Ana no quiere enamorarse de nuevo. Su última relación la dejó muy, muy tocada, y se ha construído una coraza para protegerse de cualquier cosa que pueda pasar. Lo que no esperaba es que pasase Ruth, una chica mucho más joven que ella, y con el superpoder de meterse, irremediablemente, en lo más hondo de Ana.
Descubrí Otoño y los palíndromos prácticamente por casualidad, ya que Esther Semedo no ha publicado más obras, ni he visto ninguna otra reseña en internet. Pero no puedo estar más contenta de haberlo comprado, porque lo he disfrutado muchísimo. La historia, romántica y sencilla, te atrapa como pocas lo han hecho conmigo últimamente, y los dilemas de las protagonistas son tan humanos y cercanos que zambullirse en ellas es una tarea que se antoja sencillísima.
En esta historia no hay giros sorprendentes, no hay vuelcos al corazón. Lo que hay es un profundo sentido de la honestidad por parte de la autora, que hace encaje de bolillos con situaciones por las que todas hemos pasado, hilando los sentimientos humanos más universales para dar forma a un relato sencillo y disfrutable, aunque demasiado corto para mi gusto.
Esta pequeña joya de la literatura lésbica es una de las recomendaciones más entusiastas de esta temporada. Echadle un vistazo, porque merece muchísimo la pena entrar en la historia de Ana y Ruth.