El pasado lunes despedimos una de nuestras series más queridas de la parrilla española. Vis a vis llegaba a su fin, tras dos temporadas en abierto, una cancelación, una compra y dos temporadas más en una nueva cadena. Por suerte, al contrario que la primera vez que creímos que se había acabado la serie, esta vez tenemos mejor sabor de boca.
La narrativa principal de la cuarta temporada ha estado protagonizada por Zulema y todos los intentos de Sandoval por averiguar dónde se escondía Altagracia. Y es que, por mucho que me pese, el regreso de Sandoval era necesario. No podría acabar la serie sin derrotar al gran villano de las primeras temporadas (casi parece que hablo de una serie de superhéroes), habría sido un final a medias. De esta forma cerraban el círculo, aunque no nos digas cuántos años les sumaron a las condena por asesinato.
Retomando el personaje de Zulema, fue un gran acierto introducir el personaje de su hija en Cruz del Norte. Nos permitió ver otro lado de Zulema, su lado materno (a su manera) y conocer su hija. Me habría gustado poder seguir el personaje de Fática, cómo podría ser otra versión de Zulema, pero Sandoval se encargó de ella por desgracia.
Justo a Fátima, la otra marcha que tenemos en le final de temporada es de nuestra querida Sole. Gran personaje que desde el principio de la serie se ganó nuestro cariño (a pesar de que era la contable de Anabel). En esta temporada descubrimos que tiene Alzheimer y empieza a estar avanzado, de forma que Sandoval decide trasladarla a otro centro. Esto da comienzo a la revuelta del capítulo final, que termina de forma muy emotiva. Primero con todas las chicas al rededor de Sole para despedirse por última vez. Tras haber sido sedada, Saray la axfisia con una almohada y posteriormente será incinerada a lo vikinga, como ella pidió, en el patio. Me dió mucha pena la muerte de Sole, pero la llevaban preparando toda la temporada y además pudo despedirse de Maca, detalle que agradecemos todos.
Al resto de personajes los volvemos a ver en el epílogo del final del capítulo, narrado por nada menos que Tere. No sabéis la ilusión que me hizo que lo narrase Tere tras dos temporadas pensando que se la iban a cargar en cualquier momento por sobredosis. Además vemos que ha rehecho su vida con Piti, que este sí que nos lo han metido un poco ya para el final pero bueno, y se ha convertido en trabajadora social.
En este epilogo vemos al nuevo director de Cruz del Norte, que no es otro más que Palacios. Vemos también que Luna es azafata de vuelo, Antonia en cocinera y Goya se ha convertido en encargada de almacén. Saray recuperó la custodia de su hija, y la vemos feliz junto a ella y su pareja (Mala Rodriguez, OJO). Ahora, no me gustó demasiado que Rizos siguiera en la cárcel. En un momento de la temporada dicen que Rizos es como una yonkie de la cárcel y aunque un poco verdad es, porque ya vimos cómo salió y volvió a entrar, todas queríamos un final feliz para Kamila.
Para terminar tenemos a Zulema y Maca, que tras su gran regreso para despedirse de Sole y ver el final de Sandoval, las vemos en el epílogo juntas. La famosa escena, conocida en Twitter como ‘la escena que da para spin-off, yo quiero ver ese spin-off’. Nos encontramos con Maca y Zule, nada menos que volviendo a hacer de las suyas robando una joyería. ¿Y la verdad? Pues sí, yo me apunto a ese spin-off.