La última temporada de Orange is the new black como no podía ser de otra manera, y como nos tiene acostumbradas, nos dejó con ganas no, con muchas ganas de más.
Con un motín en ciernes provocado por la muerte de Poussey por uno de los guardas, la última imagen y las últimas noticias que tenemos de Litchfield es que las reclusas han rodeando a uno de los funcionarios de prisiones mientras Daya lo apunta con un arma.
Netfix acaba de sacar los primeros minutos de la que ya será la quinta temporada de una de nuestras series favoritas y que abarcará un lapso de tiempo de tan solo tres días. Daya sigue empuñando el arma, temblorosa y nerviosa. Mientras, Alex y Piper acercándose al lugar de los hechos por el pasillo, deciden alejarse de allí para no verse involucradas. Daya dispara pero no vemos a quién o a qué. ¿Al guarda? ¿Al techo? ¿A alguna de las reclusas?
A lo largo de los 70 episodios que compusieron The L word, la serie que más visibles ha hecho a las mujeres LGBT de la historia de la televisión, no sólo pudimos disfrutar de su elenco principal, sino que la serie de Showtime nos presentó una serie de personajes secundarios excelentes, interpretados por caras que, bien entonces o bien ahora, nos resultan familiares. ¿Quién es quién en The L word?
La holandesa ha sido nombrada en ocasiones como “La mejor boxeadora de todos los tiempos”, aunque también practica el kickboxing y es actriz ocasional. En la serie la hemos visto en dos ocasiones, interpretando a dos personajes diferentes. El primero, la entrenadora personal de Dana (“mueve el culo, mueve el culo”). Pero el más recordable es el de Dusty, la en un principio compañera de celda y amante después de Helena Peabody. En 2008 concedió una entrevista en la que contaba que “no quería poner etiquetas a su orientación sexual”.
Alexandra Hedison – Dylan Moreland
La fotógrafa ha hecho apariciones esporádicas en series de televisión, pero se ha retirado definitivamente del foco mediático porque, según ella misma, “no soporta ser el centro de atención”. Fue pareja de Ellen DeGeneres durante una temporada, pero ahora comparte su vida con la actriz Jodie Foster, con quien contrajo matrimonio en 2014. En The L word era Dylan Moreland, una directora de documentales que se enamoraba perdidamente de Helena, y a quien traicionaría poco después.
Cobie Smulders – Leigh Ostin
https://www.youtube.com/watch?v=3zD050G9auI
Tras dejarlo con Tina, Bette visita a una artista que realiza esculturas móviles, y a quien es posible que eche los trastos descaradamente (sin resultado). Esa joven en permanente camiseta de tirantes blanca, y a quien vimos después con Helena, no es otra que Cobie Smulders, a quien veríamos después protagonizar una de las series más populares de la década, Cómo conocí a vuestra madre, y dar vida en ella a la reina del pop canadiense Robin Sparkles.
Camryn Manheim – Veronica Bloom
La jefa más déspota de Shane estaba interpretada por Camryn Manhein, actriz ganadora de un Emmy en 1998. Secundaria habitual en las series de televisión estadounidenses, Manheim es también una mujer solidaria que realiza diferentes actividades en favor de los derechos LGBT y de las mujeres.
Kristanna Loken – Paige Sobel
La actriz bisexual interpretó durante la cuarta temporada a Paige, una madre soltera que mantenía una bonita relación con Shane. Bueno, bonita hasta que le quema la peluquería, pero eso es otra historia. Kristanna dio vida en el cine a T-X en Terminator 3, y ultimamente parece que su vida profesional ha tendido a ir hacia el cine de serie B.
Cybill Shepherd – Phyllis Kroll
Cybill fue, sin duda alguna, una de las sex symbol más reconocibles de los años 80. Su papel protagonista en Luz de luna, una serie de detectives junto a Bruce Willis, la catapultó al imaginario popular de nuevo, ya que previamente había actuado en películas tan importantes como Taxi Driver. En The L word era Phyllis Kroll, decana de la Universidad de California, una mujer que descubre su orientación sexual cuando ya pasa de la cincuentena, algo que no le impide disfrutarla al máximo. Sin duda, uno de los personajes más entrañables de la serie. Buenísima esa escena en la que, ya completamente segura de que le gustan las chicas, pasea por el campus con Andy Williams de fondo.
Jessica Capshaw – Nadia
La cuarta temporada de The L word (para mi gusto, una de las mejores), nos traía a una desconocida entonces Jessica Capshaw en el papel de Nadia, candidata a asistente de la Decana Porter. Utilizando frases de ligoteo tan típicas que sonrojaban (¡qué brazos, decana! ¿Hace deporte?), finalmente sus deseos se colmaron en una cuneta de carretera. Nadia…
Eric Roberts – Gabriel McCutcheon
El hermano en la vida real de Julia Roberts interpretaba al padre de Shane, un hombre bastante lamentable, la verdad, capaz de abandonar a su prole y de volver a truncarles la vida en cualquier momento. Shane quiere verse reflejada en él, pero la verdad es que se parecen lo justo.
