Orange is The New Black, House of Cards… te suenan, ¿verdad? Son unas series cojonudas buenísimas. ¿Y sabes qué otra cosa tienen en común? Que detrás de ellas se encuentra Netflix, la plataforma de vídeos online que ahora mismo es una referencia por la calidad de sus series originales, así como la pluralidad de sus personajes.
Y ahora Netflix “amenaza” con volver a las andadas presentándonos una nueva serie que tendrá como pareja protagonista a dos gays de tardío florecimiento. El proyecto se llama Grace y Frankie, constará inicialmente de trece episodios, está escrito por Marta Kauffman (¡la creadora de Friends!) y se estrenará en 2015. A mí con esto ya me han ganado, pero a nuestros amigos los croquetos les va a encantar saber que, además, está protagonizada por dos iconos gays,Lily Tomlin (lesbiana reconocida) y ¡Jane Fonda! (la polivalente actriz de los vídeos de quemar lorza, ya sabes), que ya hicieron sus pinitos juntas en los 80 gracias a 9 to 5 (Como eliminar a tu jefe) junto a Dolly Parton.
¡Cuánta croqueta junta!
La serie comienza con ellas dos odiándose a muerte, compitiendo como dos panteras enfurecidas. Pero lo cierto es que tienen más en común de lo que piensan: ambas están casadas con hombres que muy pronto les comunicarán que son gays y que están enamorados.
Heterodrama…
En consecuencia, las protagonistas van a tener que aprender cómo lidiar con esta nueva situación en sus vidas y también, claro, empezar a tolerarse ahora que sus maridos han descubierto que son más que amigos.
Repasando el argumento, esta serie tiene mimbres para convertirse en una sitcom con la que nos echaremos unas risas, sobre todo si la escribe la creadora de Friends, de la que por aquí somos muy fans. Pero es que además esta serie tiene algo que no estamos muy acostumbradas a ver: personajes LGBT de mediana edad. ¿Cuándo fue la última vez que vimos algo así? (Las chicas de oro no cuentan, lo siento). Lo único que recuerdo ahora es Cloudburst, la película protagonizada por Olympia Dukakis y Brenda Fricker que nos cuenta la historia de dos abueletas enamoradas. Aunque solo sea por este planteamiento tan original está claro que se trata de una apuesta arriesgada de Netflix, pero yo personalmente me alegro mucho de ver que las sitcom con personajes LGBT están volviendo poco a poco a la gran pantalla. Una ya ha tenido su buena dosis de drama a lo largo de todos estos años. Por fin parece que ha llegado el momento de reirnos de nosotros mismos y, así, recibiremos con los brazos abiertos series como esta o como One Big Happy, de la que esperamos saber más noticias muy pronto. Que siga la fiesta croqueta.
PD: que levante la mano quien mataría por ver a Lily Tomlin y Jane Fonda enrollándose en esta serie.
Una de las tramas más o menos recurrentes en las series a la hora de representar personajes gays es que estos se hagan pasar por heterosexuales. Dependiendo del tono de la serie puede ser un punto dramático de autoaceptación, de miedo, un paso previo a la salida del armario, o tener un punto cómico. Pero a lo que no estamos acostumbradas es a que personajes heterosexuales se hagan pasar por lesbianas. Y más aún que esto les suponga ser las populares del instituto. Y de esto precisamente trata Faking It, la nueva serie de MTV.
Amy (Rita Volk) y Karma (Katie Stevens) son amigas. Muy amigas. Y ya está. Pero, por algún motivo que no nos desvelan en el trailer, todo el instituto llega a creer que son pareja. Y lejos de hacerles el vacío, protestar, o qué sé yo (no tengo una mente diseñada para el mal), las vitorean y las animan a que se presenten para reinas del baile. ¿Puede ser esto más guay? En un mundo en que los homosexuales nos tenemos que enfrentar día tras día a mierdas situaciones incómodas y representaciones en los medios que a veces dejan mucho que desear, a mi me parece un planteamiento que da un poco de aire fresco y nos hace esbozar una sonrisa. ¿O no?
