¡Tenemos nuevo trailer de Pose! Indya Moore, MJ Rodriguez (Nurse Jackie, Luke Cage), Hailie Sahar (Mr. Robot, Transparent), Angelica Ross (Transparent, Claws) y Dominique Jackson son, junto a Evan Peters y Kate Mara, las protagonistas de Pose,la serie de Ryan Murphy sobre la escena LGBT en el Nueva York de los años 80, cuando Donald Trump empezaba a despuntar como empresario de éxito, y cuando las drag queen comenzaban a gestar sus houses, lo que devendría en los club kids de los noventa. Pero eso es otra historia.
En el nuevo trailer de Pose, serie de FX, la última en esta cadena de Murphy tras firmar el contrato de su vida con Netflix, vemos a Peters como un joven ejecutivo, a Mara como su novia, y el inicio en el baile y en los balls underground del resto de protagonistas.
Pose se estrena el 3 de junio en Estados Unidos. En España, se podrá ver a través de HBO.
Me encanta el techno pop. Ni puedo, ni quiero hacer nada al respecto. Simplemente es así, un día llegó a mi vida, y se quedó para siempre con las canciones de La Prohibida, de Alma X, de los primeros Astrud, de Mano de Santo. El bombo machacón siempre ha estado ahí, y me alegra sobremanera ver que seguirá estando, porque se siguen haciendo TEMAZOS del calibre de Camino Amarillo, una de las cuatro canciones que conforman el primer EP de Belenciana.
La letra nos cuenta el enamoramiento rollo crush de una chica, como tantas otras lo han hecho, pero en este caso te va a sonar más, porque a esta chica le gusta su amiga, la profa de francés, y unas cuantas chicas más, con las que fantasea como lo hacías tú (y yo) con quince años. Mención especial a la aparición de la siempre estupenda Pilar Castro.
No sabemos nada de Belenciana, más allá de nuestro deseo de que ojalá esté en un estudio de grabación para sacar mil canciones más. Sólo que, como leo en internet, sus amigos le regalaron una fiesta para que pudiera cantar sus composiciones. Y ya. De ahí, al video de Camino Amarillo, dirigido por Rebeca Calle, y que ha subido a mi top 1 de canciones de este año. Si te ha gustado Camino Amarillo, te gustará el resto del EP, que puedes escuchar en Spotify.
Antes de meternos en harina, debo hacer una advertencia acerca del libro de Disobedience (Desobediencia), escrito por Naomi Alderman: el libro está en inglés. Las malas noticias son que todavía no hay fecha para su traducción y distribución en español (que sepamos). Las buenas, que el 25 de mayo vas a poder comprar unas entradas para poder disfrutar de su adaptación cinematográfica, con Rachel Weisz y Rachel McAdams como protagonistas. Y a un elenco así hay que decirle que #sí.
Yo siempre he sido más de este orden: primero libro, luego película. Así que si eres de mi club, dominas el inglés y tienes cierta motivación para acercarte a esta historia, te recomiendo encarecidamente que utilices estas semanas para sumergirte de lleno en el mundo al que nos transporta Naomi Alderman.
Estamos en Londres, en el suburbio de Barnet, a siete millas de Charing Cross y a seis paradas de metro de Candem Town, para ser más exactos. Si seguimos estas coordenadas nos encontraremos con un lugar llamado Hendon, conocido por todos los londinenses por ser uno de los mayores asentamientos de judíos ortodoxos de la capital de Reino Unido.
El líder espiritual de estos judíos ortodoxos acaba de fallecer. La comunidad está destrozada. Tras su muerte, el colectivo se siente decapitado, privado de una dirección, de un líder que los guíe en su camino hacia el paraíso eterno. No obstante, es necesario que todos contengan las emociones para cumplir con la tradición, empezar a buscar sucesor y preparar todos los homenajes fúnebres que la situación requiere.
¿Y avisar a la familia directa del fallecido Rav Krushka?
También… Habrá que hacerlo… ¿no?
El problema es que en este caso solo hay un familiar directo al que avisar: Ronit, la rebelde y desobediente hija del Rav, que desde hace años se encuentra exiliada en Nueva York, distanciada por completo de la comunidad y vilipendiada por los más exigentes.
