En cuanto se desveló la portada de Vanity Fair en la que Caitlyn Jenner se presentaba al mundo, muchas de las personas más conocidas del mundo, como por ejemplo Ellen DeGeneres, corrieron a mostrar en Twitter su cariño y su apoyo a la ex-olímpica por el gran, el inmenso paso para ella y para el mundo que acababa de dar. Nunca antes una famosa de tal calado había abierto la ventana de su casa y gritado a los cuatro vientos “Soy transgénero, aquí estoy, y voy a empezar a vivir mi vida como yo quiera”. Un paso muy, muy valiente, y que seguro servirá de inspiración para mucha personas que estén en su situación.
Ya conocemos a Caitlyn Jenner, anteriormente conocida como Bruce Jenner. Caitlyn ha elegido la portada de Vanity Fair como medio para presentarse en publico, fotografiada nada más y nada menos que por Anne Leitbovitz, y con un titular que deja muy claras sus intenciones: Llámame Caitlyn. En la entrevista que concedió hace unos meses, en la que Jenner dio a conocer su proceso, declaró que por aquel entonces todavía conservaba su nombre, y prefería que se dirigieran a la que hoy es Caitlyn con pronombre masculino, pero parece que ese tiempo ya pasó.
En la entrevista interior, cuenta que “Bruce siempre tenía que mentir. Siempre estuvo viviendo una mentira. Todos los días, él tenía un secreto, de la noche a la mañana. Caitlyn no tiene secretos. Tan pronto como salga la revista, soy libre”, y también que “Si estuviera en mi lecho de muerte guardando este secreto y no habiendo hecho nada para remediarlo estaría pensando que eché a perder toda mi vida”. La importancia de ser una misma.
Caitlyn, que ya declaró que se seguía sintiendo atraída por las mujeres se identifica como lesbiana, tiene el apoyo de su ex mujer y de todas las Kardashians. Siendo la única de la familia cuyo nombre no empieza por K… ¿Habrá provocado un cisma por esto?
En las clases de Sociología siempre te enseñan que las personas se casan con gente que tienen cerca, que forman parte de su círculo próximo. Más allá de intereses compartidos, lo que importa es que se han conocido y han permanecido juntos. Por eso no es tan raro que mejores amigos, y amigas en este caso, se enamoren. Cuando pasas tanto tiempo con alguien, ¿cómo no caer rendida a sus pies? A Zolita, una jovencísima cantante estadounidense, le ha sucedido esto mismo: Se ha enamorado de su mejor amiga. Y lo mejor es que es correspondido.
La cantante, que escribió su primera canción a los siete años cuando su madre la obligó a comer brócoli, es también la directora del video, del que no hace falta comentar mucho, porque lo que hay es lo que ves: Una pareja de enamoradas haciendo cosas de enamoradas. Zolita anunció el lanzamiento de su EP para el 20 de abril, pero no se supo más de él, asi que lo esperamos con ganas. Mientras, pondremos Explosion en bucle, porque realmente nos ha atrapado.
Antena 3 ha acertado apostando por la ficción carcelaria. Los número hablan por si solos: ha tratado de tú a tú a La que se avecina, líder absoluta de audiencia, los lunes que se emitió, y sólo ha sucumbido ante la todopoderosa Mediaset, al cambiar el día de emisión y competir los jueves con Supervivientes. Parece que la solidez de la serie ha convencido a audiencia y la cadena ha encargado una segunda temporada de Vis a vis, así que tendremos Macarena para rato.
Mientras, veremos si todas las tramas que se han ido desarrollando esta temporada tienen una conclusión. Tenemos, por un lado, a Macarena y su duro día a día en la prisión de Cruz del Sur, con Anabel acosándola continuamente, Zulema cambiando de parecer como una veleta, y un médico empeñado en ser el ser más desagradable sobre la faz de la tierra. Fuera de los muros de la cárcel, su familia se ve amenazada por El Egipcio, el novio de Zulema, pero el padre de Macarena no tiene pinta de achantarse. Pero la cuestión que me reconcome, más profundamente que ninguna otra, es ¿Qué pasa con el tensiómetro? ¿Nos van a decir en algún momento por qué Carlos Hipólito guarda el tensiómetro en el garaje? ¿Es esta la pieza fundamental de la serie? ¿Nos lo contarán en la segunda temporada?
