Si eres una de esas croquetas que abandonó la serie por falta de acción (sabéis a que clase de acción me refiero) entre las dos protas, puede que no sepáis cual es la situación actual entre ellas, y os estéis preguntando: ¿Qué pasa con Rizzoli and Isles? ¿Se han liado ya? ¿Se han declarado? ¿Se han ido a vivir juntas oficialmente? ¿Han decidido adoptar ya a su primer gato pese a saber que las mascotas de esa serie acaban desaparecidas y, al parecer, tristemente olvidadas? (Bass, nosotras te recordamos <3.)
Muchas preguntas, y una sola respuesta: No. Un enorme y decepcionante no.
Hace un par de semanas que se terminó la quinta temporada de la serie, y, pese a las señales que nos indicaban que, de nuevo, no habría croquetas en su sopa, yo soy un poco la clase de inocente que no pierde la esperanza hasta que no acaban los títulos de crédito, así que la retomé desde dónde la dejé a mediados de temporada (porque, sinceramente, no pasaba nada que me produjera un mínimo interés, los casos son… flojitos) con el fin de ver si con el season finale me llevaba una sorpresa (y el de quitar la serie de la lista de ‘pendientes’, desde dónde me acechaba). Y adivinad qué: ¡¡¡SORPRESA!!! No ha pasado nada de nada. AGH.
Pero, ¿por qué se niegan a darnos lo evidente? ¡Jane ya ni siquiera pasa por casa! Prácticamente vive con Maura, quien estoy segura que comparte cama más veces con Gayzzoli que con su novio. O, bueno, ex-novio, que la verdad, para uno que no le sale asesino en serie o fugitivo… la mujer tiene muy mala suerte. No se explica que los guionistas le quiten novios aceptables, que le “hacen feliz” y NO SUELEN SALIR EN PANTALLA (ojo, porque esto es importante para poder ignorar su existencia) para luego no liarla con Jane. ¡Sufrimiento sin sentido! Porque, claro, puedes estar pensando lo que yo durante la season finale: Que ahora a Jane le toca consolarla *guiño*, que el alcohol suele estar presente tras las rupturas (y ya sabemos que la mitad de las escenas se graban en un bar en el que tienen descuentos, I mean…) y que una puede no controlar pequeños impulsos cuando bebe en exceso *guiño, guiño*, que las dos están muy solas y se necesitan… *GUIÑO, GUIÑO, GUIÑO*
Pero ¡NO! Spa y el mundo arreglado. Y la otra viendo fantasmas. Chicas, no estáis bien, los guionistas os están volviendo locas, igual que a mi.
Y yo me pregunto, ¿¡qué tenemos que hacer!? ¡Ya nos hemos visto cinco temporadas! Quieren que bailemos una danza invocando al espíritu de Safo? ¿Que escalemos el Anapurna en busca de alguna planta especial con la que hacer un té raro que debemos ingerir? ¿¿Esperan que hagamos algún sacrificio humano, tal vez?? ¡¡Que alguien me diga lo que quieren!!
Lo único que sé es que agradezco infinitamente el tiempo que tenemos hasta la ya confirmada sexta temporada, porque puede que sea tiempo de revalorar el por qué de esta serie. Así, como concepto general en mi demasiado agobiante lista de series. ¿Y tú qué? ¿Crees que aún hay esperanza? ¿Te ha gustado la última temporada de Rizzoli and Isles? ¿Qué opinas de la desaparición de todos los animales que incorpora la serie? ¿Tomará medidas la PETA de una vez?