La historia de la hija pródiga, o no tan pródiga, que vuelve al hogar del que se fue casi corriendo y sin mirar atrás, con motivo de un evento familiar (boda, bautizo, funeral), es una constante en el cine. Y, claro, también en el cine croqueta. Sin pensar mucho se me ocurren como tres de ese estilo, unas con más fortuna que otras. Y A reason, una de ellas, merece nuestra atención.
Con motivo de la lectura del testamento de la tía Irene, una mujer fuerte acostumbrada a que las cosas se hagan como ella quiere sin que nadie rechiste, Serena, una joven lesbiana inadaptada, se reúne en la casa de la tía con sus hermanos Chris y Nathan. Chris está casado con Bianca, una mujer a la que no le va a importar tocar todas las teclas posibles para llevarse toda la herencia, pero que va a tener que enfrentarse al increiblemente manipulador Nathan. Y digo increiblemente porque lleva veinte años, que no son pocos, atormentando a su hermana, que vive completamente subyugada a su voluntad, y que ha intentado incluso suicidarse para librarse de la presión.
La película bascula entre los dos personajes principales, que son Irene y Serena. Uno representa el aferrarse a los valores tradicionales hasta el último aliento, con todo lo que ello conlleva. El otro, la falta absoluta de un lugar en el mundo en el que se sienta segura, siendo su intermitente madre el único apoyo que encuentra. Mientras que la tía Irene vive pensando en la proximidad de su muerte, y en cómo esquivarla, su sobrina quiere adelantar este hecho. Y así, con este juego de balances, las dos encontrarán la paz necesaria y el camino a seguir.
La directora, Dominique Schilling, define a Serena como “Una chica que, como muchas en estos tiempos, puede brillar con luz propia, pero está atrapada en un sitio oscuro, sin ser consciente de su propia fuerza. Ella simboliza a todas las mujeres del mundo que no han encontrado su voz, que no saben que tienen el poder de hablar alto porque han sido silenciadas a través de la gente que consideran figuras de autoridad”
El film viene avalado por la crítica: Marion Ross ganó un premio en el Hoboken International Film Festival por su papel de Tía Irene. Así que si buscáis una película de calidad para estos días de sofá y manta que se avecinan, A reason puede ser una buena opción.
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