Una de las cosas más valorables, en literatura y en casi todo, es la honestidad. No ser pretenciosa, no dárselas de nada, saber hasta donde llegas y no engañar a nadie. Y si Valerie Col tiene una virtud principal, que tiene más, yo creo que es esa, y en Diez Relatos lo vuelve a demostrar, esta vez desde el título mismo. El libro es exactamente eso, una recopilación de diez historias, cada una diferente de la otra, con más o menos longitud, pero todas bajo una misma premisa: contar cosas cotidianas, relatos con los que cualquier lectora pueda sentirse identificada.
Es muy valorable el esfuerzo de la autora por mostrarse original, cambiando protagonistas, estilo y casi enfoque en cada una de las historias. De hecho, casi parece más un libro colectivo que uno escrito por la misma persona. La autora maneja los diálogos de manera fresca e informal, lo que le aporta un dinamismo a la obra muy agradable, pero en oposición hace que la termines en, prácticamente, un rato. Parece que Valerie se encuentra muy cómoda con los formatos cortos, pero está claro que son demasiado cortos.
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Esto no quiere decir que cada uno no tenga un principio y un final perfectamente definido, que lo tienen (aunque en alguno, como en, por ejemplo RE: SETAS, nos hubiese gustado seguir sabiendo), sino que, simplemente, el trocito de la vida de sus personajes que Valerie nos deja explorar se nos hace escaso. No nos cierra la mirilla con antelación, pero nos deja con ganas de más. ¿Es esto bueno o malo? Yo no sé si la autora tiene pensado continuar con alguna de las historias, pero muy probablemente podría sacar de alguna de ellas una novela entera. En ese caso, este aperitivo habría sido suficiente para cogerla con más ganas. De lo que no tengo ninguna duda es de que esta autora tiene un futuro más que prometedor haciendo lo que mejor sabe hacer: entretener a las lectoras.
Pasito a pasito, más lento de lo que nos gustaría, la sociedad está cambiando. Hace no tanto que las lesbianas dejamos de ser invisibles en televisión. Las raras excepciones en las que se nos mostraba eran para enseñar una imagen completamente desfigurada de las mujeres homosexuales, que podían ser de dos clases: o bien mujeres masculinizadas, o bien mujeres que tenían relaciones con otras solo para agradar a los hombres. Los publicistas, que saben lo que hacen, han sido precursores de la visibilidad de las parejas LGBT: saben que son anuncios de los que se va a hablar, para bien o para mal, y que los que lo hacen para mal se van a retratar a si mismos, así que es un valor seguro al que las marcas cada vez se van apuntando más y más.
Por primera vez tenemos, con la excusa de San Valentín, dos campañas diseñadas expresamente para parejas lésbicas. La primera es la de Hallmark, que para promocionar sus tarjetas nos enseña a Corinna y Eugenia, una pareja de bollos super adorables a las que les piden que describan lo que sienten la una por la otra, cómo se conocieron, y otros detalles de su relación.
https://www.youtube.com/watch?v=Y6XGYifGseg
Pero esta no es la única que se acuerda de nosotras. La firma de ropa sueca & Other stories ha elegido a la pareja de modelos Eden Clark y Lizzie Tovell, que a su vez son pareja sentimental, para anunciar su nueva línea.
Estas campañas son cada vez más frecuentes, y también con parejas de chicos, como la que Tiffany’s lanzó a principio de año. La joyería promocionaba sus productos de pedidas de mano y bodas, alianzas y demás, y procuró no olvidarse de un nuevo segmento de mercado: las parejas homosexuales. Otro ejemplo es Nikon, que contrató como imagen de sus nuevas cámaras a una familia homoparental que se dio a conocer por Instagram, la de Kordale y Kaleb juntos con sus preciosas hijas.
