Me acuerdo muy bien del principio de la cuarentena. Hice acopio de chocolate y me dije «no te vas a aburrir» mientras miraba el arsenal de nuevos juguetes que me habían llegado esos últimos días. Va a temporadas, porque planifico las reviews con tiempo y probar los juguetes no es cosa de un intento solo. Y lo confieso: este del que te hablo hoy me llamaba tanto la atención que fue el primero que saqué de la caja.
Fue cortesía de Diversual (envíos rápidos, paquetes discretos) y acaban de incorporarlo a su catálogo. Se trata del famoso arnés vibrador de Strap-on-me®, había oído hablar de él y todo cosas buenas. Pues nada, Thais se sacrifica de nuevo por ti, esta vez en compañía para contarte si es tan bueno como dicen.
Lo primero que vemos es que su forma que no deja lugar a dudas. Este juguete fabricado en silicona médica ha sido diseñado para que lo lleve una persona con vulva (que es quien se introduce la parte que se asemeja a un huevo) y penetre a otra. Había probado uno muy similar hace varios años y me llevé un chasco porque era demasiado flexible y se me hacía imposible penetrar con él. Así que si quería otra opción más acertada sabía que debía ser más firme.
Afortunadamente, en Strap-on-me® encontramos el equilibrio entre flexibilidad y firmeza que nos acerca a nuestro objetivo: que el juguete se mantenga bien sujeto dentro de la vagina para poder penetrar a nuestra pareja. Además, el tamaño del huevo es ideal para que no se mueva. La experiencia es completamente diferente: con este es posible penetrar y embestir sin hacer mucha fuerza con los músculos vaginales, sin que se caiga y de manera cómoda. Y todo esto con las manos libres, claro, y un arnés que se adapta a tus movimientos.
La gran ventaja de este tipo de arneses es que no requieren ningún tipo de correa. Sirven para cualquier cuerpo independientemente de la talla y no provocan rozaduras por fricción. Solo tendréis que preocuparos por encontrar un tamaño (ancho y largo) que os sea cómodo. Este que he probado yo es el M, con un diámetro de 3,3 cm.
Cabe destacar que el extremo de quien lo lleva puesto es algo más grueso, por lo que recomiendo el uso de lubricante de base agua. Tiene un diseño ergonómico y creado para estimular también la zona G, porque lo que se busca con estos juguetes es que la estimulación sea simultánea.
Tal vez haya olvidado mencionar una de sus características más importantes: tiene tres motores independientes. Eso significa que puedes activarlos a la vez o por separado, y cada uno dispone de tres patrones de vibración y tres intensidades. La gran ventaja es que puedes controlarlos con un mando, no desde el juguete, lo cual facilita mucho las cosas. Imagínate si, en medio del asunto, tienes que meter la mano entre vuestros cuerpos para cambiar a otro modo. Para encender y apagar el juguete solo tendrás que pulsar el botón ubicado en la base.
Pues bien, los tres motores están situados en el huevo (como decía, para estimular la zona G de quien penetra), en la base (que queda justo sobre el clítoris) y en el extremo (que estimula a la persona penetrada). Ya ves que la vibración está garantizada, sobre todo porque los tres son bastante potentes y silenciosos. Esta vez no necesitarás más. Tiene un sistema y una interfaz muy intuitivos, no hay complicación alguna.
Además, funciona con batería. Necesitará cuatro horas de carga para usarlo alrededor de 45 minutos. Sí es cierto que se trata de un producto un poco exigente en cuanto a tiempos, pero también reconozco que yo no lo uso más de media hora de forma continua. Por cierto, ¿sabes lo que significa que sea recargable? Pues casi siempre implica que puedes utilizarlo bajo el agua, como es el caso.
El packaging está cuidado, el juguete va bien protegido. Incluye el cargador para el vibrador, el mando (¡y la pila para usarlo!), las instrucciones y una bolsa de satén para guardarlo.
En pocas palabras: nunca había podido utilizar un arnés sin correas disfrutando de la experiencia y fue una pasada. Fácil de usar, cómodo y potente. Con el Strap-on-me® nadie se queda atrás en la estimulación y, a diferencia de la mayoría de arneses, permite el placer simultáneo. Una verdadera pieza de ingeniería que garantiza una experiencia en todos los sentidos.
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