada de dar vida a Evelyn Hugo en la esperadísima adaptación de Los siete maridos de Evelyn Hugo? ¿Y Hannah Dodd a Celia St. James? Antes de que entres en pánico o empieces a hacer tu fanart, respira hondo: no hay nada confirmado. Repito, nada.
Todo comenzó, cómo no, con un TikTok que se viralizó en cuestión de horas, asegurando que Carson y Dodd estaban ya en el reparto. La web J-14 recogió el bulo y añadió más leña al fuego. Pero por ahora ni Netflix ni las actrices han abierto la boca. Ningún comunicado, ningún teaser, ni siquiera un guiño en Instagram. Silencio total.
Entonces, ¿de dónde sale la teoría? Pues de que Sofia Carson ya ha trabajado con Netflix en películas como Purple Hearts, y su nombre suena con fuerza por eso mismo: ya está dentro de la órbita de la plataforma. Pero una cosa es que sea una de sus actrices habituales y otra que le hayan confiado el papel de una de las divas literarias más icónicas del colectivo LGBTQ+.
La novela de Taylor Jenkins Reid ha sido devorada por lectoras de todo el mundo, que no solo quieren ver a Evelyn Hugo en pantalla, sino que necesitan que esté bien interpretada. Que no sea solo una cara bonita, sino una mujer de matices, ambición, sensualidad y contradicciones. Y claro, si los rumores son ciertos, la elección de Carson ha dividido a las fans. Algunas aplauden la elección, otras ya están preparando hilos para demostrar que no es la indicada.
Lo único cierto es que Netflix tiene previsto hacer una presentación a finales de este mes, y se espera que ahí sí sepamos con certeza quiénes serán las elegidas para interpretar a Evelyn y Celia. Hasta entonces, todo lo que circula son suposiciones, deseos y un poquito de histeria colectiva, como debe ser.
Así que calma. No hay que prender fuego a Twitter todavía. Esperemos a ver qué tiene que decir Netflix, y entonces, si hace falta, ya sacamos las pancartas. O las copas de champán. O las dos.
Años, aaaaaaaños nos hemos pegado recordando la temporada en la que esperábamos fortísimo que el subtexto lésbico de Pitch perfect pasase al texto, y parece que la película nos sigue dando satisfacciones en la vida real, aunque del modo más inesperado. Resulta que en uno de esos videos para TikTok en el que preguntan cosas a la gente por la calle han cazado a la actriz Anna Camp (la de los vómitos nerviosos y la obsesión por la perfección) junto a la que, a todas luces, parece ser su novia. ¿Y cómo lo sabemos? Porque le han preguntado que qué espera de un chico en la primera cita y ella, ni corta ni perezosa, ha respondido “I don’t expect anything [from a guy on the first date], not anymore, because I like women and it’s great” (no espero nada de un tío en la primera cita, ya no, porque me gustan las mujeres y es genial.
Internet ha hecho los deberes y ha descubierto que su acompañante es Jade Whipkey, una joven de 24 años (Camp tiene 42) que trabaja en el mundo audiovisual. Hay varias fotos de las dos juntas y, la verdad, poco más. Pero con esto podemos ya trabajar. ¿Es esto una confirmación oficial? No. ¿Es suficiente para que nuestro radar sáfico se dispare como la alarma de un microondas? Absolutamente. No sabemos si se trata de una pareja consolidada, de un romance fugaz o de un “estamos fluyendo”, pero ver a Anna tan relajada, tan feliz y tan queer-coded nos ha dado justo el contenido que necesitábamos para sobrevivir una semana más.
La actriz estuvo casada con Skylar Astin, su compañero de reparto en Pitch Perfect. Desde su divorcio en 2019, había mantenido un perfil sentimental bastante discreto… hasta ahora. Porque una cosa es no confirmar nada, y otra muy distinta es soltar esa frase bomba como quien comenta que ha cambiado de champú. ¿Lo damos por suficiente? Lo damos por suficiente.