Aquí es donde empieza a mascarse la tensión. ¿La notas? Espero que sí, porque la hay y mucha.
Ilustración de jolgorrio en Sabat.
Del oficio funerario y de la transición espiritual, por supuesto, deberá encargarse Dovid, el natural sucesor del Rav Krushka, su mano derecha y quien ha estado bajo su tutela y guía desde que era un adolescente. En opinión de la mayoría (e incluso del propio Dovid), el sucesor no da la talla. Dovid carece de las características de liderazgo para guiar e iluminar a la comunidad, pero algunos de los líderes más adinerados de Hendon, sumergidos en sus propios intereses políticos, están dispuestos a que él sea el elegido. Sí, es muy probable que Dovid no esté a la altura, pero es blando, buena persona y fácil de manejar, y esa es una característica que a estas mentes perversas les resulta muy interesante.
Mientras tanto, Esti, la mujer de Dovid, hace lo que todas las mujeres de las comunidades judío ortodoxas: permanece al margen de las tramas políticas, de las decisiones, del poder. Como si de un florero se tratara, el papel de Esti es estar en la casa, cocinar, limpiar, rezar, ser sumisa, cuidar del marido y hacer todo lo posible por darle descendencia. Pero cuando Esti comprende la consecuencia inmediata del fallecimiento del Rav Kushka, su mundo de esposa judía perfecta empieza a desquebrajarse poco a poco: Ronit, su mejor amiga de la adolescencia, su confidente, su gran amor, va a regresar. Y con ella regresa la vida a Esti, que como si de un huracán se tratara, de pronto se ve envuelta en todas aquellas emociones que en algún momento creyó haber olvidado.
Ortodoxia lésbica.
El reencuentro entre las dos mujeres provoca que se abran heridas del pasado, recuerdos todavía no curados que ahora se interponen entre ellas y es necesario abordar. Ninguna de las dos parece haber conseguido olvidar la relación que mantuvieron en la adolescencia y, ahora, ya como adultas, tanto una como otra se verán obligadas a enfrentarse a esos fantasmas del pasado desde ángulos muy diferentes.
Puedo aventurar que la historia de amor entre las dos protagonistas, Ronit y Esti, te conmoverá y frustrará a partes iguales. Por un lado, cabe destacar el realismo con el que se perfila: dos mujeres en una conocida comunidad de judíos ortodoxos, que deben asumir un papel que les ha sido asignado en el mismo momento de su nacimiento o vivir de espaldas a los suyos, casi como proscritas espirituales, durante toda su vida. Todo por perder… y todo por ganar. Pero, por el otro lado, este realismo quizá provoque no siempre comprendamos sus decisiones en todo momento. Para una mente occidentalizada, laica y feminista, puede resultar un gran esfuerzo tratar de empatizar con los motivos que detienen a Ronit y Esti para llevar una vida plena, libre de opiniones ajenas, libre de ataduras espirituales. Y sin embargo, ahí están. Sin ellas Disobedience no sería posible, ni tendría razón de ser.
Como peculiaridad, comentar que la novelatiene una estructura que a mí personalmente me resulta muy atractiva. El punto de vista del narrador se cuenta en dos personas diferentes, según el personaje que esté desglosando los acontecimientos. Para Ronit la autora utiliza la primera persona, lo cual le confiere la fuerza y cercanía que el personaje se merece. En todo momento estamos conectadas a sus pensamientos, a sus sentimientos más profundos. Qué le gusta, qué aborrece, qué le hace sentir perdida, susceptible o frágil. En los capítulos en los que Alderman nos habla de Esti, sin embargo, la autora echa mano de la tercera persona para contarnos las vicisitudes de su vida, de modo que lo percibimos algo más alejado y distante, aunque en ningún caso pierda fuerza por haber utilizado esta voz literaria.
Best friends forever.