Melissa Leo – Winnie Mann
Nunca una presentación ha sido tan inoportuna como la primera vez que vimos a Melissa Leo en The L word. La ex pareja de Helena hacía su aparición en la segunda temporada, y pese a que tenían dos hijos en común, en las temporadas siguientes esos niños parecen evaporarse. Melissa Leo es ganadora de un premio Oscar por su interpretación en The Fighter, y hemos podido verla en diferentes series y películas, desde la más actual La mujer más odiada de América a Mildred Pierce, donde compartía pantalla con Kate Winslet y Evan Rachel Wood.
Erin Karpluk – Susan / Alysse
Una de las genialidades más geniales que tuvo The L word a lo largo de todas sus temporadas fue cuando a los guionistas se les ocurrió hacerlo todo más meta todavía, y centrar la trama en una película sobre la misma trama de la serie, que a su vez era la inspiración del libro de Jenny, pero con nombres cambiados. Loquísimo y divertidísimo. En el elenco de la película encontrábamos a Susan, que interpretaba a Alysse, que era realmente Alice, y que en la vida real es Erin Karpluk, actriz canadiense. Erin protagonizó después Being Erica, serie en la croqueteaba con Anna Silk, futura súcubo en Lost Girl. Todo queda en casa, ya lo veis.
Lucy Lawless – Marybeth Duffy
La última temporada giraba en torno a la muerte de Jenny y a quién la había matado. El cómo y el porqué estaba bastante claro. La detective al cargo del caso no era otra que Lucy Lawless, quien tiene un hueco perenne en nuestro corazón por ser Xena, la primera croqueta que muchas vimos en televisión.
Melanie Lynskey – Clea Mason
el director neozelandés Peter Jackson ahora es mundialmente famoso por sus adaptaciones de El señor de los Anillos, pero previamente dirigió a Kate Winslet y a Melanie Lynskey en Criaturas celestiales, adaptación en la gran pantalla de un crimen acontecido en los años 50 por dos adolescentes cuyas familias no querían que estuviesen juntas. Melanie interpretó en The L word a Clea Manson, una diseñadora de moda de la que se colaba Alice. Melanie nos daría otra alegría croqueta más en The intervention, donde interpretaba a la novia de Clea DuVall tenía un papel protagonista, pero no croqueto (la peli mola, os la recomendamos).
Jane Lynch – Joyce Wischnia
Primero la odiamos, porque estaba empeñada en deshacer la pareja central de la serie, la formada por Bette y Tina. Pero, después, no pudimos sino reconciliarnos con ella gracias a su relación con Phillys. Hablamos de Joyce Wischnia, la abogada especializada en divorcios interpretada por Jane Lynch. El papel le venía como anillo al dedo a Jane, a quien veríamos después en uno similar, el de la entrenadora Sue Sylvester de Glee. Los rumores dicen que en su nueva serie, Relatively Happy, hará un papel extremadamente similar al de Joyce. Habrá que verla.
Snoop Lion – Slim Daddy
Snoop Lion, también conocido como Snoop Dogg (de hecho, es más posible que os suene así), tuvo una especie de cameo rarísimo en el que se interpretaba prácticamente a si mismo, pero con el nombre de Slim Daddy, un productor y compositor que quería relanzar la carrera de Kit Porter. Al final era todo un poco despropósito, él le echaba la caña a Kit, hacía comentarios raros de sus amigas lesbianas y, en fin, pues todo muy de alzar la ceja.
Kelly McGillis – Gillian Davis
Una de las tramas más duras de toda la serie fue aquella que involucraba la denuncia por homosexualidad de Tasha, que podía conllevar su expulsión del ejército. La fiscal del juicio militar y encargada de acusarla era Kelly McGillis, conocida sobre todo por su papel en Top Gun. Un año después de interpretar a Gillian Davis, la propia actriz salió del armario como lesbiana, y posteriormente se casó con Melanie Leis, de quien se separó en 2012. Actualmente ha cambiado cine y televisión por teatro.
Elizabeth Berkley – Kelly Wentworth
Saltó a la fama con Salvados por la campana, y añgunos opinan que tiró su carrera por la borda al protagonizar Showgirls, esa película que tantísimo revuelo provocó con su estreno, ya que muchos la consideraron semipornográfica. Hombre, sutil la verdad que no es, pero es obligatorio verla en esta vida, porque tiene cosas tan, pero tan locas, que no se pueden dejar pasar, subtexto croqueta incluído. En la serie que nos ocupa Elizabeth era Kelly, una ex compañera de la universidad de Bette. Las dos tenían una química más que evidente en pantalla, y las escenas entre las dos son muy, muy disfrutables. Y por cierto, si no odiabas todavía a Jenny, tras el paso de Elizabeth por la serie lo hiciste.
