Bueno, a ver cómo explico esto. Según la página web Courthouse News Service, una mujer estadounidense ha presentado una demanda colectiva de 18 páginas contra le empresa de juguetes sexuales Standard Innovation alegando que uno de sus productos, el vibrador “We-Vibe”, recopila sus datos íntimos. Este aparato tiene una app gratuita, “We-Connect”, para “mejorar” la experiencia de los usuarios, que pueden tocar la pantalla de su teléfono y controlar las vibraciones y subir la intensidad, crear sus propias vibraciones, o, literalmente, “encender a tu pareja cuando te conectes y jugar juntos desde cualquier sitio del mundo”.
El caso es que, habiendo una aplicación de por medio, la demandante, a quien se refieren como N.P., ha asegurado en el documento que “We-Connect monitoriza y graba, en tiempo real, cómo usamos el aparato”, y que Standard Innovation envía esa información privada a sus servidores en Canadá. Y no solo eso. Si puedes controlar un vibrador con una aplicación, un hacker también podría hacerlo, claro.
A priori puede parecer una novela random de espionaje, pero es cierto que la empresa de seguridad en internet Trend Micro, de Los Ángeles, ya había avisado a principios de año de que los juguetes sexuales “inteligentes” son vulnerables a los piratas internautas. La empresa demandada ha escurrido un poco el bulto y ha dicho en un comunicado que, “dada la naturaleza íntima” de sus productos, “nos preocupamos seriamente por la privacidad de nuestros clientes y por nuestra política de transmisión de datos”. ¿En qué se quedará la demanda de N.P.?