Habrá gente que pensará que esto se trata más de llamar la atención, que si fueran dos chicos no lo harían, y que la serie se aprovecha de la moda de que lo lésbico vende para ganar audiencia. Bueno, en otros casos yo así lo creo también. Pero con Faking It creo que es mucho más positivo el mensaje que se transmite, el de que no pasa nada por ser lesbiana, que el mundo no se acaba, y que sigue girando. Que no hay nada malo en que dos chicas salgan en el instituto, y que de hecho, pueden ser las guays de la clase, porque eso no tiene nada que ver con otros aspectos de la vida. Simplemente es la excusa para formar una trama y crear una serie. Todas hemos sido adolescentes, y no creo que esta situación nos hubiese disgustado lo más mínimo. Así, por mucho que al final pueda pasar lo de siempre, que vaya, ahora me gusta el quarterback y cómo le explico yo que soy hetero (o no: ¿quién sabe?), creo que debemos quedarnos con la idea que creo que subyace en la serie, la de que la sexualidad no es para nada lo más importante de nadie.
El gran estreno del verano, Maléfica, ha revelado su trailer final. En él podemos apreciar en todo su esplendor a su malignidad Angelina Jolie, desplegando todo su poder y sus sortilegios. Ya os contamos que la película trata acerca del cuento de La Bella Durmiente, pero contado desde el punto de vista de su acérrima enemiga, Maléfica, quien le lanza un hechizo que hará que, al pincharse con la aguja de la rueca, duerma hasta que la despierte un beso de amor verdadero. En el film, la villana, quien está enzarzada en una guerra con los humanos, descubre que la clave para salvar el reino, y también salvarse ella misma, está en la chica, interpretada por Elle Fanning. Podremos disfrutar de la película, dirigida por Robert Stromberg, con guión de Linda Woolverton y Banda Sonora de Lana del Rey, el próximo 30 de mayo.
El gran día llegó: Glee se nos hace mayor y cumple nada menos que 100 episodios en emisión. Como ya os anticipamos en otros artículos, el episodio fue una reunión de la antigua generación del Club. Mercedes, Santana, Kurt, Rachel, Brittany, Quinn, Puck y todos los demás acudieron al McKinley High para decir definitivamente adiós al club de canto. Después de todas las expectativa que teníamos puestas, ¿estuvo el episodio a la altura? ¿Qué nos parecieron las nuevas versiones de las canciones? ¿Hubo Brittana suficiente como para calentar nuestros corazones?
Las respuestas son sí, mucho y ¡¡SI!!. La serie recuperó su esencia, todo lo que nos divirtió de ella. Volvieron Rachel y Mercedes y su duelo de divas. Las dos creen ser la estrella más grande que ha dado el instituto.
Volvió el Brittana, y de qué manera. Prácticamente todo el episodio es una oda a estas dos. Brittany, la mente más brillante que ha dado nuestra generación, está cambiadísima: ya no quiere bailar, y se pasa todo el rato teorizando acerca de problemas matemáticos. Santana, claro, está alarmadísima, e intenta convencerla de que esa no es ella, la Brittany que conocía y de la que se enamoró tenía el baile como pasión.
Y Volvió Quinn, con un novio del brazo, Biff McIntosh (Chace Crawford, Gossip Girl), de la familia que plantó el primer manzano en Estados Unidos (estas bromas me pueden, en serio) que no nos gustó nada. Aunque nos sirvió para descubrir que tiene un tatuaje. Y que Santana SABÍA de ese tatuaje. Arf. Mucha atención al reencuentro de estas dos, en el que Quinn es INCAPAZ de mirar a Santana a los ojos. Y es que, desde que se enrollaron (no una, sino dos veces, recordad…), no habían vuelto a verse.
También el Faberry estuvo presente, aunque solo de forma momentánea, durante los segundos en los que esa silla vacía de la izquierda estuvo ocupada por Rachel:
Desde el primer momento la cosa se empieza a poner gay. La primera actuación que hacen, acompañados de April (Kristen Chenoweth), es Raise you glass de P!nk. No llevamos ni cinco minutos de episodio y ya estamos así:
Y de paso, pudimos disfrutar de uno de los mejores momentos del episodio cuando esto ocurrió:
Ay… cómo echábamos de menos a Brittany S. Pears y todos sus diálogos:
– 48566960 dividido entre 2938757596 -Erm… ¿seis?
(A Santana) Ójala pudiera tener mi antigua vida de vuelta, donde yo no era un genio matemático, y todo lo que quería hacer era tijeritas contigo y hablar con mi gato.
Biff, el novio de Quinn, intentó impresionar a sus amigos del instituto invitándolos a su mesa. Pero el que quedó impresionado de verdad fue él. ¡Viva Santana!
Como quien dice, “Hola, soy bombero”
¿Quién echaba de menos el webcast de Brittany, Fondue for two?
