Ayer noche Antena 3 estrenó Vis a vis, su nueva apuesta por la ficción. Cuando supimos que se iba a desarrollar en una prisión para mujeres, irremediablemente pensamos en Orange is the new Black, la serie de Netflix que se está llevando todos los premios del mundo, y que está en boca de todos. El reto, pues, de A3 Media era ser capaces de crear nuevas historias que se alejaran de la serie estadounidense, que no nos hicieran pensar todo el tiempo en que era una copia. ¿Lo han conseguido?
Mi respuesta es que sí, pero no. A medias. La narrativa es similar, a base de flashbacks que explicaban qué hace la protagonista en prisión, y muchas de las situaciones (la cucaracha, el aislamiento, el documental), recuerdan sin remedio a la serie de Jenji Kohan, pero no por transcurrir en una cárcel, sino porque son, directamente, calcos. Pero, pese a ello, la serie se disfruta, y las veces en que intenta crear situaciones nuevas son las más valorables: La línea argumental del atraco y Yolanda, la historia de la Gobernanta y Zulema, la reacción del padre que vimos en el adelanto. Es ahí donde Vis a vis tiene su mejor valor, en las historias originales.
Mención aparte merecen las intepretaciones. Si bien el guión tiene alguna fractura (¿una tarjeta sim deglutida, que contiene coordenadas, en un terrario?), las actrices lo hacen tan sumamente bien que, directamente, no importa. Maggie Civantos, en su papel de novata a la que le ocurren los siete males está espléndida, Nawja Nimri se come la escena sin abrir la boca, y, en general, el elenco está muy bien escogido, y con cuatro gestos ya te han sabido explicar de qué va cada uno. Muy, muy bien.
Las amantes del croqueteo vamos a tener alegrías por partida múltiple. Como bien me decía Pippa por Twitter, alguien ha decidido que no va a haber un plan sin sus dos lesbianas besándose, y parece que se va a cumplir cada vez que enfoquen al patio. Tendremos líos entre reclusas a tutiplén, porque ya nos lo dejaron bien claro: “Es mejor ser novia de una que novia de todas”. Aunque, de momento, todo lo que vimos ayer entre chicas fue en el fondo de los planos. ¿Las veremos en primer plano de cámara?
En resumen: Una serie que visualmente es super atractiva, pero que hubiéramos disfrutado muchísimo más si el referente de OiTNB no estuviese tan cercano. Aún con todo, es muy valorable el esfuerzo de las cadenas nacionales por ofrecer programación diferente, más allá de la típica historia para toda la familia que aúna tres generaciones delante del televisor.