Otras trama sáfica a la papelera. No hay forma elegante de decirlo: Netflix ha decidido cancelar Manual para señoritas y nos ha dejado colgadas. Así, sin avisar y con un elegante portazo, la plataforma ha confirmado que no habrá segunda temporada. ¿El resultado? Nos quedamos sin ver cómo evoluciona a relación entre Josefina (interpretada por Paula Usero) y Esther (Candela Pradas), que por fin nos regalaba una trama sáfica con carácter, plumas, y bastante menos cliché de lo habitual.
La serie, ambientada a principios del siglo XX, tenía todos los ingredientes para hacernos felices: conspiraciones, feminismo encorsetado, unas localizaciones super chulas, y sí, una historia lésbica que no estaba solo para el adorno. Paula Usero, como siempre, dándolo todo, y nosotras dispuestas a seguirla hasta el final. Pero no. Fin del viaje.
Lo más triste es que ya empieza a sonar a disco rayado: las pocas historias sáficas, casi siempre secundarias, que logran colarse en el mainstream terminan canceladas antes de despegar. Y una se pregunta si el algoritmo tiene algún tipo de alergia a las mujeres que no suspiran por hombres. Esta vez, la cancelación se debe a los ajustes que está haciendo Netflix en el apartado de producción. Las series de época son caras, bastante más caras que las que se desarrollan en la actualidad. Y si hay que empezar a pasar la tijera (ejem), son las primeras en caer.
En fin. Nos queda el consuelo de que, aunque breve, lo que vimos entre Leonor y Candela fue bonito, fue potente y nos recordó que todavía hay historias que merecen ser contadas y que nos merecemos (y nos gusta) ver. Lástima que Netflix no opine lo mismo.
Biird es una marca refrescante, llena de color y de diseños que escapan de lo de siempre. En su colección de productos más populares se encuentran los succionadores como Namii, masajeadores externos como Evii o los dildos de la colección Elements como Kalii. Sin embargo, el catálogo de esta marca esconde otras joyas que, tal vez, llaman menos la atención a simple vista… pero a las que también vale la pena conocer. En esta ocasión quiero hablarte sobre Surii, un dildo pensado para una penetración suave y profunda… y perfecto para seguir disfrutando del placer hasta en un apagón.
Los dildos son un recurso perfecto para disfrutar de la estimulación interna, sobre todo de la zona G. A pesar de que la mayoría de las terminaciones nerviosas de nuestros genitales se concentran en el clítoris, siguen estando presentes en el resto de zonas y explorarlas puede ser una forma de redescubrir nuestro placer, sobre todo si de forma habitual solemos dedicar más atención a la estimulación externa.
Existen dildos de diferentes materiales, formas y texturas. Surii está fabricado en silicona respetuosa con el cuerpo, tiene una forma ligeramente curvada y una textura lisa. Es un juguete de aspecto sencillo y minimalista, pero esconde varias características que hacen de él un producto muy completo. Por ejemplo, aunque se mantiene firme, es suave y flexible y podemos ir guiándolo en nuestro interior con facilidad.
Además, tiene una punta curvada y proporcionada ideal por dos motivos. El primero, facilita mucho la inserción y la hace agradable y fluida. Esto me parece especialmente relevante para personas que sientan molestias al inicio de la penetración relacionadas con alguna patología (como es el caso de la endometriosis). La punta no es demasiado gruesa y entra con facilidad, se desliza suavemente hasta llegar al lugar indicado. El segundo, estimula la zona G con precisión y gentileza gracias a su forma redondeada, que puede ser muy placentero.
Los usos que podemos darle a Surii, por tanto, se centran en la penetración, aunque no solo. Podemos usar la punta para estimular nuestro clítoris con movimientos circulares suaves o jugar en la entrada de nuestra vagina, donde también se ubican varios puntos agradables y puede ser una manera diferente de masturbarnos o masturbar a nuestra pareja.