Ayer las invitadas especiales fueron Mercedes y Rachel. A Mercedes la felicitaron por bailar tan estupendamente (en referencia a que la actriz ha ganado el “Mira quien baila” de Estados Unidos). Y a Rachel le hicieron una reflexion que, fracamente, todas teníamos en mente:
Actualmente estás ensayando para un papel principal en un musical de Broadway. También estás trabajando a tiempo completo como camarera cantante en un restaurante, y eres un estudiante, a tiempo completo también, en NYADA. Estarás conmigo de acuerdo en que es ligeramente irresponsable dejar Nueva York por una semana entera con la excusa de que el Glee Club desaparece.
Estoy convencida de que Rachel tiene un Giratiempo como Hermione. Si no, es imposible que pueda hacer TODO ESO a la vez.
La Unholy Trinity estuvo de vuelta, con la esperadísima actuación de Toxic, de la que ya vimos fotos. Pero no nos podíamos imaginar, ni por un segundo, que el tango reprise de la canción fuera a ser TAN de infarto.
http://www.youtube.com/watch?v=WVAvIcMaRK8
Brittany, cual reina del país de las maravillas, dirigió una partida de ajedrez humano, bajo la atenta mirada de Santana.
Santa consigue convencerla para que hagan un baile juntas y Brittany salga un rato de los teoremas y demás. Y es entonces cuando se produce el milagro: las dos, acompañadas de Mike Chang, cantan y bailan Valerie, una de las mejores performances que han pasado por la serie.
Una de las visitas que esperábamos con más ganas era, cómo no, la de Gwyneth Paltrow, en el papel de Holly Holyday. Al enterarse de que el Glee club está haciendo reprises de sus éxitos, contesta: “Holly Holiday no mira nunca por el retrovisor, mira hacia delante”, y nos deleita con una versión de Happy, la canción de Pharrel Williams que está sonando por todas partes.
Pero si hubo un momento que nos rompió el corazón fue la sincera charla que tuvieron Santana y Brittany.
– Se siente muy bien estar cerca de ti. Me haces ser una chica otra vez, como si mi cuerpo despertara.
– Por favor, no hagas esto. Me ha costado un huevo olvidarte.
– De veras quiero estar contigo, Santana. He visto el mundo y ahora, más que nunca, sé que quiero estar contigo. Y estoy segura de que tu novia es genial, pero no puedes recrear con ella lo que tú y yo tenemos. Es tu elección. Si me quieres, aquí estoy.
¿Cómo acabará esto? ¿Se irá Santana con Brittany? La semana que viene, en la continuación del episodio doble, lo sabremos. De todas maneras, este nos ha encantado. Echábamos tanto de menos a Santana y Brittany juntas…
No sé vosotras, pero como ando un poco obsesionada con este asunto llevo una semana deseando que se filtrara alguna fotografía del rodaje de Carol, la adaptación cinematográfica de la novela de Patricia Highsmith. ¡Y albricias! Hoy ha sucedido el milagro. Tenemos fotos de Cate Blanchett caracterizada como una mujer de los años 50. Y no me digáis que esto no tiene super buena pinta:
Aunque Carol está ambientada en el Nueva York de los años 50, el rodaje se está llevando a cabo en Cincinnati y lo que vemos en las fotografías es un parque llamado Eden Park, que está justo a las orillas de un lago. Cuentan los periódicos de la zona que el área estuvo cerrada al público durante todo el día, aunque eso no impidió que los paparazzi se hicieran con unas instantáneas. La única pena de todo esto es que todavía no hayamos podido ver a Sarah Paulson. Pero paciencia, lo bueno siempre se hace esperar.
Es emocionante ver que este proyecto está en marcha. Lo seguiremos muy de cerca a partir de ahora. Mientras tanto puedes leer más cosas de la película aquí, si no lo has hecho ya.
Con el final de American Horror Story se cerraba un círculo, pero se abría un interrogante. ¿Sobre qué iría la cuarta temporada? Ya explicamos al hacer el review de la serie que Ryan Murphy, el creador de la misma, había confirmado que tendría lugar en la década de los 50 y que Jessica Lange estaba aprendiendo alemán, lo que llevó a la mayoría de los fans a hilar y a pensar que probablemente tendría que ver con la reconstrucción de un circo germano devastado en la Segunda Guerra Mundial. Para terminar de enfocar la línea alemana del asunto, el grito de ¡Balenciaga! nos remitía al padre de una modelo del modisto, que fue Kommandant en Auschwitz. Aunque Ryan Murphy ya se encargó de desmentir cualquier teoría, diciendo que nadie había acertado.