Como ya podrás imaginar, en este libro las reflexiones más íntimas de los personajes están en todo momento íntimamente relacionadas con decenas de alusiones religiosas. En Disobedience el judaísmo adquiere una categoría de personaje en sí mismo y, de tal modo, influye y condiciona toda la historia. Los miedos, los anhelos, responsabilidades, fallos y aciertos de cada uno de los personajes se verán determinados en todo momento por su postura ante la religión y a lo largo del libro aprenderemos que ninguno de ellos es libre. Ni siquiera Ronit, las más rebelde y desobediente de todas, quien tendrá que hacer las paces con un pasado que la persigue incluso tras haber puesto tiempo y distancia con sus orígenes al otro lado del Océano Atlántico.
Personalmente, puedo decir que a mí Disobedience me ha encantado. Devoré sus páginas a una velocidad despiadada y, a pesar de toda la carga religiosa que conlleva y todas las citas bíblicas, en ningún momento me sentí aburrida o hastiada por su lectura. Es más, ha sido una de las pocas obras que verdaderamente me han enganchado en estos últimos meses, algo que para mí eso siempre son puntos extra.
Si te manejas con el inglés y quieres darle una oportunidad, puedes adquirir la novela en el link que te dejamos aquí abajo. Si, por lo contrario, prefieres esperar a la película, marca el 25 de mayo con un círculo rojo en el calendario. Para ir abriendo boca, aquí te refrescamos el tráiler:
For the People, una de las últimas series añadidas al imperio de Shondaland puede que nos de la vida con una potencial pareja. Si no queréis ningún spoiler tengo que decir, con todo el dolor de mi corazón, que huyáis, porque os voy a hacer spoiler. De lo contrario, coged una silla, que os cuento. La serie tiene como protagonistas a seis abogados recién llegados a “The Mother Court”, en New York. Tres en el lado de la defensa y tres en la fiscalía. Sí, todo un poco Grey’s Anatomy hace 13 temporadas y media, pero con abogados.
Entre los protas está Kate Littlejohn, ahora mismo los otros cinco nos dan igual. Kate, interpretada por Susannah Flood, trabaja en el lado de la fiscalía. Es reservada, puntual, cuidadosa, trabajadora, etc. Vamos no es el típico personaje que sea tu favorito, no la odias, aunque si tuvieras que trabajar con ella todos los días quizás te resultaba un poco repelente.
Debido a un caso tiene que trabajar con una agente de ATF, Anya Ooms. Anya es interpretada por la guapísima Caitlin Stasey. Me he visto muy recientemente Please Like Me, serie en la que sale Caitlin, y no había capítulo que no pensara “ojalá se líe con una tía, solo pido eso”. El crush con esta mujer no es normal, para variar. Bueno, seguimos: Anya tarda como 2 minutos en pedirle el número a Kate, por si acaso tiene que preguntarle algo. Terminan preparando el caso juntas, en el cual Anya aprovecha cualquier comento para soltar una buena bicha. Realmente, aunque Kate no le siga mucho el jugo, ahí hay tensión, se siente, se puede palpar.
Tras atrapar al malo de turno, se despiden en los juzgados, con un apretón de manos (sí, terrible) y una cara de Anya de “bueno, lo he intentado”. Casi con la denuncia ya en la mano porque me parece ilegal pasar así de Anya (o de Caitlin), Anya lo vuelve a intentar una vez más, ya con todo el equipo. Invita a Kate a una práctica de tiro, ya que anteriormente había comentado que sabía disparar. Tras comprobar que efectivamente tiene buena puntería, Anya se acerca para besarla pero Kate da un paso atrás. Mis feels se vuelven a romper en mil pedazos. Y mientras Anya se disculpa, le pide que lo olvide y que no quiere crear una situación rara, Kate se lanza a un buen beso. Mis feels han revivido y están más living que nunca. Os dejo el momento:
Ahora, la preguntar crítica. ¿Qué va a pasar con Anya y Kate? He usado mis dotes de investigación y no he podido encontrar nada sobre cuánto tiempo saldrá Caitlin en la serie. Aunque por el comentario de “vamos a trabajar mucho juntas” me aventuraría a decir que la volveremos a ver, o eso esperamos. En un sneak peak del capítulo de la semana que viene, Tom pregunta a Kate si está viéndose con alguien, y ella pone una cara que podemos interpretar como que sí. Querida Shonda, nunca te pido nada (mentira), danos este ship, porfa.
