Wapa, esa app anteriormente conocida como Brenda, y pensada para ligar entre mujeres, da para un estudio sociológico, psicológico y zoológico. Eso lo sabe hasta la menos versada: Basta con entrar, una vez, un rato, ese quizás de broma con tus amigos —yo luego esto me lo borro ¿eh?— para darte cuenta de como cuece el bollomundo.
Pero si no, porque eres de esa minoría que nunca ha pisado el Wapamundo (¿donde has estado todo este tiempo amiga?), o sencillamente quieres practicar conmigo eso de riámonos por no llorar, prosigue leyendo, aunque solo sea porque al final he puesto una foto de Adele desnuda (si vas a comprobarlo te recomiendo que te bajes Wapa hoy mismo, para lo tuyo si que sirve).
Porque así como tus amigos gays pregonan alto y claro las ocho millones de redes para ligar que tienen (genéricas, no genéricas, especializadas, si eres oso, si eres castor, si eres el espíritu santo en forma de paloma) nosotras nos lo callamos y lo ocultamos a todo aquel ajeno a la causa, y también a muchas no tan ajenas (vamos, hasta el punto de esconder el icono de la app en la pantalla y cancelar las notificaciones, no te creas).
Y es que, cuanto estás en ese momento en que, cual Bridget Jones, piensas en lo oscura que será tu vida si no encontrarás a nadie y acabaras muerta, sola, comida por tu propia manada de gatos o cuando la llamada hormonal esta más a tope que el chart de Shane, entonces amiga, buscas de aquello que has oído hablar y pecas. Y NO PASA NADA, COÑO.
Este, no obstante, es solo el primer paso de toda una serie de acontecimientos que tienen lugar en la vida de toda croqueta que conozca Brenda Wapa como usuaria y que podrían resumirse en:
1. Me lo bajo para ver como es.
2. Por ahora no me pongo foto, recuerda solo vas a ver.
3. Me doy cuenta (al querer husmear) que las fotos en Wapa forman un capítulo aparte en ese estudio sociológico, de modo que descubro que están:
TIPO 1. Las de las 40 fotos, estupendas todas. Puedes contarlas con los dedos de una mano.
No es un ejemplo real, pero podría serlo
TIPO 2. Las de una foto difícil de definir: un pie, unas zapatillas, un ojo y su correspondiente oreja, una nuca sobre fondo turbio etc.
Primera vez que ves esto en tu vida
TIPO 3. Las de una foto genérica que no atisbas a saber si ayuda o no, a saber, un paisaje, un piano (¿?), una tía potorra que no es ella (y que generalmente es una reconocida bollofamosa), un mensaje reivindicativo-social de lesbiana indignada, un texto romántico nivel vomitemos mariposas y arcoíris y huyamos rápido, etc.
TIPO 4. Las de una foto. De cara, es cierto. En la que la susodicha iba de boda, o a una gala de los Oscar o a la entrega de los Nobel (como mínimo) y por la cantidad de maquillaje y arreglo vario que lleva es imposible saber quien habrá, realmente, detrás de todo aquello.
TIPO 5. Las de un par de fotos. Bellísimas personas seguro, pero oye, si te me acercas salgo corriendo y no paro hasta el mar.
TIPO 6. Las otras como tu. Sin foto. Misterio.
- Frente a tal despliegue decides pues lo más lógico, fijarte en las descripciones. Ese breve texto que tanta información puede aportar y que te hace darte cuenta de que ERROR, también es un mundo que incluye al menos:
- Las 0 información. Letra Inicial (y date con un canto en los dientes) Edad y a vivir, como tú, vamos.
- Las graciosas-empáticas: diremos que nos presentó una amiga, ¿tu tampoco pintas nada aquí? Si no tengo foto es para que me la pidas…
- Las intensitas: busco gente que no se fije en el físico y sepa ver la persona (suelen coincidir, misteriosamente, con el tipo 5 de foto)
- Las descripciónminuciosaamásnopoder: busco rubia, ojos azules, lista, culta, que viaje, que sepa chino, ruso, programar en html y que me pueda donar un riñón. (Y yo busco a Elena Anaya y aquí estoy)
- Las soy super normal, patino, me gustan los gatos, alguien que me quiera y las películas románticas.
- Visto esto decides —si en ese intervalo no te ha hablado la que teóricamente esta más cerca y ha visto que eres alguien nuevo— hablar con las que sean más guapas (tan tonta no eres) o que por lo menos tengan alguna gracia en lo que cuentan. Huirás de los orcotroles, las ultramaquilladas, las que estén demasiado cerca (mientras miras recelosa por la ventana), las que les hablas y resultan ser tontas de libro, las intensitas y por supuesto te asaltará siempre la duda de si las que no tienen foto es que son feas, es que están dentro del armario, es que tiene novia (WTF) o es que tienen dos dedos de frente (como tú, piensas).
- Si logras sacar algo en claro de allí, véase un par de teléfonos a los que escribir por Whatsapp huirás mas temprano que tarde, rauda, a hacer desaparecer las huellas del delito. Y dirás que era tu primera vez en Wapa, que no eres de esas cosas, que lo has borrado y que, OBVIAMENTE, te lo bajaste de coña.
Pasará algún tiempo para que puedas degustar si el botín logrado era tan bueno como parecía, y transcurrido ese periodo, (en que descubrirás, obviamente, que NO) volverás al punto inicial (con los miedos sobre los gatos y las llamadas hormonales) y decidirás bajarlo otra vez, (corriendo el riesgo de evolucionar a otro tipo de perfil con foto, te lo advierto), pero solo para ver que se cuece, claro está.
Dicho esto confieso que me corroen algunas dudas incontenibles
¿Los perfiles que se mantienen constantes, existen o son ficciones?
¿Las mujeres del tipo 1 alguna vez tienen una personalidad que valga tanto la pena como las fotos?
¿Alguien no se baja Brenda de broma?
¿Adele quieres casarte conmigo?
Pero sobre todo, aquello que me impide dormir por las noches
¿Existen las huellas o son los padres?