El revival de Las chicas Gilmore por fin ha aprobado la asignatura que tenía pendiente: el trato que hace de la homosexualidad. Aunque tampoco nos vengamos muy arriba, la serie sigue siendo heteronormativa se mire por donde se mire. Al menos, ahora, tenemos cabida en ella. Más o menos.

Durante sus siete años de emisión, a pesar de que la idea inicial de Amy Sherman-Palladino, creadora de la serie, era que Sookie fuera lesbiana, lo que se truncó por la negativa de los jefes de The WB, en ningún momento nos volvimos a cruzar con un personaje que se identificase como homosexual y, en más de una ocasión, éramos la gracia de los chistes de los protagonistas. Como resumen resumido y justificación se podría decir estábamos a principios del 2000, pero las cosas han cambiado. Ahora estamos en el 2016, y esto ya no es The WB, es Netflix. Tenemos series como Orange is the new black y, cada poco, un nuevo personaje LGBT en nuestras series favoritas. Las 4 estaciones de Las chicas Gilmore quería ser acorde a los tiempos que corren, ha hecho un esfuerzo, pero se le ha quedado corto.

En esta nueva temporada nos han resuelto la duda que nos venía impidiendo dormir bien por las noches, ¿es Michel gay o sólo francés? Como todos veníamos sospechando, lo primero. Sabemos que está casado, que su marido se llama Frederick, y que tienen la intención de formar una familia. Idea que le entusiasma a Michel tanto como le podría entusiasmar cualquier cosa que no fuera Céline Dion, es decir, nada. Michel no deja de hablar de su marido y de sus planes de futuro pero, a pesar de que el malhumorado conserje es uno de los personajes favoritos de la audiencia, no nos han presentado a su media naranja ni en un mísera fotografía. En cambio, era muy necesario que apareciera el padre de Lane. Ya.

Los comentarios homófobos han sido erradicados (para la próxima vez, a ver si los tránsfobos también corren la misma suerte) y se nos ha hecho saber que el idílico pueblecillo de Connecticut ya cuenta con alguna persona LGBT en su censo. Aunque todavía no son las suficientes, se quejan en Primavera, y, todo ello, a pesar de lo bonitas que son sus casas, como apunta Lorelai. Es en ese episodio donde Las chicas Gilmore hacen autocrítica, reconocen sus errores pasados y admiten su total falta de representación LGBT de una manera muy gilmoriana, con mucho humor y en el consejo semanal del pueblo. Taylor quiere celebrar el día del Orgullo en Stars Hollow, pero claro, andan faltos de población LGBT. Cuentan con un hombre llamado Donald, una pareja de croquetas (a quienes no vemos en pantalla) y ¿a Gypsy? ¿Fue eso una salida del armario? Porque yo diría que sí…

En Las 4 estaciones de Las chicas Gilmore escuchamos hablar de homosexualidad, y de manera positiva, pero seguimos todavía sin verla porque sigue siendo muy conservadora en ese aspecto. Resulta irónico que sepan donde está el fallo, lo señalen con el dedo, pero no hagan los suficiente para solucionarlo. Ahora que ya sabemos que Stars Hollow es gay-friendly, yo voto por hacer las maletas y mudarnos para subir el censo de personas LGBT del pueblo de una vez.