A lo mejor así, en frío, piensas “¿y quién debe ser esta muchacha?”. Pues te diré que Ruth Davidson es la líder del partido Tory en Escocia, una política con muchísimo peso en Reino Unido. Junto a su pareja, Jen Wilson, están esperando un bebé, y esta noticia ha tenido muchísimo alcance porque se anunció el día 26, Día de la visibilidad lésbica.
Esperamos que ahora beba 0.0
Ruth, de 40 años, lleva en política desde 2010, cuando abandonó su trabajo como periodista en la BBC para, bajo su liderazgo, aupar al partido conservador al segundo puesto en Escocia. Davidson anunció así su embarazo:
Jen y yo estamos encantadas de anunciar que estoy esperando nuestro primer hijo para este otoño. Como todas las nuevas madres, estamos nerviosas, y un poco asustadas, por los meses que van a venir. Pero sobre todo estamos muy felices con este proyecto de empezar una familia juntas.
En 2016 anunciaron su compromiso, pero tuvieron que retrasarlo para poder pagar las facturas del veterinario de su perro, al ser este atropellado por un coche. No hay fecha para el nuevo enlace. Anyway, ¡Muchas felicidades!
Antes de nada, una pequeña confesión: no he visto La forma del agua, y si me tengo que guiar por lo que he oído y leído sobre ella, va de una rana gigante que se enamora de una chica muda. El argumento, así visto, me parece bastante curioso. Y más curioso me parece que Rachel Weisz la compare con Disobedience, la que está llamada a ser nuestra nueva película lésbica favorita de todos los tiempos (después de Carol, que a Carol no se la toca).
En una entrevista con el periódico Toronto Sun, Weisz explica esto:
Hay drama porque el personaje de Rachel McAdams y el mío no son libres para amar a quien quieren amar. Es un poco lo mismo que en La forma del agua. Diferente género, fantasía, periodo, pero va de cómo puedes ser libre para amar a quien quieres amar.
La actriz, que también produce la película, también les ha contado sus motivos para adaptar la novela de Naomi Alderman a la gran pantalla.
Yo quería contar la historia de dos mujeres que tuvieran una relación. Podría haber sido sobre amistad femenina, y estuve leyendo muchos libros sobre amistad femenina, y siempre acababa -a ver, que a lo mejor hubo libros que no encontré- con las dos luchando por un chico, y pensé “no, esta no es la historia que estoy buscando”. Así que encontré al final historias lésbicas de amor. Mujeres con relaciones con otras mujeres como amantes.
Desde aquí, un beso al librero o librera que le vendió Disobedience a Rachel Weisz. NO sabes qué favorazo nos has hecho.
Como nos han hecho saber miles de películas estadounidenses ambientadas en colegios y universidades, al final del curso una de las tradiciones más arraigadas es la de hacer un anuario para, cuando te entra un ataque de nostalgia en tus cuarentas, o hay que descubrir a un asesino en serie, le eches un vistazo y pienses que cuanto ha cambiado Jessica. En mi instituto fuimos un poco rancios y no hicimos nada, excepto una cena multitudinaria en la que a la gente se le fue la cabeza y terminó poniéndose vestidos de boda. Yo qué sé.
El caso es que la foto del anuario de Krysta Montoya, de Albuquerque, Nuevo México, ha dado la vuelta al mundo vía Twitter, donde ella da la explicación de la frase que puso: “Anatomía de Grey. Temporada 5. Episodio 6. 39:40″. Parece claro que es un momento, ¿no?. Pero, ¿cual?. Pues este.
Voulez-vous Danser? es el título del nuevo single de Manel Navarro, nuestro representante en Eurovision del año pasado. Muy en su línea, con su guitarra y su voz susurrante, Manel nos pide que bailemos con él y que lo hagamos interesante, y lo hace con un titulo que nos remite inmediatamente a otro de nuestros representantes en dicho festival de música: José Vélez.
O, bueno, a ABBA, QUE TAMBIÉN ESTUVIERON EN EUROVISION. Brujería.