Pero todavía hay más, porque este dildo tiene una base ancha de tipo ventosa que permite, por un lado, colocarlo en una superficie lisa (tanto horizontal como vertical) para disfrutar de una penetración en modo manos libres. Y, por el otro, utilizarlo en cualquier arnés universal, ya que su base es perfecta para ello en cuanto a dimensiones y forma. Asimismo, es apto para uso vaginal y anal por su base ancha, solo debemos tener en cuenta algunas medidas de higiene, como no compartirlo, usar preservativo o limpiarlo al cambiar de zona. En definitiva: perfecto para un uso en solitario y también en pareja.
Sea cual sea el uso que tengas pensado darle a Surii, te recomiendo que utilices un lubricante de base agua. Reducirá la fricción en la penetración, lo cual también ayuda a cuidar de tu vulva y tu vagina durante el sexo. Debido a su material, en este caso es muy importante evitar lubricantes de silicona.
Lo bueno de los juguetes que no tienen motor es que no necesitamos preocuparnos por las pilas ni la batería… por eso son aptos hasta en apagones de varias horas. Siempre están listos para complacernos, incluso en la ducha o en la bañera (eso sí, mejor cuando tengamos luz). Y un detalle: son compatibles con juguetes externos, como los que te he mencionado más arriba de Biird u otros que ya tengas. A la mayoría de las personas con vulva nos hace falta algo de estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo, ya sea sexo oral, masturbación con los dedos o con un vibrador. En este sentido, podemos utilizar ambos perfectamente y disfrutar de un orgasmo intenso y profundo.
Como comentaba más arriba, la punta está proporcionada con el resto del juguete, a diferencia de otros dildos que suelen tenerla más ancha. De hecho, tiene unas medidas adecuadas como primer dildo o para poder utilizarlo también de manera anal si estamos empezando. Tiene un ancho que va de los 2,5 cm a los 3,5 cm y un largo insertable de 15,5 cm.
Al igual que con cualquier otro juguete erótico, la limpieza es fundamental, tanto antes como después de utilizarlo. Podemos lavarlo con agua y jabón neutro o con un limpiador de juguetes.
En cuanto al packaging, es uno de los fuertes de Biird. Y Surii no se queda atrás: viene en una caja en forma de tubo con el azul corporativo que caracteriza a la marca y esos detalles en plateado holográfico que reflejan la luz. Una vez abrimos la caja, el dildo viene en una bolsa de terciopelo azul ideal para guardarlo o transportarlo.
Finalmente, Surii tiene un precio superaccesible: no llega a los 30 € y está cuidado al detalle. Esto lo convierte en una opción estupenda tanto como para regalarnos un instrumento de placer como para regalárselo a otra persona.
En resumen: Surii es un dildo de silicona sencillo pero muy completo perfecto para una penetración suave y gentil. Su forma curva, su flexibilidad y su base de ventosa son clave para que nos ofrezca versatilidad y muchas maneras de utilizarlo. Sin duda, el dildo más acertado para principiantes o para quienes quieran disfrutar de una penetración slow, a solas o en pareja.
Si eres parte del club de lectoras que lloró, gritó y lanzó el libro contra la pared tras terminar Los siete maridos de Evelyn Hugo, seguramente también llevas años esperando su adaptación como quien espera a una ex que “va a cambiar”. Spoiler: Netflix la tiene en sus manos, y eso nos hace sentir entre la emoción y el terror, como en una cita con alguien que todavía sigue a su ex en Instagram y le manda fueguitos a las stories. Pero vamos por partes.
La novela de Taylor Jenkins Reid fue comprada por Netflix en 2022, y desde entonces, el desarrollo ha sido más lento que el hablarle a una chica a la que ves sábado tras sábado en tu taller de alfarería. En 2025 por fin se ha movido el tablero y ya tenemos directora nueva: Maggie Betts. Si te suena, es porque estuvo detrás de Novitiate, un drama sobre monjas que también tenía tensión sexual no resuelta (¿casualidad? No lo creo). Betts reemplaza a Leslye Headland (Russian Doll), quien abandonó el barco, y por ahora parece que el timón está firme.
