Una de las figuras más interesantes del Hollywood clásico ha sido y será Katharine Hepburn. Protagonista de algunas de las mejores películas de la historia, como María Estuardo, Adivina quien viene esta noche, La reina de África o De repente, el último verano, títulos imprescindibles en cualquier colección de cine, y la actriz con más premios Oscar de la historia, Katharine tuvo una vida personal casi tan intensa como la profesional. Y del resultado de esas vivencias resultará Kate, un biopic que nos puede traer muchas alegrías croquetas.
La película se va a basar en el libro Kate: The woman who was Hepburn, una biografía del año 2006 en la que su autor, William J. Mann, contaba detalles de su vida más que personales, desde la relación que tenía con sus padres, a todas las amantes que pasaron por sus sábanas. Porque aunque algunos, como su sobrina, se empeñen en salvaguardar no sé muy bien de qué la memoria de la actriz, ésta nunca tuvo mucho reparo en esconder que hacía equilibrios sobre la delgada linea de la bisexualidad. Se casó una sóla vez, con Ludlow Ogden Smith, y es por todos recordada su relación con Spencer Tracy, pero por el camino quedan también Laura Harding (“mi marido”), Nancy Hamilton, Frances Rich, Constance Collier, Elissa Landi y otras tantas mujeres, así como otros muchos hombres, con los que Hepburn compartió diferentes momentos de su vida.
Una de las cosas que más llaman la atención del libro de Mann es que la actriz tenía tres personalidades: Jimmy, su verdadera personalidad, y que abrazó desde que de pequeña se rapara el pelo y proclamara a los cuatro vientos que era un chico, Kath, la mujer que presentaba a su familia, y Kate, la celebridad hollywoodiense que todos conocemos. Está claro que el lado masculino de la actriz estaba más que expuesto en su vida adulta.
Ahora, la gran pregunta es ¿saldrá algo de todo esto en la película o obviarán por completo la bisexualidad de la actriz, en pos de una imagen de devorahombres? Un punto muy a favor es que la encargada de dirigir el proyecto es Clare Beavan. Clare, aparte de abiertamente lesbiana, tiene experiencia en dirigir biopics que se alejan de la norma, como ya demostró en Daphne, que retrataba la vida de Daphne du Maurier, novelista creadora de las obras que inspiraron Los pájaros y Rebecca, esa obra culmen del subtexto lésbico que debería ser de obligado visionado. Lo menos que podemos esperar de esta directora es que barra para casa. Otro aspecto a tener en cuenta es que la película es una producción independiente. Normalmente esto juega a favor de la comunidad LGBT, ya que se evitan las presiones de los grandes estudios y hay más libertad creativa.
Pero el principal, el que nos hace tener más esperanzas en que sea un reflejo verídico de, por lo menos, las relaciones amorosas de Katharine es, precisamente, el libro en que está basado. Si hay algo que no se puede negar es que Kate: The woman who was Hepburn es directo y no se anda con medias tintas, tumbando varios mitos sobre la actriz, como que era un ama de casa devota. Nada de eso. Y si han escogido esta obra para crear el guión, y no cualquier otra biografía autorizada de la actriz, suponemos que es para adaptarla, no para borrar episodios de su vida como si jamás no hubiesen existido. De hecho, el productor del proyecto ha declarado a Indiewire cual es su intención: “Esta no es la Kate Hepburn de dominio público, incluídas todas esas fotos de Tracy y Hepburn, es acerca de la mucho más fascinante y compleja mujer privada. En realidad ella era mucho más interesante y más inspiradora que el mito que creó”. Tengamos, pues, fe en el proyecto.