¡Hola, croquetillas! En el primer artículo que hice, hace ya unas cuantas semanas, hablé de tres series un poco en general. Sasameki Koto (palabras susurradas), pagó la novatada del momento y hablé muy poco y mal de esta preciosa serie. Igual que me pasó luego con Utena. Antes de hacer otros artículos que tengo en el tintero quería remediar ese error y dedicar un artículo más elaborado de esta serie, que en cierto modo me devolvió la esperanza con el género.
Ya dije que esta serie no existiría sin Marimite, que además estará presente a lo largo de la trama. Pero ni plagia ni hace cosas feas.
¿De qué va? Pues es la historia entre dos amigas, Ushio [aunque se dirigen a ella más por el apellido, Kazama] y Sumika. A Kazama le gustan las chicas y a Sumika le gusta Kazama. Parece fácil, pero no. A Kazama le gustan las chicas femeninas y Sumika no es que lo sea. Sumi-chan se dedicará a ayudar en todo lo que pueda a su amiga del alma a conseguir novia, mientras sufre en silencio. Aunque esta relación va evolucionando poco a poco, al final las dos chicas acabarán juntas, como cabía esperar. Pero ver toda la trama y al resto de personajes es muy divertido. Es de las series que más he disfrutado sin ser de mis especiales.
Hay 5 personajes más a destacar, y todos formarán el club de chicas [un chico incluido, esto tenía su gracia]. Tenemos otra pareja lésbica ya formada, Tomoe y Miyako. Tomoe es repetidora por temas de salud, es la mayor de la pandilla. Miyako es la típica chica tierna y delicada, Tomoe es su caballero andante. Es una pareja sin desperdicio, porque sin ser erótico festivo no se cortan un pelo y te ríes mucho con sus locuras. En cuanto conocen a Sumika y a Kazama las calan al instante, solidarizándose con Sumika. La locura de Tomoe añade un punto muy fresco a la trama, que lo cierto es que tiene mucho humor. También está Masaki, el chico del grupo de chicas, que las soportará. Kiyori, la amiga hetero a la que engañan y secuestran para el club. Y de propina, la fangirl de Azusa. Esta merece comentario aparte.
A ver, como dije, esta serie hace homenaje y guiño a Marimite, ¿no? Pues hay dos personajes importantes en todo esto. Uno es el hermano de Kazama, que es escritor. Trabaja con novelas de chicas para chicas. Esas novelas son un calco de Marimite. Yo es que según vi la portada de los libros se me escapó la risotada por lo bien hecho que estaba. Pongo imagen comparativa…
El hermano es el autor con pseudónimo femenino. Azusa es la fangirl que tiene idealizado ese universo. Cuando conoce a las otras chicas terminará en el club porque se obsesiona un poco con Sumika, a la que convencerá para que le ayude con sus frikadas yendo a convenciones y todo.
Otra cosa maravillosa de esta serie es que no hay drama. Sí se sufre un poco con Sumika suspirando por Kazama, pero como vas viendo cómo evoluciona todo tampoco es un sufrimiento desesperante. Además, es una serie con mucho humor [a destacar el capítulo de la búsqueda del tesoro o el del parque acuático] y te lo pasas muy bien con las idas de olla de todas ellas. Kazama está loca a su manera. Sumika parece seria, pero se dedica a dar zascas. Los personajes que sufren al resto de la pandilla. Tomoe y Miyako que siempre que aparecen es un lujo… Y son solo 13 capítulos, que te los ves en un suspiro.
La semana que viene, si no hay cambio de planes, seguramente hable de Noir. Aunque como mi agenda es tan voluble en este aspecto, vete tú a saber de qué hablo al final.
¡Gokigenyou!
Nanaho.