Cuando hace unos meses salió la noticia de que Janelle Monáe iba a hacer la última parte de su gira en Inglaterra no me lo pensé dos veces y compré entradas. Dirty Computer es uno de mis discos favoritos desde que salió y sabía que tenía que aprovechar la oportunidad. Desde luego no estaba equivocada y las casi dos horas de espectáculo que dio no defraudaron ni un solo instante.
Mis expectativas estaban sumamente altas después de ver el concierto de Glastonbury y he de decir que salí del SSE Arena Wembley sin parar de bailar y cantar las canciones de Janelle. La artista abrió el show con Crazy, Classic, Life y Screwed. Esta vez sin Zoe Kravitz, quién la acompañó en su último concierto en Londres hace unos meses.
Janelle cantó, bailó, tocó la guitarra y llenó Londres de mensajes cargados de reivindicaciones políticas y de lucha. Y haciendo honor al Mes del Orgullo no dudo en hablar abiertamente de su sexualidad y la situación social que estamos viviendo.
Soy una mujer negra queer cantando en Wembley. Pero tenemos que seguir luchando. Luchando por los derechos de la comunidad negra. Por los derechos de la mujer. Por los derechos queer. Por los derechos de las personas discapacitadas. Por los derechos de los inmigrantes, de la clase obrera como mis padres y mis abuelos…
Pero, ni mucho menos, esto fue el plato fuerte de la noche porque Janelle tenía guardado su mejor as debajo de la manga para acabar una noche inolvidable.
Al ritmo de I got the juice subió a varias fans al escenario que demostraron sus aptitudes para el baile pero cúal fue la sorpresa al ver que Janelle Monáe recibía en el escenario ni más ni menos que a la mismísima Lupita Nyong’o. Con gafas de sol y casi de incógnito, la actriz apareció para darnos el momento que todos necesitábamos, aún cuando no lo sabíamos.
Los medios se hicieron eco al instante y ninguno se olvidó de mencionar la aparición de Lupita como el momentazo de la noche. Desde luego para todas las mujeres queer de ese recinto, también lo fue.
Mucho se ha hablado de la relación de ambas desde que salieron unas fotos bastante juntas en la MET Gala. Si a eso le añadimos que Janelle solo parece llevar a personas muy especiales a sus conciertos (Tessa Thompson la acompañó en su último concierto de Londres) solo nos queda sumar dos más dos.
Sabemos de buena tinta que Janelle lleva su vida sentimental bastante en privado. A día de hoy su relación con Tessa Thompson sigue siendo bastante críptica pero nos conformamos con las pequeñas señales.
Sea como sea, el concierto fue maravilloso y verlas haciendo twerking en directo fue la mejor manera de acabar el Mes del Orgullo.