En definitiva: pequeños pasos que significan mucho. ¿Que las compañías se aprovechan de que lo LGBT vende? Pues sí, claro, pero no es nada nuevo, ni nada que no hagan con cualquier otro nicho de mercado posible. Quedémonos con lo positivo, que es la visibilidad que nos da esto como colectivo.
Hay tantas cosas que contar diariamente de Ellen Page que, si estuviéramos un poco más atentas, tendríamos que cambiar el nombre de la web. Hay una Ellen Page en tu sopa. La cosa es que estos días su nombre ha estado especialmente en el candelero, por tres motivos muy dispares. Vamos a empezar por mi favorito.
Se asusta cuando un extraño decide vivir en su garaje
El extraño, sorprendido por Ellen
Resulta que Ellen llevaba unos cuantos días sin estar en su casa, cosas de las promociones y los rodajes, y cuando volvió, se encontró con que un completo desconocido había decidido quedarse a vivir en su garaje. Tal cual. El tipo lo había acondicionado con una cama, un ordenador, un iPod, una pipa de marihuana y, según informa TMZ, un mando de playstation, pero sin playstation. El desconocido, cuando se enteró de que la actriz había vuelto a casa, decidió ir a recibirla con unos golpes en la puerta, y Ellen se vio obligada a llamar a la policía. ¿Por qué eligió la casa de Page? “Ellen es una persona amable a la que seguro que no le importaba que me quedara a vivir aquí”. Lo normal.
Estrena posters de películas
Freeheld, la película de Ellen Page junto a Julianne Moore, ya tiene distribuidor. Lionsgate va a ser la encargada de llevar la cinta a cines de medio mundo, después de ganarle a otras como Focus Features, Sony Pictures Classics o Netflix. Los ejecutivos no vieron la cinta entera, sólo un extracto de doce minutos que en algún momento estuvo en internet, pero ha sido eliminado. Junto con este hecho, se ha hecho público por fin el poster de la película, en el que Moore y Page son las absolutas protagonistas.
Posa con traje
La diminuta actriz ha protagonizado un posado en Los Angeles con un traje a rayas, suponemos que para hacerla más alta (?) y un sombrero fedora (?). No tenemos más datos. Quizá tenga algo que ver la proximidad de Carnaval. De hecho, esperamos muy fuerte que sea eso, porque no es el mejor estilismo que le hemos visto, ni de lejos.
Fue una de las noticias del verano: la Miss España Patricia Yurena hizo pública su relación con la cantante Vanesa Klein mediante una foto en Instagram. Simplemente con eso, con ese gesto tan sencillo, levantó un gran revuelo en los medios de comunicación. Fue la primera modelo española en reconocer su relación con otra mujer, y parece que abrió un camino hasta entonces poco explorado, ya que otras misses de todo el mundo han ido anunciando sus salidas del armario desde entonces. Patricia Yurena ha concedido una entrevista a El Diario Vasco en la que habla, entre otras cosas, de cómo se siente tras hacer su anuncio, y si ha afectado a su trabajo.
Es muy agradable haber oficializado nuestra relación y poder ir a todas partes con mi novia. Quiero creer que lo mío ha ayudado. Trabajo con modelos. Estoy constantemente cambiándome delante de chicas y las chicas se cambian delante de mí. No creo que por eso ninguna vaya a decir: ‘Uy, a esta le gustan las mujeres. Me voy a tapar’. La mayoría te valora por la persona que eres. He recibido muestras de todo tipo, principalmente de apoyo y aprobación. Alguna puerta permanece cerrada. Espero que se abra algún día. Siempre hay decepciones.
En la misma entrevista la modelo abre su corazón, y muestra su faceta más romántica, deshaciéndose en alabanzas hacia su novia:
Ella es así, muy especial, tiene una personalidad muy fuerte. Pero detrás de esa imagen es la más melosa y la más tierna del mundo. Al final es un corazón con patas.
Termina las declaraciones haciendo patente su deseo de ser madre algún día. Como veis, una pareja adorable, de la que nos encanta hablar, y de la que nos alegramos mucho que les vaya tan estupendamente bien. Patricia, Vanesa: Somos fans.
