El capítulo anterior nos dejó muy tristes con su final y con mucha incertidumbre sobre lo que pasaría en el siguiente.
El décimo capítulo de esta temporada se titula “Smitten”. No sabemos si tomárnoslo con el sentido de ‘enamorado’ o de ‘afectado’. Esperemos que al final del recap podamos decir que se refería a lo primero. Eso sí, sea cual sea el final, avisamos de que tengáis clínex a mano, porque seguramente los vais a necesitar.
El principio del capítulo nos deja smitten, pero con el significado que no queremos. Allie va hasta las cejas y está liando un espectáculo en el patio.
A veces ser extra en las series tiene sus cosas buenas.
Si nos centramos en el lado positivo, vemos a Bea modo-protectora-on, aunque luego responda que no a la “proposición” de Allie.
Por cierto, a ver si os aclaráis. Que os guste el baloncesto no quiere decir que vayáis pasándoos a Allie como si fuera una pelota.
Allie sigue deambulando por la cárcel. Bea modo-protectora-on le dice a Kaz que se ocupe ya de ella, porque si sigue así, acabará mal. Kaz no tarde en echarle la culpa a Bea de que Allie esté así.
Al final, como se veía venir, Allie se mete en un lío importante. Menos mal que tenemos a Maxine que avisa a Bea modo-protectora-on y llegan a tiempo.
Pues…
Por si no ha quedado claro.
Bea, te han pillado…
Lloro.
Lloro mucho.
No me quedan lágrimas ya.
Allie sigue en busca de más droga, pero con las amenazas de Bea, nadie se atreve a vendérsela. En este momento, entra en acción Jake. Le ofrece drogas a cambio de que le consiga un teléfono móvil que tiene Kaz. Sabía que Jake no era de fiar. Allie se lo consigue (veremos si no le trae consecuencias con Kaz) y vuelve a consumir. Entonces se cruza con Bea y Maxine y ocurre esto.
Menos mal que Will es buena persona y le cuenta la verdad.
Ay, Allie.
«Hizo que tu corazón siguiera latiendo». Sí, en inglés suena mejor. No sé por qué, pero esta frase dice tanto…
¿Aún os quedan clínex? A mí no.
Es momento de que Maxine entre en acción, porque sin ella, esto no va bien.
¡Tiempo muerto!
Me veo obligada a interrumpir este recap para hacer un nombramiento oficial. Maxine, con permiso del fandom, te nombro Captain of the Ballie Ship. En inglés, que queda más guay.
¿Cuáles son sus méritos? Darse cuenta antes que nadie (antes que las protagonistas incluso) de que Ballie existía, ayudar a Bea a que viera la realidad y apoyarla. Tenemos las pruebas.
Prueba 1: Maxine se percata de que Allie mira a Bea de arriba a abajo.
Prueba 2: Maxine informa a Bea de que le gusta a Allie.
Prueba 3: Maxine presente en ligoteos.
Prueba 4: Maxine presente en más ligoteos.
Prueba 5: Maxine testigo de cómo tontean.
Prueba 6: Incluso en este momento fugaz, Maxine es testigo.
Prueba 7: Bea se va a su cita con Allie y Maxine lo sabe.
Prueba 8: Maxine le dice a Bea que se lance.
Prueba 9: Maxine hace ver a Bea que Allie no estaba jugando con ella y que Ballie es real.
Prueba 10: Todo lo que ha hecho durante este capítulo, que no es poco.
¡¡¡Gracias, Maxine!!!
Fin de la cita interrupción.
Sigamos… Tras el consejo de Maxine, Bea recapacita y, ejerciendo su poder de Top Dog, le pide a Vera que traslade a Allie a su unidad. Deseo concedido.
Allie se compromete a volver a dejar las drogas y Bea a estar a su lado aunque no vaya a ser bonito. Recordemos que Bea perdió a su hija por una sobredosis; seguramente esto tampoco sea fácil para ella.
Podríamos llamar a este momento la versión carcelaria del U-Haul, ¿no?
Aunque no vaya a ser bonito, Bea está con Allie en todo momento.
Puede que el proceso no sea bonito, pero estas escenas han sido preciosas. Nos han hecho sufrir durante todo el capítulo, con cierta lógica, pero estos minutos finales han sido un regalo para nuestro corazón shipper.
Y tanto que está en buenas manos, Sonia.
¿Quién quiere que Allie le enseñe a Bea lo que es «real sex, good sex»?
Bueno, chicas, la mayoría manda. Ya sabéis lo que tenéis que hacer…
Después de este capítulo, parece que todo va a ir bien entre ellas. O no. Nunca se sabe. No nos olvidemos de que es Wentworth.