Ayer noche se entregaron los Peabody Awards, premios que se vienen entregando desde 1941 a la excelencia de emisiones de radio o televisión en Estados Unidos. ¿Tienen algo que ver con Helena Peabody, la rica heredera/atractiva fugitiva de The L word? No lo sabemos, pero para honrarla, vamos a poner una imagen de ella en esta entrada.
El caso, que una de las premiadas anoche en los Premios fue Amy Schumer, que para quienes no la conozcais es una humorista super famosa en Estados Unidos, muy conocida sobre todo por su total falta de corrección política, y que en su show Inside Amy Schumer hace bromas y sketches sobre temas espinosos, como la violación, y el racismo. Uno de los más conocidos es este, con Tina Fey, Patricia Arquette y Julia Louis-Dreyfus celebrando el último día follable de Julia, el último día en que se la va a considerar una mujer atractiva según los cánones sociales. Humor adulto.
Tina Fey fue la encargada de entregarle el premio, y se deshizo en halagos hacia Amy, diciendo de ella cosas como “Amy Schumer lo está petando, como les gusta decir a los agentes. Normalmente mienten, pero en este caso es verdad. Amy lo está petando. Es lo más en comedia ahora mismo”
Y Fey siguió: “Yo quería venir aquí esta noche y hacer como Madonna, tratar de alimentarme de su juventud, y quizás succionar su alma con un extraño y preparado beso lésbico” Y eso es lo que hizo:
¿No os encanta cuando uno de vuestros ídolos, como es el caso de Tina Fey, se pasa aunque sea por unos segundos al lado croqueta de la vida, con una persona tan genial como Amy Schumer? A veces la vida es maravillosa.
Dentro del inmenso catálogo de películas que podemos ver cuando nos sentamos un sábado tarde delante del televisor, encontramos principalmente dos grupos: Las buenas y las malas. Esto es un hecho. El Padrino es buena. El Padrino III es mala. El Caballero Oscuro es buena. Batman y Robin es mala. No hace falta ser Carlos Boyero para diferenciarlas, simplemente poner un poco de atención, y medir cuanto se nos levanta la ceja al ver determinadas escenas. Después de esto, podemos valorar y defender una película mala. “Pues es que a mi me gusta”. Estupendo, para gustos los colores. Bandaged, sin embargo, estoy bastante segura de, aparte de que es malísima, no ha gustado a nadie. Es imposible que haya alguna persona sobre la faz de la tierra que la disfrute.
La premisa de la cinta pinta… pues bueno, mejor que el resultado, la verdad: Tras la muerte de su esposa, Arthur, que es cirujano, encierra a su hija en casa, como prevención de accidentes que lo dejen solo y desamparado en la vida. Lucille, que así se llama su descendiente, empieza a encontrar desesperante aquello de relacionarse solamente con su equilibrado padre y con su tía, que debe tener a ojo de buen cubero unos ciento veinticinco años, y se intenta suicidar, sin éxito. Lo único que consigue es quemarse un poquito la cara, ocasión que aprovecha su padre (¿he dicho ya que está super bien de la cabeza?) para hacerle unos arreglillos y dejarla con el rostro de su difunta madre. Nada enfermizo, lo típico de todas las casas.
Para cuidar a su hija en su convalecencia, Arthur contrata a Joan Genova, una enfermera muy dispuesta, que oculta un secretillo de nada, su afición por practicar eutanasias con, por lo que parece, cada enfermo al que cuida. Entre ella y Lucille surge una atracción fatal y las dos se enamoran. En el colegio de enfermería seguro que le han dado algún premio o algo: cuando no mata a sus pacientes, se enrolla con ellos. Además, cuidarla tampoco la cuida mucho, porque no le deja que le cambie el vendaje, los kilos y kilos de vendas que lleva, para que no vea su cara quemada. No sé, para eso tampoco hacía falta una enfermera.