Estamos en temporada de galas y ceremonias, de reconocimientos y emociones, y oye, nos encanta. Porque, qué le vamos a hacer, nos encanta ver a las guapísimas actrices desfilar con sus mejores galas por la alfombra roja. El sábado se celebró la gala de los Goya, los premios de la academia española de cine, y disfrutamos como enanas con la previa del partido (jiji).
Por otra parte, este fin de semana se celebraron también los BAFTA, premios de la Academia de Cine Inglesa. Nuestra queridísima Julianne Moore se alzó con el premio a mejor actriz. Se lo está llevando todo con Still Alice. Por ahí desfilaron también multitud de caras conocidas.
Si hay un momento decisivo en la vida de toda croqueta, ese es, sin lugar a dudas en el que se hace Brenda sale del armario.Y frente a la eterna duda de ¿qué va a pasar? Te facilitamos, amiga, una guía en dos capítulos, que, a modo de inventario, te servirá para detectar algunos cuantos prototipos de reacciones que encontrarás por el mundo, en esta ocasión viniendo de tus amigas, hermanas y mujeres de tu entorno en general. Porque sí, hay diferencias (notables) con los chicos.
‘Yo eso lo llevo super bien’
A mis brazos, croquetilla
*Suspiras aliviada* Mientras ella se ahueca el pelo para empezar, acto seguido, a entrar en un bucle conocido como excesiva tendencia a normalizarlo que incluirá ejemplos de toda la gente que conoce homosexual (aunque sea una amiga suya lejana de la guardería), una retahíla de famosas del mundillo que ríete tu de tu cultura lésbica, la historia de la prima de su novio que es super feliz, citas de un libro de Virginia Woolf que leyó (o vió la película) en secundaria y comprensivos apretones de manos si tienes la terrible idea de dejar una libre. Por tu bien: no lo hagas.
‘Ay, que bien’
(la que te confunde)
Más clásicas que ir entre semana al Escape. Esa bella dama (porque si no es bella el problema, reconozcámoslo, esta zanjado) que se lo toma de tal manera, y lo interpreta con tal amor que resulta muy difícil saber que está pasando por su cabeza.
Y es que Sanidad debería prohibir por la salud mental de las bolleras a las hetero-confundidoras, aquellas a las que les encanta marear, tan pronto te expresan lo felices que les haces más que nadie como te detallan el ramo de flores que su novio les ha comprado. Y te sonríen, vaya si lo hacen, todo el rato, y de una manera, que hacen que tu —una lesbiana hecha y derecha— te cuestiones si se te podían caer mas las bragas pero ¿esto será normal para ella? Cuestión que siempre quedará sin revolver en le limbo de las preguntas sobre heteros *iluminación divina entrando por la ventana y dándote en los ojos. * Ay.
‘Ay, que bien’
(la que se confunde)
Y luego están estas. ESTAS. Las que te dejan ojiplática cuando, pasadas unas semanas, unos días, unos meses, te manifiestan que les confundes, AGARRATE. Tú, que nunca la has visto como nada más que como una señorita hetero simpática. Tú, que jamás pensaste nada impuro con ella, que para ti era menos excitante que una lechuga, tú, le confundes. Y no contenta con eso emitirá mensajes más claros que un pavo real en época del cortejo reproductor si tienes la suerte o desgracia de encontrarla con un nivel de alcohol en sangre mayor del habitual.
Eso sí, si decides responder a su llamada, OLVIDATE. Lo mejor que puede pasar es que entres en un bollodrama tamaño agujero negro, y lo peor, lo peor…lo peor quien sabe, pero señor, lléveme pronto.