Pero esto era hasta ayer, cuando Douglas Petrie, guionista de la serie, desveló en un panel el tema central. A la pregunta de si se llamaría American Horror Story: Circus, Petrie aclaró:
No tiene título todavía. Pero esa es la idea
¡Circos! ¡Horror y Circos! Y aquí empiezan a asaltarnos las dudas. ¿Será estilo Freaks o más Bárbara Rey? ¿Más Carnival o tirando a Circo del Sol? Nosotras, que otra cosa no, pero imaginación tenemos mucha, ya nos estamos visualizando el nuevo argumento de la serie.
Lily Rabe es una feliz funambulista con un pasado terrible: de pequeña fue raptada por unos extraterrestres y ahora, de noche, desprende un halo verde. Debido a eso, no puede encontrar el amor. Aunque ella sonríe, sonríe mucho, por si es capaz de encontrar a alguien que la quiera. Un día, desde las alturas de su cuerda, se enamora a primera vista de una vendedora de cupones de la once, que al no ver su verdosa luz, la acepta tal y como es.
Taissa Farmiga pertenece a una antigua estirpe oriental de contorsionistas, pero usa su habilidad para esconderse debajo de los asientos y matar a los asistentes al circo a base de infartos. Es pura maldad, lo hace sólo por el placer de verles esperar a la ambulancia, que gracias a los recortes tarda un siglo en llegar.
Sarah Paulson es una cantante de éxito que un día pierde la cabeza y persigue a paraguazos a los periodistas, al más puro estilo Britney Jean Spears. Su vida se truncó el día que saltó al escenario de los MTV awards borracha, drogada y sin saberse ni la coreografía ni la letra de su nuevo single.
Jessica Lange, Angela Basset y Kathy Bates son tres hermanas (si, hermanas: Angela es adoptada) que un día conocieron la gloria imitando a Los Payasos de la tele, pero Miliki, Gaby y Fofó las demandaron por competencia desleal. Perdida la fama y la fortuna, se pusieron a estudiar quiromancia, y van de circo ambulante en circo ambulante, adivinando el futuro de los presentes por unas monedas.
¿Lo veis descabellado? Hermanas croquetas… es Ryan Murphy, todo podría pasar.
La pareja de moda sigue dando que hablar. La verdad es que ya hace días, catorce exactamente, que no os hablábamos de ellas. ¿Y qué han hecho durante estas dos semanas de discreción? Pues nada más y nada menos que planear su boda. La de verdad, no la ceremonia Thai esa que hicieron. Una boda con todas las de la ley, para afianzar su relación, y que sería un intercambio de votos en un helicóptero mientras sobrevuelan las cataratas del Niágara. Una cosa sencillita, ya veis.
Parece que ha sido todo idea de Cara. En declaraciones de una fuente cercana:
Es típico de Cara hacer cosas de manera loca e impulsiva, pero parece muy seria acerca de esto. Cara dice que quiere que se casen en su propio elemento, sin sacerdotes ni ningún trasfondo religioso. Ella cree que sobrevolando las cataratas sería perfecto, como una tierra de nadie
Aparentemente el elemento natural de estas dos es, a ojos de la modelo, un helicóptero y unas cataratas. Y para terminar de redondear el desquicie, quieren que el padrino sea Harry Styles, el componente de One Direction y ex de la modelo. No tengo muy claro si van a caber todos en el helicóptero, porque además seguro que se llevan también al ya famoso tigre.
CW es una cadena estadounidense responsable de series bastante interesantes (o a mis amigas se lo parece, vaya) como Beauty and the beast, The Originals, Supernatural, The Vampire diarys y Star-Crossed. Puede que no sean las mejores series del mundo, pero dan lo que prometen: entretenimiento, algo de terror adolescente, un poco de fenómenos sobrenaturales, y mucho, muchísimo desnudo. Torsos, brazos, piernas… un festival de cacho que tiene a todo el mundo babeando. No me mireis así, porque SABÉIS que es verdad.
El inicio del drama: Sophie babeando y Taylor sudando de ella
La que nos ocupa hoy, Star Crossed, tiene un planteamiento… curioso. Diez años después de que una raza de extraterrestres llamados ‘atrians’ aterrizaran en nuestro planeta, y en un experimento la mar de integrador, se decide que los adolescentes de esta raza intergaláctica, que se distinguen de los humanos de a pie por tener un tatuaje corporal muy vistoso, vayan AL INSTITUTO. Sí, al instituto. Ya sabéis, ese lugar en el que todo el mundo es aceptado sin prejuicios, en el que se celebra la diferencia y en el que no hay ni castas ni nada parecido. ¿Ah, que vuestro instituto no era así? El mio tampoco. Y mucho menos el de esta serie.
