Todas las cosas buenas o malas tienen un final y esta madrugada (horario de España/Alemania) tuvo lugar en Vancouver la final del mundial de fútbol femenino, uno de los más sonados de los últimos años, sin duda.
El sábado se jugó entre Inglaterra y Alemania el partido por el tercer puesto que conllevaba de manera extraoficial la disputa por el mejor equipo europeo. En un partido sin alma, ya que a fin de cuentas jugaban por conseguir un bronce, las alemanas dominaron aunque no supieron romper la barrera defensiva inglesa, lo que derivó en una prórroga en la que Fara Williams consiguió dar la victoria a su equipo desde los 11 metros.
Por otro lado, la final disputada esta madrugada (horario peninsular) entre EE.UU y Japón fue un partido vibrante para el conjunto americano, que se impuso a las niponas con un rotundo 5-2. Hay quien habla de revancha por la final de hace cuatro años (que se llevaron las japonesas), y las chicas de Hope Solo dejaron bien claras sus intenciones en el primer cuarto de hora, con un hacktrick de la capitana Carli Lloyd que dejó sin oportunidades a Japón. El 4-0 llegaría en el minuto 16 con un gol de Lauren Holiday. La reacción japonesa no llegaría hasta el minuto 27 con un tanto de Yuki Ogimi, único anotado por su equipo pues el segundo también sería americano aunque en propia puerta (Julie Johnston 52′). El partido quedaría sentenciado (del todo) en el minuto 54 con el primer gol de Tobin Heath en el mundial.
La otra imagen que nos deja este último partido y que ha tocado a todos los seguidores la patata, en especial a las croquetas, es la de Abby Wambach celebrando el triunfo con su mujer, la también jugadora Sarah Huffman.
¡Felicidades a las flamantes campeonas! La próxima cita irrevocable para las aficionadas al fútbol femenino será en los Juegos Olímpicos de 2016.