La escritora Valerie Col abre consultorio en Hulems. Un rincón en el que, desde el humor, intentará solucionar vuestras dudas sobre el en ocasiones difícil mundo croqueta. Si tienes cualquier pregunta, puedes escribirle desde nuestro formulario de contacto. Tu mail no será mostrado en ningún momento.
Problemas con los armarios
Resulta “de que” yo tengo dos armarios empotrados, divididos, con baldas y cajoneras. Y es imposible que me pueda meter en ellos para luego salir. ¿Tú crees que por eso no me ha llegado la notificación certificada para el punto de encuentro? ¿Eso quiere decir que no tengo la tarjeta compostelana croqueta y no puedo rellenarla de sellos por mis bolloméritos? ¿Tengo que dejar de denominarme croqueta y pasar a pseudocroqueta? ¿Tengo que llamar a un carpintero?. BBG.
Hola, BBG. Me planteas muchas preguntas, intentaré contestarlas a todas. En cuanto a los armarios: No es necesario que sean los armarios de tu casa, puede ser cualquiera: en casa de algún amigo, en casa de tus padres… lo que sea. Y no es necesario que sea un armario ropero, el de las escobas está muy bien también. ¿Que todo tu entorno es más de cajoneras? No importa: en Ikea tienen una sección entera preparada para estos casos, con armarios de todos los anchos y altos, preparadas para cualquier croqueta (y croqueto). Además, si les avisas, te regalan unas albóndigas (a falta de croquetas) en la cafetería.
Todo esto es solamente necesario para la cartilla de puntos, que ofrece ventajosas condiciones a las poseedoras. Si no la tienes, te puedes perder grandes regalos como el cepillo iónico y el juego de maletas del arcoiris, pero tu vida sentimental no se verá afectada en absoluto 😉
Miradas indiscretas
Hola, Valerie: He estado compartiendo miradas con una chica de mi trabajo. Primeramente no sabía si era lesbiana (he de aclarar que yo no estoy fuera del armario, seguramente se me notara que la paso encerrada ahí) y me daba temor acercarme, pero después de todo logré saber su nombre, el caso en cuestión es que un día la vi besando a una chica con la que varias veces la he visto, por lo cual intuyo que es su novia. Las miradas entre nosotras siguen estando presentes, y hace algunos días me preguntó mi nombre. No sé que hacer, pues no quisiera meter problemas si tiene novia, pero realmente me gusta mucho, ¿Qué me aconsejas hacer?. Hikari.
Hola, Hikari, gracias por escribirme. Está bien que seas una croqueta precavida, pero mi consejo es que, si seguís compartiendo miradas, intentes establecer conversación con ella. Que si grápame este documento, que si el ordenador se me ha bloqueado, que si, ay, que te pongo este mechón de pelo detrás de la oreja que te lo llevo viendo toda la mañana y me está poniendo nerviosa. Y, aunque todo parezca indicar que la chica con la que se besa es, en efecto, su novia, no podemos descartar que se trate de algún familiar muy cercano con el que mantenga curiosas relaciones. Cosas más raras se han visto.
Y ahora, ¿qué?
Hola, Valerie. Llevo saliendo con una chica unos dos meses, y decidimos que ya era hora de dar el gran paso. Como ninguna de las dos tenemos experiencia previa con mujeres, nos dejamos guiar por las películas. Llenamos la casa de velas, la cama de pétalos de rosa, y nos dedicamos a cogernos muy fuerte de las manos y a darnos besos por el cuello. La verdad es que no sé por qué dicen que el sexo lésbico es mejor, porque a mi me pareció muy aburrido. ¿Algún consejo? A.
Hola, A. No sé qué película cogisteis de referencia, probablemente algún telefilme de sábado después de comer de Antena 3, pero créeme cuando te digo que lo estáis haciendo todo mal. Ya desde el primer libro sobre sexo lésbico del que se tiene constancia, el Coitum enter feminas, se habla de que no hay que coger las manos, sino los pies, y ejecutar una danza ritual sobre el lecho al ritmo de flautas y cascabeles. Sólo así llegarás al éxtasis. Te lo dice una croqueta de pro.