“Lo siento: me gustan las terrícolas”
En el episodio emitido esta noche descubrimos que una de las atrians, Sophia, aparte de extraterrestre es croqueta. (Actualización: La actriz Brina Palencia, quien interpreta a Sophia, ha dicho en twitter que la orientación sexual de la atrian es pansexual. Ahí queda.) Una croqueta intergaláctica. La pobre se ha dejado fascinar por los encantos de la Queen Bee del instituto, Taylor. Bueno, yo no la culpo, porque Taylor está buenísima, y yo también dejaría todo si ella me dijera ven. Pero Sophia, mujer, ¡que te va a romper el corazón! ¡Que a ella le gustan los atrians, pero los chicos!. Esto está destinado a ser un dramón highschool distópico interestelar de dimensiones desorbitadas. Y si no, al tiempo.
Vaya por delante una aclaración fundamental: nosotras ADORAMOS a las escritoras de ficción lésbica. De veras. El mundo sería un poco peor sin ellas y en nuestra sección de libros siempre son bien recibidas. Peeeero si eres una lectora compulsiva de ficción lésbica seguro que algún día te ha pasado lo mismo que a nosotras. Estás leyendo un libro y de repente piensas:”¿De qué me suena esto?” o “Un momento…. esto lo he leído en alguna parte. ¿Dónde?”. Y es que sí, lectoras croquetas, muchos libros bollo caen en varios clichés que, curiosamente, hacen metástasis de unos a otros sin que nadie sepa muy bien el porqué o dónde empezó esa moda.
Estuvimos buscando respuestas a este croqueto misterio universal, pero como no las hemos encontrado, preferimos traemos los 10 tópicos que se repiten en (casi) todos los libros lésbicos. Porque habelos, hailos, aunque, por supuesto, también existen honrosas excepciones. Por eso y porque la autocrítica dicen que es una de las mayores virtudes del ser humano, estos son los que hemos localizado hasta el momento:
1. LA LESBIANA PODEROSA Y LA CROQUETA PROMETEDORA
Es el mayor clásico de la ficción lésbica. El Quijote del lesbianismo de las letras. ¿Quién no se ha leído un libro en el que la protagonista es una bollera super mega ultra buenorra, que cobra un pastón, que tiene un Lexus aparcado en la puerta de su casa y un Porsche en el garaje de su trabajo, y que se enamora irremediablemente de la croqueta, oh, no tan rica, pero prometedora? Respuesta: nadie. Todas hemos leído algún libro con este argumento porque se reproducen como los hongos de la piscina municipal de tu barrio. Y, bueno, sí, está bien, es emocionante y te entran cosquillitas en el estómago la primera vez que lo lees. La segunda… hmmm… piensas que a lo mejor es casualidad. La tercera, arqueas la ceja con incredulidad. A la cuarta ya te das cuenta de que nada es fruto del azar.
La madre de todas las lesbianas poderosas.
Croe que a las lesbianas del mundo nos encantan estas historias. Es como leerse la Cenicienta pero en versión bollo: pobre y abnegada croqueta que se despierta de mala hostia un lunes para ir a trabajar en su coche de mierda, en su casa de mierda, con sus muebles y su sueldo de mierda, conoce a famosa inversora de banca que se fija en ella cuando su cochazo pincha una rueda en un semáforo. Vivieron felices y comieron perdices. La princesa bollo azul existe. Y ha venido a salvarnos a todas de nuestras aburridas vidas.
Y esto nos lleva directamente al punto siguiente:
2. EL AMOR LO MEJORA TODO
El amor es un arma poderosa, lo sabemos. Y también somos conscientes de que, cuando te enamoras, todo mejora en tu vida. Los semáforos en rojo dejan de importarte tanto, la señora que cuenta hasta el último céntimo en la cola del supermercado empieza a parecerte adorable, tus amigas que tanto empeño ponen en describirte todo lo que sucede en los pañales de sus hijos de repente son encantadoras… que sí, que lo sabemos. Pero seamos sinceras… esto ES UNA ILUSIÓN. Es decir, no es real. Se trata de un estado pasajero provocado por las sustancias que está generando tu cerebro. Pero cuando esas sustancias vuelven a sus niveles normales, el semáforo vuelve a ser una mierda; los lunes apestan; la señora del supermercado es una vieja que ha puesto allí el universo para hacerte la vida imposible; y tus amigas hablan demasiado de sus hijos y comparten demasiadas fotos de ellos por Whatsapp. ¡Pero en las novelas lésbicas no! En ellas TODO MEJORA CON EL AMOR.
