Mientras que otras superheroínas se han acercado al feminismo de forma posterior a su nacimiento, especialmente en los últimos años, Wonder Woman ha nacido directamente del feminismo. Es algo intrínseco que lleva en su ADN. Así lo quiso su creador, William Moulton Marston, que al concebir a Diana buscaba inspirar a las mujeres a ser ellas mismas, a conquistar el mundo.
75 años han pasado de eso ya. 75 años en los que Wonder Woman siempre ha estado ahí, más o menos presente, con mayor o menor relevancia el mundo de los cómics y en la sociedad, pero que siempre ha resurgido cuando más se la necesitaba. 75 años que cubre Elisa McCausland en Wonder Woman: El feminismo como superpoder y donde explora cómo este personaje de cómic, heredera de sufragistas y amazonas, y emblema de la lucha feminista, ha trascendido de las viñetas hasta convertirse en el icono que conocemos ahora con todo lo que se eso lleva aparejado. Por un lado, que su esencia se diluya y se quede por el camino, pero a la vez, que llegue a un mayor número de personas que nunca han cogido una historieta suya, pero que la conocen y saben por lo que lucha.
Esa importancia y trascendencia en la cultura popular y, especialmente, para el movimiento de liberación de la mujer, no siempre fue acompañada de importancia y trascendencia en el mundo del cómic. No se ha librado de malas representaciones, de la falta de interés de autores, editorial y público en ella, o del sometimiento a los distintos cánones reinantes para las mujeres en el medio de los que ni siquiera ella, la princesa de Temiscira, fue capaz de escapar. Aún así, como deja claro Elisa McCausland en Wonder Woman: El feminismo como superpoder, siempre ha sido y sigue siendo una figura a reivindicar, especialmente en un momento como el actual en el que vivimos y en el que necesitamos a las superheroínas más que nunca.
Un libro ameno, entretenido y accesible para cualquiera, tanto si se es un fan hardcore del personaje, alguien que ha leído algún cómic de manera ocasional, o alguien que simplemente pasaba por allí y le llamó la atención. Basta tener un un mínimo interés en Diana como personaje y Wonder Woman como mito para que sea disfrutable y encontrar algo en él que llame la atención.
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