Estábamos acostumbradas a que Cara Delevingne la liara allá donde pusiera el pie, ya fuera en una cancha de baloncesto, en una fiesta, o, bueno, en su vida en general. Y aunque muchos pensaran que podría ser la nefastísima influencia de Michelle Rodriguez, y que desde que lo habían dejado la modelo había encontrado el buen camino… El caso es que no ha sido así. Cara es joven y tiene ganas de divertirse, y parece que ha encontrado en Annie Clark, la cantante de St. Vincent, otra compañera de aficiones. Esta misma semana, las dos han protagonizado dos escándalos diferentes, cada una por su lado.
Cara, junto a sus dos amigas íntimas Suki Waterhouse y Georgia May Jagger, con las que ha sido portada de Vogue en este mes, decidieron que la mejor idea para celebrar el cumpleaños de la hija del cantante de los Rolling Stones era irse a un club de striptease. Cada una celebra las fiestas como quiere, está visto. Pero la cosa no queda ahí: la seguridad del club optó por echarlas cuando Cara insistió en quitarle la ropa interior a los modelos. En palabras de Jagger “Suki y Cara contaron cómo habían aterrorizado a los bailarines durante su actuación, estuvieron riéndose, algo pasó con una banana y Cara intentó quitarles la ropa interior. Así que las echaron”
Por otra parte, la novia de la modelo tuvo problemas ya no de echar, sino de que no dejaban que se fuera. Me explico: St. Vincent estuvo tocando esta semana en Chile, en el festival Lollapalooza y Annie, tras un enfado con la artista que decoró su camerino, decidió, por razones que no han trascendido, destrozar todos los cuadros del mismo, valorados en unos 4500 dólares. La artista la denunció, y las autoridades chilenas retuvieron a la cantante hasta que todo su aclaró, pasadas unas horas.
Como veis, Dios las cría y ellas se juntan. Ir a clubs de striptease, destrozar camerinos… La verdad es que, no vamos a negarlo, es todo muy rockero, y les pega bastante a las dos.
Vía: La tercera | W Radio