El guion corre a cargo de Liz Tigelaar, conocida por Little Fires Everywhere, serie que supo retratar con bastante destreza conflictos emocionales y maternidades complicadas. Así que sí, confiamos en que sabrá manejar los fuegos cruzados entre Evelyn y Celia, que, no nos engañemos, es el centro de la historia.
Aquí entra el terreno de las apuestas, rumores y sueños húmedos de la comunidad sáfica. Ana de Armas dijo públicamente que estaría interesada. Y claro, tiene el look, el talento y la capacidad de sostener un personaje con la intensidad emocional que Evelyn exige. Por otro lado, Eiza González también levantó la mano, y con el respaldo nada menos que de Natalie Portman, que opinó que sería perfecta para el papel.
En cuanto a Celia St. James, el fandom casi canonizó a Jessica Chastain para el rol. Pero ella misma se encargó de romper corazones al decir que no está interesada. Así que el casting sigue abierto, y los fancasts están que arden. ¿Florence Pugh? ¿Sadie Sink? ¿Una actriz desconocida que lo parta en dos con una sola mirada? Firmamos donde sea.
La película todavía no tiene fecha de estreno, ni tráiler, ni fotos de rodaje, ni absolutamente nada visual para alimentar nuestra ansiedad, aunque sabemos que a partir del 2 de junio se empìeza a mover ficha. Pero sabemos que Taylor Jenkins Reid está involucrada como productora ejecutiva, lo que tranquiliza un poco. Al menos sabemos que alguien en la sala de decisiones realmente quiere honrar el legado de Evelyn (y el amor sáfico con estilo, glamour y trauma incluido).
Por ahora solo nos queda esperar, especular y soñar con una adaptación que no borre, suavice o minimice lo que hizo grande a este libro: una historia de amor entre dos mujeres contada con toda la fuerza de un huracán con vestido verde esmeralda. Evelyn no se merece menos. Nosotras tampoco.
Buenas noticias para quienes llevan, LLEVAMOS, años esperando ver a Evelyn Hugo cobrar vida en pantalla. Según ha informado la cuenta de Instagram Lesbocine, la producción de la película basada en la exitosa novela Los siete maridos de Evelyn Hugo comenzará este mes de junio. Después de meses de rumores, especulaciones y silencios, sobre todo silencios, por parte de Netflix, parece que la adaptación al fin echa a andar.
Como seguramente sabrás, la historia, escrita por Taylor Jenkins Reid, se centra en una actriz ficticia del Hollywood dorado que decide contar su verdad en una entrevista exclusiva al final de su vida. Lo que en principio parece un repaso a sus matrimonios con siete hombres distintos se convierte en una confesión sobre su gran historia de amor, que no es precisamente la que el público espera. Evelyn Hugo es compleja, brillante, contradictoria y, sobre todo, inolvidable.
Desde que se anunció la compra de derechos, los fans han estado pendientes de cada mínimo avance. Aún no hay confirmación oficial sobre el reparto, aunque en redes ya se ha debatido largo y tendido sobre quién debería interpretar a Evelyn y a Celia St. James, su gran amor. Lo que está claro es que hay muchas expectativas puestas en esta película, especialmente entre el público que espera una representación sáfica cuidada y a la altura del material original.
Con la producción programada para arrancar en unas semanas, es probable que durante los próximos meses empecemos a conocer detalles concretos del elenco y del equipo técnico. Mientras tanto, la noticia ha devuelto la ilusión a quienes llevan tiempo esperando ver una historia de amor entre mujeres tratada con la sensibilidad y la ambición que merece.
