La actriz Jennifer Beals se ha ganado a pulso un hueco enorme en nuestro corazón. Su interpretación de la galerista/directora de museo/decana/infiel/amante de su esposa/power lesbian Bette Porter no es para menos. Ella era el alma del personaje, de un personaje que tiene un sitio reservado en el podio de los mejores papeles lésbicos de la historia de la televisión (y que algún día analizaremos como se merece). Lo sabemos nosotras, y también lo saben en Avclub, donde han hecho junto a Jennifer un repaso a su carrera, y el papel que nos ocupa tiene gran importancia en la conversación.
La serie fue muy, muy importante para mi como actriz y como ser humano que está en el mundo, porque me introdujo en este mundo nuevo de gente fantástica que no pedían perdón por ser quienes eran y a quienes amaban. Hice amigas muy queridas en el show, como Ilene Chaiken, que fue fantástica. Me animó a hablar en estos eventos LGBT sobre mi experiencia con le personaje, y conocí a un montón de increíbles activistas que de verdad fueron un modelo para mi sobre como el activismo en su raíz es verdaderamente sobre decirle verdades al poder, y teniendo muchas gente hablándole así al poder, que este no pueda ignorar lo que es correcto. Esto fue muy importante para mi como testigo, porque me ligó de diversas formas a asuntos de justicia social, y creó puentes en mi hacia asuntos de salud ambiental, lo que es, de hecho, un asunto de justicia social.
Me gusta mucho cuando un personaje entra tanto en el espíritu de una actriz como para cambiar (para bien, claro) su manera de ver las cosas, y de combatir injusticias desde su posición de fama. Es verdaderamente maravilloso. Pero la charla de Jennifer no acabó aquí, y cuenta algunas cosas más.
Cuando empecé a interpretar al personaje, cuando vi el guión del piloto, pensé “Sería increíble que alguna chica de alguna parte en medio de la nada, que no tenga acceso a su tribu, se viera representada en los medios generalistas”
Ese es, de hecho, el gran legado de The L word, el mostrar una realidad que existe, que está presente, a través de varios puntos de vista, y hacerlo en un medio tan mayoritario como la televisión, al que cualquier persona, incluída esa chica de en medio de la nada, tenga acceso a nuevos puntos de vista y experiencias a las que quizá sea fácil acceder en su vida diaria. Jennifer también cuenta cómo ella quería interpretar una gran historia de amor, y cómo cree que la suya con Tina cumplió su propósito. Si queréis leer el resto de la conversación, podéis hacerlo aquí.