Hace unos días, la carta “Quiero estar soltera, pero contigo” se ha hecho viral. Desde Hulems queremos dejarnos nuestra propia versión. Porque otra cosa no, pero las chorradas nos vuelven locas.
Quiero ser croqueta, pero contigo.
Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigas, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte para que yo pase de ti porque nadie me deja sola viendo el estreno de la nueva temporada de Orange is The New Black. Quiero que cada una haga lo que quiera, siempre que respetes el poster de Megan Fox que hay en mi habitación.
Quiero que compartamos cinco gatos pero que tu les limpies la caja de la arena. Que yo sea su madre postiza y que pueda subir mil fotos a Instagram declarando nuestro amor. Quiero que si lo dejamos, te los quedes tú todos. Porque, en el fondo, les tengo alergia.
Quiero que me hables de las noches que vas al Escape. Que me digas que había una chica que te hacía “ojitos”. Mientras tanto, yo estaré en el Fulanita haciéndole ojitos a otra.
Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracha para poder cagarme en tus familiares y recordarte que yo me levanto a las siete de la mañana. Quiero que me presentes a tus padres en la tercera cita y que nos vayamos a vivir a los dos meses a un ático del centro. Quiero que lo pagues tú todo, porque todos queremos cosas bonitas en la vida.
Quiero mirarte el Wapa y descubrir que estamos hablando con la misma rubia buenorra. Quiero quitártela para sentirme segura de mi misma y luego volver a hablar con cinco más (aunque ninguna sea muy wapa).
Quiero que hablemos juntas de nuestros bollos dramas. De aquella pelirroja que te acosaba y te hacía fotos a través de la ventana. Que comamos juntas, pero que tú cocines, que no me apetece mancharme las manos. Quiero que discutamos si París o Roma. Si Londres o Tokyo, aún sabiendo que nunca iré contigo porque roncas y tu transito intestinal sufre mucho con los viajes. Quiero sorprenderte diciendo: “me largo, aquí te quedas con tus discos de Soraya.” Porque te lo juro, no aguanto más levantarme con sus canciones los domingos.
Quiero mirarte la carita cuando te diga todos los trastornos de la personalidad que poseo, que me digas los tuyos y que podamos intercambiar nuestros traumas infantiles para luego usarlos en tu contra en las peleas. Quiero que me dejes ponerme tu ropa, pero yo a ti no, que no tenemos la misma talla.
Quiero que quememos todas las etapas de nuestra relación en los primeros seis meses. Quiero ser una intensa y que la gente diga que estamos taradas mentales. Quiero hacernos quinientas fotos juntas y cambiar mi estado de Facebook de “soltera” a “con alguien”, para cambiarlo a “es complicado” cada vez que nos enfademos.
Quiero tener miedo contigo. O de ti. Porque levantarme a tu lado cuando llevas el maquillaje corrido es una experiencia religiosa.
Quiero que me digas te quiero y poder decírtelo yo. Quiero dejarte por otra mas joven, más alta, más guapa y más delgada y no arrepentirme. Quiero quedarme con tu camiseta favorita solo por joder. Y pedirte una indemnización por daños mentales. Quiero quedarme con tus plantas y dejarlas que se sequen al sol del verano de Madrid.
Quiero algo que sea simple y al mismo tiempo complicado. Quiero preguntarme por qué contigo, si te conocí un día de fiesta borracha y ni siquiera me gustabas. Quiero que estemos en la misma habitación y no poder dejar de mirar ese pelo que tienes en el bigote.
Algún día, te encontraré.