*Discurso LGTB hasta la muerte*
Este tipo de damas son una especie a parte en el mundo. Pasaran en cuestión de segundos de una sonrisa cómplice a un discurso hijo directo del los mejores políticos que te vengan a la cabeza. Te hablará de cosas que tu ni sabes, de acontecimientos que no has oído en tu vida, y hasta de gente que sólo te suena de la enciclopedia. Posteriormente subirá al nivel indignación, y entonces añadirá a esta apabullante oratoria expresiones como `yo os comprendo’ `comparto vuestra lucha’ `la igualdad esta cerca’ y un misterioso `no estás sola’ que te dejará asustada a ti y a toda tu estirpe, pero oye, que gracias.
‘Estupendísimo’
Hay un tipo de mujer a la que —de repente— le ENCANTA que seas lesbiana, vamos que más que qué te gustan las mujeres parece que le hayas contado que le ha tocado (a ella) el euromillón. Porque además su felicidad será tal que ahora te contará y explicará cosas que ni siquiera querías saber —ejem, ejem— como si ser lesbiana te convirtiera en persona altamente sexual —ejem, ejem, ejem— y no contenta con ello te presentará a los demás con una descripción que incluirá en la primera frase que salga de su boca el concepto de tus gustos sexuales, por ejemplo:
‘Esta es Scout, mi amiga la del pueblo, ingeniera de centro Pokemon y además lesbiana ¿a qué es super guapa?’ *Scout sale corriendo*
Super interesante esto que me cuentas
Y bueno, para ser fieles a la verdad, también está un último caso – el que por suerte es más común – la que cuando descubre que eres lesbiana dice y hace justo lo que querías: NADA. Prosiguiendo con su vida, como tu con la tuya, felizmente, independiente de ella sea carnívora y tu vagitariana.
Hay series con cero trama croqueta, series con trama croqueta explícita, y después hay una tercera categoría que son aquellas que no tienen, pero si, pero no, pero nos gustaría, pero no hay nada seguro, pero ay, ay, ay, pero pero. No sé si me explico. Supongo que si. Anyway: en esta tercera categoría entra, claramente, 2 broke girls, esa serie sobre dos chicas en apuros para sobrevivir en Nueva York. Alguna vez os hemos hablado de ella, y es que somos muy fans de las chicas con humor. Qué le vamos a hacer. La cosa es que en la cuarta temporada la comediante Sandra Bernhard se unirá a la serie en una trama argumental de varios episodios.
Su personaje, Joe, es una mujer lesbiana, dueña de un restaurante llamado The High. Según Hollywood Reporter Joe es “demasiado franca, nerviosa, malhumorada, locuaz, irónica y obstinada. Le encanta la compañía de las mujeres y por eso contrata a Max y Caroline como chef de repostería y director de la sala en su negocio”
Sandra Bernhard no es excesivametne conocida en España, pero en Estados Unidos es una cara frecuente de programas y series de televisión. Apareció, entre otras producciones, en The L Word. Su vida personal siempre ha sido muy hablada, ya que se supone que fue pareja sentimental de Madonna, y de la modelo Patricia Velasquez, quien recientemente admitió en una autobiografía que era lesbiana. Actualmente mantiene una relación con Sara Switzer, con la que tiene una hija en común.
El caso de Kristen Stewart es, cuanto menos, digno de estudio. Después de una relación y ruptura con Cedric Diggory Robert Pattison bastante discreta, desde que disfruta de las mieles de la soltería los rumores sobre su supuesta homosexualidad se han multiplicado por mil. Pero lo curioso no es esto, ya que casi cualquier persona más o menos conocida se somete al escrutinio arcoiris (estamos siempre buscando referentes, qué le vamos a hacer), lo que llama la atención de todo es que ella misma, sin atreverse a decir ni sí ni no, echa gasolina al fuego siempre que tiene ocasión.
