¡Hola, croquetillas! Empezamos el año y la temporada de invierno con fuerzas. Este artículo podría haber tenido muchos títulos, pero este me parecía más intuitivo.
Cuando os hablé de la temporada de invierno ordené las series de las que hablé en orden de interés. No me equivoqué. La serie que me ha robado el corazón [realmente me lo robó en el primer minuto] ha sido “Oshi ga Budoukan Itte Kuretara Shinu”. Que traduje mal el título, pero me perdonáis porque sois majas y era normal traducir mal ese trabalenguas. Significa “si mi idol favorita llega al Budoukan, moriré gustosa”, en el sentido de que quiere que triunfe su idol favorita, el Budoukan es una gran calle de Tokyo donde hacen grandes actuaciones.
¿De qué va? Pues Eripiyo es una chica de 20 años, vemos que trabaja en una fábrica de panes [recordemos que los panes de sabores japoneses no son como nuestro pan, sino que son más en plan bollo y se envasan de forma individual]. Mientras pasea se le acercará Maina, que está en un grupo de idols, aunque es de las menos valoradas. Le pedirá a Eripiyo que vaya a ver su actuación. Eripiyo tendrá un flechazo con la idol. Tras ese primer encuentro hay un salto temporal de 2 años donde el grupo de Maina, Cham Jam, ha ganado popularidad y Eripiyo es una fan un tanto… Intensa.
De momento solo se ha emitido un episodio, que lo vi el jueves por la noche. Ahí veremos que Eripiyo es una fan muy entregada que hace todo lo posible por coincidir y acercarse a Maina. No es un acoso y derribo muy fuerte, se ve más en tono de humor, porque Eripiyo está enamorada de Maina y quiere acercarse, pero ella misma marca muchos límites para no incomodar a la idol [que ese momento del final del episodio lo demuestra, cuando pierde la oportunidad del abrazo por respeto].
Aunque el primer episodio se centra más en Eripiyo, una chica poco femenina, que va en chándal todo el rato, muy pasota y se ve que no tiene grandes dotes sociales; al final se verá un poco más a Maina, que es una idol muy tímida y reservada.
Algo que me ha gustado de la serie es que ofrece varios puntos de vista, dentro de un gran realismo. Porque me consta que las cosas son así al ser fan de los musicales de Sailor Moon [que me han dado mucho vocabulario sobre estos temas].
Es realista porque Eripiyo es la típica pasota asocial que ve como, por ser amable con una idol, esa chica le roba el corazón. Maina demuestra que no todas las idols son lanzadas, que también hay cantantes tímidas. No son tópicos, son gente normal cuyo comportamiento se ve alterado por el entorno y las circunstancias.
También muestra algo que pocas veces se ve, los momentos “fan kansa”. Literalmente es “agradecimiento a los fans”. Son eventos en paralelo a los conciertos o actuaciones donde las idols o actrices hacen un evento extra con los fans. Puede consistir en dar la mano. Firma de autógrafos. Sacarte una foto con ellos. También se explica que esas entradas a los fan kansa se compran con los discos. Que si acumulas X compras se te permite participar. Que es parte de la industria de las idols que no se ve normalmente. Yo conocía estas cosas por los musicales de Sailor Moon, que en la primera época había muchos eventos de este tipo donde se organizaba como una actuación más, pero se permitía al público hacer preguntas y participar en concursos con las actrices. Pues en Budoukan se ve de la misma forma, pero esta vez como parte de la trama.
Otra cosa que me ha encantado es la frescura que transmite la serie. Tiene un algo que me capturó desde el primer instante, el cómo te presentan todo. Que se nota que es una serie con humor, en el primer capítulo tiene muchos momentos cómicos. Se ve que es una serie que va a ser muy tierna, porque las dos chicas son un amor, cada una a su manera, pero también vamos a tener muchas risas aseguradas. Eripiyo es un desastre adorable, que como se queda atrapada por Maina, le sale una vena dulce cada vez que aparece la otra que parece bipolar. Pasa de ser una asocial a ser un peluche. Todo por amor. Y espero ver pronto reacciones de Maina que en el primero solo se la ve un poco de lejos y al final.
Pero de verdad os digo que le deis una oportunidad que esta serie es de las que se disfrutan. Yo ya apunté en mi agenda cuando salen los BDs en Japón para estar atenta, porque sé que voy a ser súper fan de esta historia. Además, cortita, 12 capítulos que sé que van a saber a poco. Pero mejor breve y bien hecho que no alargar de forma tonta.
Para acabar recordar que Budoukan [la voy a abreviar así, es lo más fácil, creo] se emite los jueves y suele estar disponible a media tarde. Seguidla que merece la pena.
La semana que viene, más.
¡Gokigenyou!