Young and promising se ha vendido como la Girls noruega. Este ha sido siempre su reclamo y, aunque la serie de Lena Dunham no es santo de mi devoción porque nunca conseguí conectar con ella, reconozco que fue ese reclamo lo que me hizo interesarme por esta pequeña maravilla llegada de los países nórdicos gracias a Filmin y que me ha cogido totalmente por sorpresa.
Con, hasta el momento, tres temporadas, de seis capítulos cada una, Young and promising es un buen retrato de la generación millennial. Una serie que resonará en todas aquellas que, al igual que las protagonistas, Elise, Alex, y Nenne, formamos parte de ella.
Elise quiere ser monologuista, Alex quiere ser actriz, y Nenne quiere dedicarse a escribir, pero no tardarán demasiado en darse cuenta de que sólo con quererlo, por muchas ganas que tengan, no van a conseguir que se haga realidad, y que la vida suele terminar tomando forma por situaciones que escapan totalmente a su control y a las que tendrán que saber adaptarse. Las tres son creativas, ambiciosas, y desbordan talento, pero nunca se imaginaron que navegar por las aguas que las separan del mundo adulto sería tan difícil.
La familia, las relaciones amorosas, la amistad o el trabajo, y las alegrías y las decepciones que van de la mano de cada uno de ellos son los temas centrales de la serie. Está escrita, dirigida y protagonizada por Siri Seljeseth (Elise), y tanto ella como el resto del cast hacen un trabajo soberbio delante y detrás de las cámaras, para conseguir reflejar con naturalidad, realismo y un tono desenfadado problemas que no son ajenos a las que nos encontramos más cerca de los 30 que de los 20.