Hace unos días, un paparazzi le preguntaba, a grito pelado a su salida del aeropuerto, si con las fotos en Hawai con Alice Cargile había salido del armario. ¿Qué hacía Kristen? Reírse. Reírse sola. Reírse como si fuera una pregunta SUPER absurda que no necesitara contestación. O, visto de otro modo, reírse como si se lo estuvieran preguntando a, no sé, Clint Eastwood, paradigma de la heterosexualidad.
Lo último que hemos sabido es que Kristen tiene planeado irse a vivir con Alicia. Según una fuente que ha hablado para InTouch, “Kristen ha comprado recientemente un loft en el centro de Los Angeles y le ha pedido a Alicia que se mude con ella. Parece absurdo vivir separadas, ya que se ven todos los días”. Si más práctico es, pero nadie se va a creer que vives con tu mejor amiga. Nadie. Para terminar de confundir al personal, un amigo de Riley Keough, compañera de reparto de Kristen en The Runaways, ha declarado que “Riley sabe que Kristen sería más feliz si parara de esconder sus sentimientos. Ella le ha dicho a Kristen que no debería esconder quien es y a quien ama.”
No sé si estáis al tanto de que, en unos días, se estrenará Cincuenta sombras de Grey, la adaptación a la gran pantalla de la exitosa saga de libros con ese toque sadomasoquista/bondage/inserte aquí el adjetivo que prefiera que ha arrasado entre las féminas de medio mundo. La revista Time Out, aprovechando este hecho, ha realizado una lista para recordarnos que no es la primera película de la historia en mostrar escenas de sexo, ni mucho menos, y, así, ha hecho un ranking de las 100 mejores escenas de sexo del cine. Entre tanta película caben, por supuesto, las que a su criterio son las mejores escenas de sexo lésbico, y pese a que nosotras hicimos una lista en su día (completamente subjetiva, como todas las listas), aquí os traemos todas las tomas de amor sexo entre mujeres que se incluyen en dicho ranking.
#98: The Watermelon Woman (1996)
Rodada en 1996, es la primera película en mostrar una lesbiana de color. The watermelon woman está protagonizada por Guinevere Turner, abiertamente lesbiana en la vida real, y que conoceréis, entre otras cosas, por su aparición en The L Word como la novia locatis de Alice.
#96: Desert Hearts
Otra película revolucionaria: Fue la primera en mostrar una relación lésbica en una película comercial, y, además, ¡terminaba bien! La escena de sexo e desarrolla en un hotel, un clásico. Podéis verla en este enlace.
#77: Mulholland Drive
David Lynch es el maestro de lo surreal, y en Mulholland Drive hace gala de ese saber hacer. Hay que verla como 173859 veces para entender la histoira, pero como somos mucho de ver las cosas #porelargumento, hemos de decir que la escena de sexo entre una Naomi Watts guapísima, y una Laura Harring amnésica nos encanta. “¿has hecho esto antes?” “No lo sé”. Brillante.
#75:Circumstance
Triunfadora en Sundance, Circumstance es una película arriesgada, sobre todo si tenemos en cuenta que es Iraní. El film nos cuenta la historia del paso de la adolescencia a la juventud de dos chicas de clase alta de Teherán. Alcohol, fiesta, y… sexo lésbico.
#68: Go Fish
Volvemos a encontrarnos con Guinevere Turner en Go Fish, película rodada en blanco y negro que marcaría la década de los 90. Time Out no destaca la escena de sexo en sí misma, sino la conversación de las chicas con sus amigas al día siguiente.
#63: High Art
Dirigida por la prestigiosa directora Lisa Cholodenko, High Art nos cuenta la historia de Syd, que vive feliz con su novio, que un día conoce a su vecina Lucy, una fotógrafa autodestructiva e infeliz.
#58: Bound
Seguramente en los cursos de iniciación en la facultad Croqueta os pusieron esta película. Y os encantó, claro. ¿Será por la camiseta de tirantes perpetua? ¿Por el morbo de acostarse con la mujer de un mafioso que te puede matar? ¿Porque fue de lo primero que vimos? No sabemos, pero la escena es… arf.
