Hace unos meses, la aplicación de ligoteo Tinder actualizó en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido el abanico de identidades con el que sus usuarios podían identificarse, yendo más allá de la dicotomía hombre/mujer. Ahora, y coincidiendo con las fechas del Orgullo, Tinder España hace lo propio.
Para aquellos usuarios que se identificaban como trans, o con un género entre o más allá del género binario, la limitación de tener que identificarse como hombre o mujer no se ajustaba en absoluto con su identidad. Ahora, con la inclusión de nuevas identidades de género, y la opción que el usuario pueda escribir ‘otros’ en caso de no sentirse identificado con ninguno, todo el mundo cabe dentro de la app.
Javier Giner ha dirigido el spot publicitario, protagonizado por rostros conocidos entre los más jóvenes (o, bueno, que pasan muchas horas en internet) como Jedet o Miss Nina, y otras personas que cuentan un poco cómo se identifican, y cómo imaginan el futuro.
Una persona genderless, una mujer trans, una mujer pansexual, un hombre homosexual, una mujer bisexual, una mujer heterosexual, y una persona de género fluído, en un discurso sobre la necesidad o no de etiquetas e identidades. El video es chulo, necesario, y nos da esperanza de un futuro mejor.
Pero (¿que creíais, que no iba a haber un pero?), una vez más, como si fuera esto el Pregón del Orgullo, las lesbianas se quedan fuera de la sopa. No consigo comprender cómo, en un video por la diversidad, las únicas personas del abanico que tienen relaciones sexoafectivas exclusivamente con otras mujeres, es decir, que no las tienen con hombres, no están incluidas como parte fundamental del relato. Que sí, que hay una mujer bisexual, otra pansexual, ¡incluso una heterosexual!, pero la falta de espacio público que las mujeres lesbianas parece que tienen (tenemos, vaya, que la que escribe se identifica también como lesbiana), no voy a decir que sea preocupante, pero vamos: es escasa y necesitamos más. Mucha más. Más visibilidad, más voces, más potencia.
Es muy probable que este texto nazca del cabreo que me está suponiendo toda la información que recibo estos días sobre el Orgullo, un Orgullo pensado en su mayoría para hombres cisgays. Porque, ¿dónde están las mujeres en los carteles promocionales? ¿Y en las ruedas de prensa? ¿Cuantos de los actos programados nos tienen en cuenta?. De todos modos, me quedo con las palabras de Valeria a las nuevas generaciones: no bajéis la guardia. El camino ya está hecho, pero es más fácil desandarlo que andarlo.