La escena culminante del romance llega cuando Lucille ya tiene los injertos de la piel de la cara medio bien, y se lanza cual pequeña tigresa sobre la enfermera. Estoy bastante segura de que no he visto un beso tan desagradable NUNCA, y me estoy acordando de la parodia del beso que hicieron de Crueles intenciones, con una anciana de 93 años. Es horrible. Es feo de ver. Pero la cosa no acaba ahí: Conforme la enfermera anda husmeando por la entrepierna de Lucille, a ésta SE LE CAE la piel de la cara porque no le llega el riego sanguíneo. ¿Donde tenías la sangre, Lucille? Ay…
El injerto que habito
Después de este despropósito de escena, en el cual no sabes si reir, llorar, excitarte, ponerte el documental de La Dos, o apagar el ordenador de golpe, como si estuvieras haciendo algo malo, las dos siguen con su vida, previa extracción de piel de la pierna de la enfermera para ponérselo a su amada en la cara. Aunque me quede en silla de ruedas, tu cutis estará perfecto, cariño. ¿Creías que era suficiente drama? No, amiga croqueta. La tía de ciento veinticinco años las encuentra besándose, casi le da un parrús de la impresión, y el padre despide a la enfermera. Que mi hija sea un engendro médico sí, pero bollera no, que a ver que van a decir los vecinos. Como colofón a la nada rocambolesca historia, la hija hace un Lost and Delirious y se tira por la ventana. Títulos de crédito.
Bandaged es una de esas películas que sólo te provocan una sensación: Alucine. Todo el rato. Es tarea casi imposible conectar con los personajes, porque el nivel de locura que tienen todos es digno de admirar, pero sin embargo tampoco funciona como película de terror, porque a pesar de la historia de base,. que daría para hacer una buena película, las interpretaciones (sospecho que el que sean alemanes hablando en inglés tiene mucho que ver) y la dirección dejan bastante que desear. El horror hecho película, pero un horror que me temo que no era el que la directora quería mostrar.
Hoy va de policías la cosa: De la agente del FBI Samantha Spade y de la Detective Carrie Wells. O, de lo que es lo mismo, de la actriz Poppy Montgomery, quien dio vida a las dos, la primera en la teleserie Sin rastro, y la segunda en Imborrable.
La actriz, de 42 años, tiene una larga y dilatada carrera en la televisión, que dio comienzo en la serie australiana Relativity, cuna de muchos de los actores más conocidos del continente, como por ejemplo Lisa Edelstein. Pero no la hemos traído hasta esta sección por su curriculum, sino por su larga melena pelirroja.
¿A quien no le dan ganas de hundir la mano en su pelo y quedarse ahí a vivir? Poppy es, por derecho propio, nuestra pelirroja de la semana. Recordad que podéis mandarnos vuestras sugerencias de mujeres con tonalidades de cabello diversas.
Echando la vista atrás, muchas de las películas que más me han hecho disfrutar están protagonizadas por Susan Sarandon: The Rocky Horror Picture Show, Las brujas de Eastwick, Thelma y Louise o la muy, muy MUY croqueta The Hunger, junto a Catherine Deneuve. La actriz tiene una carrera impresionante, y es, sin duda, una de las grandes de Hollywood. En 2009 acabó su relación con Tim Robbins, con el que tiene dos hijos en común, y parece que Susan no tendría problema en salir, por ejemplo, contigo, amiga croqueta. En su visita de ayer a The View dejó caer que tiene las miras muy amplias.
No estoy buscando el amor, pero si aparece una persona, estoy abierta a la edad, el color, incluso el género. Estoy abierta. Esto incrementa tus opciones, ¿a que si?
A mi lo que me extraña es que Susan no tenga cola en la puerta de casa para salir con ella, pero de cualquier modo, aplausito para Sarandon. Por supuesto, ahora muchas amargadas alzan sus voces diciendo “claro, Susan, ahora, con casi 70 años, ¿por qué no has salido con mujeres antes?” Hombre, pues se me ocurre que, quizá, porque tenía una relación estable con Tim, y a lo mejor, y ejerzo de abogado del diablo, pues no lo quería engañar. Imagínate.
