Katy Perry es una tía simpática, como hemos podido comprobar en un montón de situaciones, y esa simpatía es la que le ha salvado de una situación un poco incómoda que tuvo lugar hace unos días en Brasil. La cantante participó en el Rock in Rio, y en determinado momento subió al escenario a una fan. Hasta aquí todo bien.
Pero la fan se empeñó en manosearla y en intentar besarla toooooodo el rato. Perry intentó salir del paso como pudo preguntándole cómo se decía pizza en portugués, y chorradas varias, hasta que, finalmente la despidió del escenario con una palmada en el culo. Desde aquí nuestra admiración por Rayane, porque acosar a tu ídolo de manera tan pro se merece una ovación.