No sé cuántas de nuestras lectoras han sido de esas niñas que soñaban con matar dragones y rescatar princesas cuando eran unas enanas, cambiándolo en la adolescencia quizás por algo más tipo espionaje, asesinos a sueldo y mafias. Yo era de esas. La idea de ser una espía era algo que me hacía soñar, inflitrarme en otros gobiernos, seducir a mujeres hermosas, quizás incluso a las esposas de los presidentes (o a sus hijas)… Una especie de Olivia Dunham lesbiana que iría por ahí rompiendo bragas corazones y salvando el mundo. Sí, sé que sueño mucho, pero es que mi trabajo es un coñazo y algo constructivo tendré que hacer mientras hago puertas de coches forjo espadas.
Y aunque ya es tarde para mí porque estoy atrapada en este dementor!curro, es posible que tú aún estés a tiempo de ser como la Señora Smith, sólo que en vez de casarte con Brad Pitt, podrías encontrar una Sydney Brystow. ¿Y que por qué te estoy contando todo esto? Pues por esto.
Sí, como lo leéis, resulta que ahora en esto de ser espías es mejor si eres homosexual. Yo aún estoy que no me lo acabo de creer, sobre todo porque no me quiero creer que el motivo por el cual lo hacen es porque los homosexuales tienden a tener menos relaciones personales con otras personas y así se centran más en su trabajo. ¿Y por qué no me lo creo? Pues porque no quiero creérmelo. ¿¡Pero que horrible manera de romper mis sueños es esta!?
A ver, que es posible que tengan razón, pero eso es porque de momento no hay muchas lesbianas entre las espías, porque aquí entre nosotras, queridas croquetas mías, todas sabemos lo que pasa si juntas durante mucho tiempo a muchas croquetas compartiendo tiempo y espacio. ¡El bollodrama está servido! Y ahora que hay tantas series con lesbianas, creo que es una buena idea para plantear una serie con lesbianas espías, algo como The L word, pero con espías. ¿¡No os parece lo más!? Porque yo es que lo veo y me está dando algo de sólo imaginarlo.