Las protagonistas no solo tienen la suerte de haber encontrado a la mujer de sus vidas, qué va… La mujer de sus vidas es como Jesucristo Superstar o un Santa Claus con glándulas mamarias que viene cargado de regalitossss porque cuando la conocen todo empieza a mejorar: las ascienden en el trabajo, les toca la lotería, su familia vuelve a hablarles, superan los problemas del pasado. Vaya, que casi te sientes una retrasada social cuando lees estos libros, porque inmediatamente piensas: “Un momento… yo he estado enamorada, ¡estoy enamorada!, ¿por qué a mí no me ha pasado nada de eso? ¿Qué he hecho mal? ¿¡QUÉ!?”. En casos realmente graves, incluso puede que empieces a mirar mal a tu novia por no haberte traído toda esta dicha y felicidad cuando la conociste. Y, oye, no, que tampoco se trata de eso, pobre criatura. Es decir, amor sí. Amor todopoderoso, con mesura, por favor.
3. LOS MÚSCULOS
Flexionados, contraídos, estirados, extendidos, relajados… da igual, un músculo es un músculo, ¿verdad? O eso pensabas tú… Pues no, amiga, al parecer estábamos equivocadas. Frases como “y de repente flexionó su pierna y pude percibir el músculo de su gemelo derecho” se repiten por doquier en las obras de ficción lésbica. Y tú, toda inocente, te preguntas hasta qué punto puede ser erótico un músculo de la espalda, porque por mucho que lo intentes no ves nada de erotismo en él. Porque tú, como yo, eres demasiado básica. Te fijas en lo típico, no sé: tetas, culo, ojos, boca, qué sé yo. Pero en los libros lésbicos no, allí esto de la atracción es algo mucho más complejo, que casi requiere un master en Traumatología para comprenderlo. En ellos las protagonistas perciben sin ningún tipo de problema la sutil contracción del deltoideo y, cuando lo ven contrayéndose, se ponen a mil. Palabra de honor. Te puedes reír, pero lo digo completamente en serio. No sé cuántas veces he leído descripciones como estas y he pensado: ¿Y por qué no le mira las tetas? Hagamos un ensayo:
4. LAS PORTADAS
Siempre he pensado que me encantaría conocer a los diseñadores de portadas de las editoriales porque nos desvelarían un mundo entero de colores y sensaciones. Una portada es algo básico en un libro. Puede hacer que obras de dudosa calidad como Crepúsculo parezcan obras interesantes o que novelas maravillosas como Canción de Hielo y Fuego no te llamen mucho la atención. ¡Pero en las portadas de los libros lésbicos no hace falta nada de esto! Ellos van a piñón fijo: dos mujeres (preferiblemente desnudas) se miran en actitud sugerente. Da igual de que vaya el libro. Da igual si es policíaco, de fantasía, romance, acción, misterio… las tías (desnudas, a poder ser) y el aire pornográfico de la portada parece ser que son indispensables. Es como si editaran la misma obra mil veces. O como si tuvieran a un replicante dibujando a las mismas mujeres una y otra vez y solo cambiara el título de la obra. ¿Tan superficiales nos ven los responsables de diseño? ¿Por qué todas las obras lésbicas parecen sacados de la sección XXX del Carrefour? ¿Por qué algunas portadas no se corresponden con el contenido del libro? Esto es material para otro bolloexpediente X.
Algunas de estas novelas son de género policíaco. ¿Sabrías decir cuáles?
5. EXCESO DE HUMEDADES
Y cuando digo esto no me refiero a lo que has sentido al leer esa escena subida de tono. Ojalá fuera eso, pero no. Me refiero a esos momentos en los que a las escritoras se les da por describir las humedades de una manera bastante hiperbólica. La última que leí decía algo así como que el personaje X estaba sentada en un banco del parque y al ver al personaje Y se mojó tanto que, cuando se levantó, dejó un charco en el banco. Repito, porque a lo mejor el concepto no ha quedado claro: ¡UN CHARCO! Literal. Si hay algún médico en la sala agradecería muchísimo que me diga si esto es científicamente posible. Gracias.
Cuidado con los charcos que pisas. ¡Podrían pertenecer a alguien!
6. ¿POR QUÉ TODAS SON LESBIANAS?