El caso es que el catalán ha escogido para el videoclip ilustrativo de dicho single una historia de cuatro jóvenes en una relación no monógama. Poliamorosa, vaya. Y hay dos chicas. Y mira, pues fenomenal. Dentro video.
Mi parte favorita, y lo digo muy en serio, es cuando se corta el pelo. Que no es que tenga yo que ser su madre ni nada, pero un poco de falta sí le hacía. En todo caso, una cancioncilla que nos acompañará durante todo este verano.
Cuando se destapó el caso Weinstein, no sabíamos hasta dónde podía alcanzar. Sospechábamos que habían sido muchas las víctimas, pero no creo que nadie pudiera adivinar la cantidad de actrices y mujeres relacionadas con la industria del cine se han atrevido a dar un paso adelante y a denunciar el acoso y/o abuso al que se vieron sometidas por él.
La última en hablar al respecto ha sido nuestra queridísima Cate Blanchett. Cate pronto dirigirá el jurado de la nueva edición de Cannes, convirtiéndose así en la decimosegunda mujer en hacerlo desde que el festival comenzó allá por el 1946, y ha mantenido una larga pero interesantísima entrevista con Variety donde entre temas con la diversidad o el movimiento #MeToo, ha reconocido que ella también se encuentra entre la, por desgracia, larga lista de víctimas del productor tras la pregunta de la entrevistadora de si había sido acosada también por él o había actuado de manera inapropiada.
Conmigo, sí. Creo que principalmente abusaba, como la mayoría de los deprededaroes sexuales, de las más vulnerables. Lo que digo es que siempre me dio mala espina… Solía decirme, “no somos amigos.” (…) Yo no quería hacer lo que me pedía.
Blanchett responde tajantemente sin dar más explicaciones al respecto A la pregunta de si si volvería a trabajar con Weinstein o con Woody Allen, acusado de abusos por su hija adoptiva, Dylan Farrow, lo tiene claro: “No creo que Harvey vuelva a hacer ninguna película con nadie. (…) Mientras trabajaba [con Woody] no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando, salió posteriormente. (…) Si ese tema no ha sido todavía tratado, estoy totalmente de acuerdo en volver de vuelta a los tribunales, porque ahí está la solución.”
Si hay algo a destacar de Cate durante toda la entrevista es lo firme que se muestra en sus contestaciones y lo convencida que está de que las cosas irán a mejor para las mujeres en la industria del cine desde el punto en el que nos encontramos porque ya no hay marcha atrás.
No vamos a volver al punto cero. Estamos moviéndonos hacia delante desde aquí. Así que creo que es realmente, realmente importante que haya tantas voces como ha habido en la discusión.
El amor no tiene límites geográficos en general. Mucho menos desde que existen las redes sociales y las aplicaciones para ligar que activas en tu fin de semana de vacaciones en Buenos Aires, te conectan con una chica monísima que te llama boluda cuando no sabes llamar a las cosas por su nombre en el bar y, después de tres meses (porque todas sabemos que no va a ser mucho más) de conversaciones de WhatsApp y quedarte dormida con el Skype conectado noche sí, noche también, decidís que hay que hacer algo y que por qué no se muda la mina a España a compartir tu ático de 30 m².
Pues bien, el amor no tiene límites, pero el Derecho sí (y por eso yo tengo un trabajo). Así que con el tema de los tres meses y la locura lésbica global tenemos problemas. Y no, no os voy a decir a todas (solamente) que os caséis YA porque eso es muy de película, porque hay MÁS OPCIONES. Y las opciones siempre son bienvenidas, especialmente cuando tu caudal hereditario está en juego (dijo cualquier abogado con cabeza).
¿Qué podemos hacer para importar a la novia?
Paso 1: Formalizar el vínculo como paso previo esencial
Sí… vale… podéis casaros… Si os vais a casar mejor que sea en España directamente, porque os vais a ahorrar la convalidación del matrimonio (que es un proceso lento, doloroso, caro y, en general, molesto). Y ya como consejo personal, la separación de bienes es más amor y nunca menos amor (ya entraré a contaros por qué esto es así en otro momento, que si no me disperso).