¿Estás lista para volver a llorar con Evelyn Jo, no he estado tan nerviosa en días (y eso que esta semana ha habido un apagón)
UPDATE: Evelyn Hugo updates también lo da por bueno:
🚨According to ProductionList The Seven Husbands of Evelyn Hugo will start FILMING June 2nd of 2025 🚨 pic.twitter.com/VqO2IjK4TC
Hay una cosa que une a las lesbianas, los escaladores y las abuelas que hacen senderismo por el monte de al lado de tu pueblo y no es el amor por la naturaleza precisamente. Es el mosquetón. Ese pequeño enganche metálico que sirve para colgar llaves, sujetar cantimploras o salvarte de una muerte segura en una pared vertical de granito. Pero en nuestro caso, tiene una historia un poquito más queer de lo que imaginabas.
Si te has fijado, hay una tendencia, sobre todo en ambientes bolleros, de llevar mosquetones colgando del pantaló. Y aunque hoy es más bien un guiño estético o un meme viviente dentro de la cultura lésbica, su origen es bastante más práctico. Y feminista.
Todo empieza en las fábricas estadounidenses de los años 50. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, muchas mujeres que habían entrado a trabajar en sectores industriales para reemplazar a los hombres que estaban en el frente decidieron que no iban a volver a los confines de la cocina tan fácilmente. Se habían acostumbrado a trabajar con herramientas, a tener salarios propios, a vestir con ropa funcional. Y con eso vino una estética particular: cinturones con bolsillos, pantalones resistentes y accesorios como los mosquetones. Servían para sujetar linternas, llevar herramientas o enganchar lo que hiciera falta. Eran prácticos y visibles. Y sin quererlo, se convirtieron en un símbolo.
Las mujeres que decidieron mantener esa estética no solían encajar en la imagen que vendía la televisión de la esposa rubia, sumisa y perfectamente peinada que te preparaba un pastel mientras esperaba al marido. Muchas de ellas, además, se relacionaban afectivamente con otras mujeres, en un mundo en el que eso todavía no tenía un nombre muy claro, pero sí muchas consecuencias sociales. El mosquetón era parte de un uniforme no oficial. Un detalle que las hacía reconocibles entre sí en los lugares de trabajo, en los bares, en los talleres mecánicos. Una especie de bandera sin tela.
Décadas más tarde, cuando la cultura queer empezó a desarrollar su propio lenguaje visual, los mosquetones reaparecieron como una especie de reliquia de esa historia compartida. En los años 70 y 80, en ciudades como San Francisco o Nueva York, muchas lesbianas los usaban para comunicarse sin decir una palabra. Igual que los hombres gays tenían el código de los pañuelos, en la comunidad bollera se hablaba de qué lado del pantalón llevabas el mosquetón. Si lo llevabas a la izquierda eras más bien de tomar la iniciativa. Si lo llevabas a la derecha, dejabas que te llevaran. Spoiler: muchas lo llevaban a ambos lados por si acaso.
Hoy, en pleno 2025, nadie va a interpretar automáticamente que eres lesbiana por llevar un mosquetón. Bueno, casi nadie. Pero sigue siendo un símbolo que nos hace sonreír a quienes lo reconocemos. Es una manera de decir “estoy aquí” sin decirlo en voz alta. Es práctico, sí, pero también es historia. Es cultura pop croqueta comprimida en un enganche metálico.
Y si no nos crees, date una vuelta por un festival lésbico al aire libre. Verás más mosquetones que en un catálogo de escalada. Algunas llevarán llaves, otras gorras, otras nada en absoluto. Pero todos contarán una historia. De resistencia. De trabajo. De identidad. De amor entre mujeres que se atrevieron a vivir fuera del molde. Y de paso, oye, te cuelgas la botella de agua y no te deshidrats en el camino.
LELO es una marca sueca conocida, sobre todo, por su juguetería de lujo. A pesar de que dispone de un lubricante simple pero efectivo de base agua y un par de velas de masaje, podríamos decir que ha sido ahora cuando ha hecho su primera incursión en la cosmética erótica. Los juguetes de LELO son instrumentos de placer exquisitos, pero la combinación con un elixir de placer puede llegar a ser muy poderosa. Te presento el complemento perfecto: el Pleasure Enhancing Serum.