Está bien eso de que veamos lesbianas por todas partes (ya sabes que nosotras también lo hacemos), pero una cosa es verlas y otra muy distinta que todo el mundo lo sea. Os prometo que en el mundo real también existen las heterosexuales; en serio, no son un producto de tu imaginación, es que existen de verdad. En la ficción lésbica he llegado a leer que incluso la madre adoptiva de la pareja de una de las protagonistas era lesbiana. Y en ese mismo libro una de las protagonistas tiene una gemela malvada que también es lesbiana. Nosotras damos pábulo a eso de que “dios las crea y ellas se juntan”, pero muchos libros lésbicos tienen tal avalancha de croquetas que acaba afectando a su credibilidad. Así que, de nuevo, amigas escritoras, aceptad este humilde consejo: de vez en cuando no está mal meter a un amigo hetero que te consuele. O a una bisexual, que no abundan demasiado en este tipo de literatura. O a una hetero maligna que te machacará el corazón pisoteándolo con sus tacones de aguja. ¿Qué fue de eso de que la sexualidad es algo que fluye?
7. EL COMPLEJO DE HÉROE
Este punto sucede especialmente en la novela policíaca. Si has leído alguna recientemente, habrás comprobado un fenómeno milagroso que siempre sucede en este tipo de obras. Y no me estoy refiriendo a que la policía esté buena, porque eso no es un milagro, es una alucinación muy común propiciada por los uniformes. Pero, ahora en serio, estadísticamente hablando: ¿Cuántas posibilidades hay de que el interés romántico de la policía sea, justamente, la persona que esté en peligro? Yo no sé cómo lo hacen estas chicas, pero no dejan de meterse en líos.
Nosotras, intentando calcular las posibilidades.
Suele suceder de esta manera: policía buenorra conoce a lesbiana (poderosa) y a los pocos días la lesbiana poderosa está (qué casualidad) en peligro y a la policía (qué casualidad) justamente le asignan ese caso. Que no es que se conozcan cuando el caso está ya abierto, qué va, es que estas chicas tienen un imán para homicidas, pederastas, mercachifles, vulgares ladrones y gente de mala fe, los cuales salen de debajo de las piedras cuando empieza a haber cierta atracción entre los dos personajes principales. ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Están intentando mandarnos algún mensaje? ¿Acaso estamos en peligro? ¿Es siquiera matemáticamente posible? ¿Alguna matemática en la sala?
8. EL BAILE
Hay una cita muy famosa de Robert Frost que dice: “El baile es la expresión vertical de un deseo horizontal”. Quizá por ello, las escritoras de ficción lésbica, no paran de incluir escenas en las que las protagonistas bailan juntas. Y os avanzo ya que normalmente es una escena clave para la evolución de sus sentimientos. La música suena, rápido primero, lenta cuando salen a la pista (de nuevo: qué casualidad), ellas se ven obligadas a acercarse, se refriegan un ratito una contra la otra y ¡bang! a partir de eso estarán calientes como una de las Nespresso de las que anuncia George Clooney.
Cuando bailan siempre es “como si nunca hubieran bailado antes”. “Sus cuerpos encajaron perfectamente”. “La música sonaba solo para ellas”. “Todo lo demás desapareció”. Bien, entendemos que es un buen recurso para hacer que estalle la tensión sexual entre los personajes. Lo único que pedimos es que no aparezca en todos y cada uno de los libros escritos por una lesbiana desde que el mundo es mundo.
9. PROBLEMAS DE EQUILIBRIO
Yo nunca había pensado en la posibilidad de que las croquetas tengamos un problema auditivo que nos haga perder el equilibrio en momentos clave. Que a lo mejor no es eso, pero entonces que alguien me explique por qué cada vez que están a punto de hacer el amor una de ellas le dice a la otra: “Si sigues haciendo eso no podré tenerme en pie”. ¿Es algo figurado? ¿O literal? Porque a lo mejor es un buen momento para plantearse ir a un otorrino.
10. “TE QUIERO”
Y llegamos al final de la lista haciendo mención al momento cumbre, sin el que (al parecer) ninguna croquetolectora puede vivir. ¿Es necesario que los personajes se digan te quiero? ¿Es necesario siquiera que siempre haya una escena que sea la del “Te quiero”? No sé… llevan cien páginas follando haciendo el amor, no pueden vivir la una sin la otra, tú tienes clarísimo que están super enamoradas y, sin embargo, da la sensación de que el libro no acaba hasta que se lo dicen una a la otra:
—Te quiero.
—Yo también te quiero.
