¡Hola, croquetillas! Bueno, este artículo lo tenía en borrador listo para pasar a limpio, pero sufrirá unos cambios a la hora de pasar a digital. Hace dos semanas os comenté que hablaría de varias series de la temporada, y que hoy tocaba hablar de una serie mala. Digo que modificaré el borrador porque he mandado a la mierda a la serie de la que voy a hablar. Más que por mala, por floja, insípida y lenta que tarda demasiado en arrancar y ya me he cansado.
Realmente esta temporada está siendo muy floja, me da rabia que la serie que más esté esperando a que salga sea Sarazanmai, aunque como fumada está muy curiosa. Esta temporada tenía marcados 10 animes o así que quería cotillear y al final mi lista se ha reducido a la mitad. De esos 5 animes solo os hablaré de 2 más el de hoy, ya que los otros 3 no son del género ni de lejos y tampoco feministas. Bueno, quizás Sarazanmai mute en algo más curioso todavía, nunca se sabe.
Hoy hablaré de “Hachigatsu no Cinderella Nine” [las nueve cenicientas de agosto]. Esta serie me llamó bastante al comienzo, el primer episodio me resultó decente, pero luego fue en picado. Pintaba bien, un grupo de chicas de instituto que se va a esforzar por crear un equipo femenino de baseball, ya que hay pocos equipos profesionales y las chicas que juegan suelen hacerlo en equipos mixtos.
Realmente no sé cómo enfocar la reseña, por lo fiasco que me ha resultado. De momento no tiene ni número de episodios definidos. Llevan 5 emitidos y no ha pasado nada. Les ha costado la vida crear el equipo y apenas están entrenando. Si esto dura 12 o 13, ya os digo qué truño más bonito va a ser. Y si son más, es lenta con avaricia. Que una cosa es que una serie sea de ritmo tranquilo, que se acepta [¡y me gustan!] y otra cosa es que no pase absolutamente nada sin ser un slice.
Me ha dado mucha rabia porque parecía interesante. Chicas creando un equipo de baseball, no softball. Un deporte típicamente masculino donde a las chicas les cuesta abrirse hueco. Joder, es que no les costaba nada hacerlo bien. Pero no, no se podía. Primero, la que inicia todo, Tsubasa, parece tener unos cuantos traumas a las espaldas. ¿Era necesario el drama? ¿No podían limitarse al deporte? Su amiga del alma, Tomoe. Que entiende y apoya a Tsubasa, pero tampoco es que haga nada. Bueno, seré justa, ninguna hace nada especialmente. Cómo no, la tímida alta. Y la que va con un gorro o capucha con orejas de gato. Repito, ¿era necesario? Por favor, no nos olvidemos de la borde que también tiene traumas y muchas historias a sus espaldas, Ryou. Yo esperaba que tuviera algo con Tsubasa, pero no me apetece esperar a verlo. No nos dejemos a Yoshimi, la animadora tradicional con chanclas de madera. Muy útil su indumentaria para hacer nada.
Que no os engañe la imagen que no es así.
Soy dura, lo sé. Pero me siento estafada. ¿Qué es lo que pretenden con esta serie? Ni puta idea, pero no era lo que yo esperaba. No sé, con la cantidad de animes de deportes que hay, ¿no podían hacer algo chulo? Joder, es que hasta Two Car, siendo la fumada que es, tiene mejor trama que esto. Es más, diré que StrawPa me parece una joya en comparación con esto. Imaginad el nivel, si no la habéis visto. Además, el dibujo deja mucho que desear. Yo quería a mis jugadoras con cierto nivel de croquetismo. Sinceramente, no sé cuál es su público objetivo ni por qué gastan esfuerzo y material en hacer cosas así.
Realmente más que reseña esto ha salido una queja, pero no me parece justo recomendar algo que creo que es mejorable.
Con esto me despido por hoy. La semana que viene hablaré de Fairy Gone, los mafiosos con hadas y poderes. Otra que me está despistando mucho y no sé si tendrá componente bollo o no, por eso le estoy dando cuartelillo.
¡Gokigenyou!
Nanaho.