#45: Wild Things
Si seguimos el guión, esta escena no tiene ningún tipo de sentido, es simplemente el espectáculo por el espectáculo. Pero… nos quedaremos con eso, ¿no? Con Neve Campbell en la cumbre de su fama, y con Denise Richards estrenando (creemos) implantes. A veces pasan estas cosas.
#25: Shortbus
Rodada en 2006, Shortbus se nos vendió como la primera película comercial en la que había sexo real, los actores no fingían. Es… diferente, fresca en ocasiones, forzada en otras, etc. No la veáis con vuestros padres.
#5: La vida de Adèle
Nunca desde la invención del cinematógrafo por los hermanos Lumière una escena había desatado tantas opiniones. No voy a nombrar ninguna de ellas porque bastante saliva hemos gastado comentando la película, la escena, y hasta un momento concreto de la escena. Hay gente que le gusta, gente que no, y todas somos felices en el planeta croqueto sin sacarnos los ojos.
#3: Persona
La escena que más alta está en la lista es esta de Persona, una película de Bergman del año 1966. Lo que la hace completamente diferente del resto de escenas de la lista es que, mientras en las demás te enseñan, aquí te cuentan. Alma, la protagonista del film, cuenta en un monólogo un episodio del pasado. La relación de Alma con su enfermera ha dado siempre pie a encendidas interpretaciones.
De todos los defectos que puede tener una persona, de entre los míos (y tengo muchos creedme) hay uno que odio en especial, la timidez. Puede parecer que no es algo muy grave, y hasta a veces la gente nos ve a los tímidos como muy cuquis, sobre todo cuando se nos suben los colores cual semáforo, pero os aseguro que en la vida diaria, y en especial a la hora de conquistar, supone una barrera en ocasiones insalvable.
Imaginad por un momento la escena: estás en un garito con los amigos y en la barra ves a una chica a tus ojos despampanante, se inicia de manera rápida pero sutil un juego de miradas, y quizás alguna señal más, que indica que no solo la chica en cuestión se ha fijado en ti (o en la peor de las situaciones en quién está detrás de ti) sino que además está interesada en al menos entablar conversación, dada la situación te armas de valor y…CORTEN
Nuestros mejores aliados, las mascotas (se aceptan ficus como animal de compañía)
La escena termina ahí, justo en ese punto (al menos para mí), pues dada mi timidez crónica ni en esta ni en la próxima vida cuando me reencarne en Scarlett Johansson iré a decirle nada porque, simplemente, no puedo: mi cerebro se congela, se churrasca o se derrite o todas las anteriores, y si Y SI, llegara a acercarme solo podría balbucear porque encima, como extra, la conversación banal se me da fatal.
Esto será lo más coherente que oiréis por mi parte
En el mundo en general, pero en especial en el croquetil, hace falta echarle un par, hay que echarle un par para reconocer que te gustan las mujeres, hay que echarle un par para salir del armario pero, para mí, e imagino que otros tímidos como yo, tener que hablar y “enfrentarte” a alguien desconocido supone siempre un extra de energía que te puede dejar KO en segundos, y si encima en ese alguien se junta un interés romántico mejor ni hablemos.
Cualquier método es válido mejor que hablar
Por eso agradezco al inventor de Internet y más reciente a los que decidieron simplificar el contacto humanos a través de la red con las redes sociales y aplicaciones como Brenda. Porque mira, estará llena de orcos, de princesas de cuento y de las tres mellizas, pero es una manera que la gente a la que le cuesta arrancar una conversación le sea más fácil interactuar con otros seres humanos. Podrá terminar mejor o peor, pero al menos la opción está. Ya otro día igual os hablo que la timidez acompaña hasta en esos momentos chateando con la “chicasexy69” de turno, pues incluso online no te libras de los temas pueriles y del tener que arrancar a veces una conversación de la nada, pero al menos en estos casos tienes más tiempo de reacción.