Necesito el feminismo porque pretendo casarme rica, y no puedo hacerlo si mi mujer y yo ganamos 75 céntimos por cada dólar que gana un hombre
Internet es fascinante. Una chica de California hace un chiste en su anuario, y yo, que estoy en España, me entero casi al instante. ¡Magia, brujería! El caso es que Caitlyn Cannon, recién graduada del Oak Hills High School de California, ha roto internet con el chiste con el que se describió en su anuario. Ya sabéis que en Estados Unidos son muy fans de hacer este tipo de cosas: Que si prom dance en la que alguien echa licor en el ponche, que si la ceremonia de la toga, que si el anuario, esa cosa que nadie quiere organizar pero a todos les encanta salir (¿Habéis visto Election?) y poner su frase favorita. Caitlin explica al Huff Post el motivo de su broma.
Estaba cansada de ver siempre las mismas frases de libros populares, o películas o autores, y yo quería llamar la atención sobre un problema al que se enfrentan las mujeres. Nunca me he avergonzado de decir que soy gay, así que el aspecto LGBT era siempre quien yo soy
La foto ha dado la vuelta al mundo: El tuit original lleva más de 9000 retuits, y lo que le queda, y Caitlin se ha convertido en nuestra persona favorita de la semana. Cómo nos gustan estas cosas.
Empezamos la entrada de hoy con una de las preguntas más frecuentes que a las personas transexuales más les hacen cuando salen del armario. Y es que con todo este lío de Bruce Jenner -vamos a asumir que sabéis quién es y si no, ahora os explicamos-, nos hemos dado cuenta de que la gente sigue confundiendo, por costumbre o porque no sabe cómo referirse a la persona, los pronombres utilizados hacia las personas transexuales.
A todas las personas transexuales les pasa una de las cosas que resultan más desgastantes y, no diremos molestas, pero sí que generan impotencia es seguir llamando “él” a una mujer transexual o “ella” a un hombre transexual. Está más que claro que al principio de reconocerte como hombre transexual o mujer transexual, es un poco complicado que toda la gente importante para ti comience a tratarte con el género con el que te identificas. Y os diremos una cosa: no se les pone una pistola en la cabeza para que lo hagan, – aunque bueno si pasan 5 años y aún no lo hacen, pues ya nos lo pensamos-.
Y ahora, para quien no conozca a Bruce Jenner, le presentamos. Bruce es el famosísimo padrastro de las Kardashians. Sí, sí, el archiconocido atleta. Pues hace unos meses se hizo visible como mujer transexual en una entrevista, que os enlazamos por que no tiene desperdicio, ¡y menuda revolución para la comunidad LGBT+! Con esto queremos decir que al salir del armario y decir que es una mujer, debemos empezar a tratarle con los pronombres adecuados. No sabemos la de veces que habremos escuchado la pregunta de “Pero tú ¿cómo quieres que te trate?“.
Aunque a veces nos resulte altamente repetitiva, realmente es una pregunta necesaria. Porque antes de empezar a dirigirte a una persona en femenino/masculino, si su identidad de género es la opuesta a su sexo biológico, –y sí, sabemos que a veces no podemos saber estas cosas– es mejor preguntar cómo se sienten más a gusto. Y volvemos a poner el caso de Bruce Jenner. A pesar de haber salido de ese armario oscuro donde llevaba tantos años, quiere que por ahora se le siga tratando en masculino y llamando por el nombre de Bruce. Pero estamos taaaaan felices de que haya dado este paso… gahg!
Poco a poco la visibilidad de las personas transexuales va en aumento, y la diversidad de la sociedad también. Seamos quien y como seamos, debemos ser aliados del colectivo transexual, ayudarles en su lucha por la igualdad. Usar los pronombres adecuados es siempre una inclusiva manera de visibilizarles. ¡Nos leemos el mes que viene, croquetas!.