Firmar pareja de hecho. Que es una opción fantástica porque es fácil, gratuito, no requiere de casi papeleo y, Afrodita no lo quiera, si no sale bien se puede romper de forma unilateral sin tener que pagar a abogados/procuradores (lo siento, amigos de la profesión). En este caso hay que hacerlo en España o en otro país de la UE/EEE para tener que ahorrarnos convalidaciones, traducciones y legalizaciones.
No inscribir nada, pero ser capaces de probar una relación estable con un vínculo duradero. Y no, tres meses no es un vínculo duradero para el Derecho, aunque tú estés súper orgullosa de llevar ya tres meses de llamadas transoceánicas. Se exige al menos un año de convivencia bajo el mismo techo, así que igual es el momento de tener esa experiencia internacional que siempre quisiste y te toca mudarte a ti a Argentina (no sin nada, por favor, que necesitas tú también permiso de trabajo y residencia allí), vivir juntitas un año, ver cómo va y luego ya importarla.
Paso 2: ¡Papeles!
Una vez que hayáis decidido entre las opciones que acabo de mencionar (y cuyas ventajas e inconvenientes entraré a valorar en las próximas semanas), vuestra ahora mujer/pareja de hecho/pareja de hecho no inscrita – esta terminología es muy rancia, pero se llama así – puede viajar a España ya con la intención de quedarse.
Como el legislador es muy original, este permiso se llama “tarjeta de residencia de familiar de ciudadano de la Unión”. Lo sé, la vida está llena de sorpresas.
La mayor parte de los ciudadanos de países de América del Sur no requieren de un visado para poder viajar a España/Schengen. Sin embargo, tienen una limitación de 90 días en el período de 180 días anterior en todos los países Schengen (lo sé, no se entiende, pero os haré esperar un poquito porque sólo el cómputo de esto y el lío UE/EEE/Schengen requiere su propio artículo). Debido a ello, lo más inteligente es que se prepare la solicitud y todos los documentos antes de que vuestro amorcito entre en el país.
Tras presentar la solicitud, la regulación dice que la tarjeta te la dan en tres meses. Pero, vamos, que eso muchas veces no llega a ocurrir porque hay un atasco impresionante de solicitudes y esto es España. Y no tengo que deciros nada más porque ya lo sabéis. Si eso pasa, vuestra croqueta puede seguir residiendo y trabajando legalmente en España hasta que se la den, pero NO va a poder viajar a otros países Schengen (ni para hacer trasbordos). Así que cuidado con las vacaciones.
Advertencias varias:
(Hago mucho esto por deformación profesional)
Hay requisitos que la pareja española tiene que cumplir para poder presentar la solicitud del paso 2 (explicaditos por la Administración en el enlace de más abajo), así que leedlos con calma antes de tomar una decisión sobre el paso 1.
Todo lo que he comentado también es de aplicación para vuestra novia extracomunitaria si vosotras no sois españolas, pero sois ciudadanas de la UE/EEE/Suiza y residís legalmente en España (vamos, que tenéis el certificado de registro de ciudadano de la UE).
Hay diferentes requisitos si la española/ciudadana europea está trabajando, estudiando o viviendo de rentas. Así que ojito.
Como no podría ser de otro modo, enlace a la paginita del Ministerio de Empleo y Seguridad Social (¡Que esta vez está actualizada en 2016! ¡Gracias, Administración Pública!), con las instrucciones, documentos, plazos y todas las cosas aburridas que no os cuento porque si realmente me pongo a explayarme no me leeríais ninguna:
En nuestra próxima aventura con el Derecho Migratorio (una vez me dijeron en la UNED que no existía como área del Derecho, pero a mí ya me pagaba las facturas…) vamos a entrar en una fase más triste de qué leches hacemos si no nos va tan bien como queremos, pero ya nos hemos mudado a España.
Y si resulta que eso tampoco aplica a la situación y tenéis sugerencias, dudas irresolubles o deseos inconmensurables de que escriba de algún tema en particular, pues me lo podéis contar en comentarios. Y servidora hace lo posible.