Ese diálogo parece que es imprescindible en toda obra lésbica que se precie. Pero lo peor de todo es que tú misma estás esperando que ocurra, casi se lo exiges a la pobre escritora. Te tragas páginas y páginas esperando a que llegue ese momento y si por lo que sea no llega, te sientes huérfana de tequieros y ponys y cursilerías varias, porque no te han dado tu golosina y tú, admitámoslo, eres una yonki de la ficción lésbica y cuando lees este tipo de obras necesitas que te den tu dosis habitual. Yo lo soy, lo confieso. Así que esto va para escritoras y lectoras: dejemos libertad creativa a la autora. Pensemos que si no se dicen “Te quiero” no signfica que no estén enamoradas, significa que sus sentimientos están implícitos en el texto.
BONUS
Finalmente, si has leído hasta aquí, has de saber que la obra en sí puede que tenga bonus añadidos si incluye algo como esto: una protagonista tiene trenza (?). Te sonará a broma, pero muchas la tienen, aunque no acabamos de entender por qué, exactamente; una de ella se corta la melena a lo largo de la novela; hay fuerzas de la naturaleza que les obligan a permanecer varios días juntas, encerradas (y esto engloba todo tipo de catástrofes: aludes, tormentas, huracanes y/o terremotos); hay una escena tórrida en una ducha; una de ellas tiene un pasado más negro que un hippie paseando descalazo por una autopista; y finalmente… siempre tienen un orgasmo la primera vez que se acuestan, da igual cuáles sean las circunstancias, aunque la cosa sea un aquí te pillo, aquí te mato.
Esto es todo. Tan solo añadir un par de mensajes con todo el cariño, desde esta humilde publicación. Querida escritora de novela lésbica y responsable editorial: reitero que os queremos, esto es solo una crítica constructiva. Querida lectora croqueta: aceptemos finales alternativos para que las escritoras puedan enriquecer este género con nuevas aportaciones.
¿Qué opinas tú? ¿Te ha encontrado con esto alguna vez? ¿Cuáles son tus experiencias con la ficción lésbica? Compártelas con nosotras 🙂
El pasado viernes, las actrices de Orange is the New Black y su creadora, Jenji Kohan, hicieron un panel de preguntas en el Paleyfest 2014, y revelaron nuevos detalles de la segunda temporada. Estaban todas: Jenji Kohan, Taylor Schilling, Laura Prepon, Kate Mulgrew, Natasha Lyonne, Yael Stone, Laverne Cox, Lorraine Toussaint, Michael Harney, Uzo Aduba, Danielle Brooks, Taryn Manning, Jason Biggs y Lea DeLaria. Siempre nos gusta ver a las actrices fuera de sus papeles, interactuando con sus compañeras y contándonos cosas de detrás de las cámaras. ¿Es nuestra alma de fangirl? Seguramente, pero nos hace muy felices.
http://www.youtube.com/watch?v=ViFMKSpUFMg
Durante el panel desvelaron cosas muy interesantes con respecto a la segunda temporada de la serie, entre ellas que habrá muchos más flashbacks que en la primera. La showrunner desveló los personajes de los que veremos escenas del pasado: Morello, Taystee (Danielle Brooks), Poussey (Samira Wiley), Ingalls (Beth Fowler), Miss Rosa (Barbara Rosenblat) y el nuevo personaje, Vee (Lorraine Touissant). En cuanto a Vee, del que ya os contamos que era la cabecilla de una organización de tráfico de estupefacientes, Kohan dijo que su personaje “lo cambia todo”. Dejaron caer también que podría haber usado niños como corredores de drogas, lo que dejó a los asistentes bastante asombrados.
La creadora de la serie reveló también un dato que no sabíamos acerca de la inspiradora de la historia, Piper Kerman. Por lo visto, ella cree que los guardias de la cárcel están siendo representados de manera demasiado amable. “Los estás haciendo humanos”, le dijo a Kohan. Otro detalle que desconocíamos es que el único nombre real de todos los personajes es el de Piper. En palabras de Kohan:
Cuando empezamos la primera temporada, el departamento jurídico dijo, que no podíamos usar ningún nombre exceptuando el de Piper, porque era la única que había firmado un acuerdo. La segunda temporada es más… todo aquello que queríais saber.
Como si tuviéramos pocas ganas de ver a las chicas de Mansfield… Por otra parte, las chicas son incapaces de decidirse a la hora de elegir una ‘mujer de cárcel’. Taylor Schilling y Laura Prepon se inclinarían por la poligamia (glups!) y Uzo Aduba bromeó “Yo ya tengo una esposa, no sé de lo que estás hablando”, en referencia a su obsesión con Piper. En resumen, muchas risas, muchos datos, y muchísima más impaciencia porque llegue YA el 6 de junio y podamos disfrutar de la segunda temporada de la serie.