El fotógrafo Alfred Eisenstaedt tuvo la suerte de estar en el momento y lugar precisos aquel 14 de agosto de 1945, Día de la celebración de la victoria estadounidense sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. Con Times Square de fondo, Eisenstaedt captó con su cámara lo que se convertiría en la imagen más icónica del final de la guerra, y de paso en el beso, con permiso de Burt Lancaster y Deborah Kerr, más famoso de la historia.
Con motivo del Día mundial del beso, celebrado el día 6 de julio (nos lo apuntamos para otro año), el realizador italiano Phaim Bhuiyan ha rodado una reinterpretación de la escena, sin la misma carga simbólica, pero desde luego con la misma potencia visual.