Este producto es un gel estimulante para el clítoris diseñado para hacer más intensos y duraderos nuestros momentos de placer. Para ello, cuenta con una fórmula segura para el cuerpo, vegana y libre de crueldad animal que encontramos en este encantador frasquito de cristal.
A pesar de su apariencia elegante y coqueta, este sérum esconde una gran eficacia. Está presentado en un envase rosa y cuadrado de esquinas redondeadas e incluye un dosificador que nos ofrece la cantidad adecuada de producto, más o menos el tamaño de un guisante pequeño. Tiene un aroma fresco y mentolado, y una textura fluida que nos permite colocarlo donde deseamos. Basta con aplicarlo en el clítoris para empezar a sentir sus efectos de manera inmediata: un frescor abrasador que empieza a extenderse por nuestro centro de placer.
Y es que está creado con varios ingredientes clave, entre los que quiero destacar tres. Por un lado, el mentol y un compuesto derivado de la vainilla, que nos aportan el frescor y la sensación de calor respectivamente. Luego está el más importante: la l-arginina. Se trata de un aminoácido que potencia la producción de óxido nítrico en la zona en la que lo aplicamos.
En este caso, al utilizarlo en el clítoris mejora la circulación sanguínea, y recordemos que se trata de un área repleta de terminaciones nerviosas que están más receptivas a este cambio. Este aumento en el flujo sanguíneo aumenta la sensibilidad y la sensación de calor y puede contribuir a incrementar la lubricación natural. En pocas palabras: mayor circulación sanguínea es sinónimo de más placer.
Los efectos que experimentamos con este sérum son, por tanto, cosquilleo y sensación de calor. A nivel corporal, estaremos más receptives a cualquier roce en el clítoris o en la vulva, ya sea provocado por nosotres mismes, por otra persona o por un juguete erótico. Hace que cualquier tipo de estímulo se amplifique, lo cual contribuye a guiarnos hacia un orgasmo intenso y duradero.
El sérum actúa de esta manera alrededor de 20 minutos y, aunque después empieza a menguar el efecto calor, la zona en la que lo hemos aplicado todavía permanece sensible y más predispuesta al placer. Aun así, se puede volver a aplicar el producto para recuperar el cosquilleo abrasador.
En comparación con otros estimuladores para el clítoris similares, el efecto de este sérum potenciador del placer es intenso pero controlado. El cosquilleo es sutil y muy distinto al de un vibrador líquido, aunque el mentol juega un papel fundamental para mantener la sensación estimulante.
A este sérum podemos darle usos de todo tipo. Podemos disfrutar en solitario y con la ayuda de nuestras manos, ponernos una gota y salir a la calle mientras aparentamos normalidad, sentir las caricias de nuestra pareja con más intensidad o mientras penetramos con un arnés o vivir un orgasmo explosivo junto a nuestro juguete erótico favorito, ya que es compatible con ellos.
El Pleasure Enhancing Serum está diseñado únicamente para uso externo y vaginal (no para otras zonas del cuerpo). En contacto directo con otros genitales, el producto puede transferirse y extender los efectos. A pesar de que es un producto creado para personas con vulva, uno de los beneficios de la l-arginina en las personas con pene es que puede favorecer la erección.
El producto está presentado en un envase de 15 ml y tiene una duración de 6 meses desde su primer uso. Al utilizar tan solo una pequeña cantidad de sérum, podemos disfrutar de un botecito durante mucho tiempo. Asimismo, viene en una caja de cartón negra con el logotipo de la marca y el listado de ingredientes.
En cuanto al precio, tiene un coste superior a otros productos similares. Hay que destacar, no obstante, el envase de cristal, que contribuye a una mejor conservación, y la cantidad, que es más generosa que en las presentaciones de otros sérums.
En definitiva: si quieres rendirte a un placer intenso y abrasador, el Pleasure Enhancing Serum de LELO es el complemento ideal para que disfrutes de orgasmos duraderos y potentes. Su textura es fluida y agradable y la sensación cálida y cosquilleante es perfecta para sentir cada estímulo con mayor intensidad.