Betty
Dando guerra desde 1989, la banda de rock Betty ha aparecido en varias ocasiones en la serie, incluso componiendo la música de la cabecera que sustituyó a aquella cosa horrible de la primera temporada. La escena más memorable incluye un violonchelo y un crucero. A hacer memoria.
Peaches
Y otra cantante y compositora que pasó por el escenario de The Planet fue Peaches. La canadiense, que en sus actuaciones epata con su estilo dragking, pesentó su single I U she con Shane al pie del escenario.
Alan Cumming – Billie Blaikie
El actor escocés es uno de esos rostros que puedes frecuentemente en cualquier producción, porque es sumamente prolífico. Previo a su paso por The L word, Cumming interpretó a Nightcrawler en X men, también pasó por Spy Kids, y bueno, por Spiceworld. En The L word era Billie Blaikie, el nuevo encargado de The Planet, contratado por Kit para remontar el negocio. Y bueno, como organizador de eventos muy bien, pero como persona… un poco peor. Después hemos podido ver a Alan en uno de los papeles por los que será recordado, el de Eli gold en The good wife.
Si hay algo innegable en el universo es que no hemos superado lo que pasó con The 100. Ha pasado más de un año, y el fandom Clexa sigue más vivo que nunca.
Parece que los espectadores no nos quedamos nada satisfechos con el trágico final de una de las parejas más queridas de las series y hemos tomado medidas. Medidas muy peligrosas: hay cientos (¡miles!) de fanfics Clexa circulando por la red. Y yo, como ya sabéis que hago lo que sea por vosotras, croquetas, he leído muchos sin descanso (en cualquier momento me pongo a escribir las reseñas de Los secretos de Thais en trigedasleng y os enteráis. O no.).
Han sido cuatro meses intensos en los que he aprendido muchas cosas y creo que sería egoísta si no las compartiera con vosotras. He aquí todo lo que me ronda la cabeza después de cuatro meses leyendo fanfics Clexa:
Thais, te haces mayor.
El drama es real, como cuando vas a la peluquería y ya no te hacen el descuento joven. Entonces se produce un punto de inflexión en tu vida y te lo replanteas todo. TODO.
En mi época, los fanfics eran historias que nacían de otras historias (de series, de películas, de libros…) y, normalmente, se elegía un punto de la trama y se partía de ahí para continuar la historia como el autor quisiera. Ahora ya no es así: solo se mantienen los nombres y el físico. Vamos, que Clarke tiene rostro de Eliza y Lexa de Alycia. Y YA ESTÁ.
La personalidad de los personajes queda al antojo del autor, lo cual al principio es extraño, pero luego resulta interesante.
Lexa es como la Barbie
Igual que existen Barbie profesora, Barbie doctora, Barbie modelo y Barbie mamá, también tenemos Lexa para todo. En el caso de Clarke está más claro: en muchas historias es artista o doctora. Pero Lexa… ¡ay! Existen infinitas posibilidades. Os resumo lo que he leído hasta ahora:
Lexa mecánica
Lexa cardióloga
Lexa nadadora
Lexa directora de una gran empresa
Lexa veterinaria
Lexa camarera
Lexa psicóloga
Lexa cantante
Lexa aupair
Lexa policía
Lexa guía
Lexa alumna en Hogwarts
Lexa militar
Lexa… ya paro.
La que más me impresionó fue la Lexa mecánica. Nunca pensé que imaginármela con un mono toda sucia fuera a gustarme tanto.
Woods, soy Lexa Woods.
Porque claro, la Commander no podría tener otro apellido que no fuera Woods. Las que sí leéis fanfics Clexa ya estaréis acostumbradas, pero tenéis que reconocer que, al principio, resulta muy gracioso descubrir que se apellida Woods.
No sé por qué será, pero últimamente este apellido me parece muy sexy.
Clarke tiene un lunar…
A ver si lo encuentras
… y si me dais una foto del rostro de Eliza y me cubrís los ojos, a día de hoy soy capaz de localizarlo y dibujárselo sobre el labio de las veces que lo he leído.
Gif totalmente random, pero se me desvían un poco los ojos y no he podido evitar compartirlo con vosotras
Es tan sensual que puedo contar con los dedos de las manos el número de fanfics donde no se menciona el lunar de Clarke. Ese lunar debe de tener, a estas alturas, coordenadas geográficas. Lo buscas en Google Maps y aparece.
Una adicción de por vida
Nunca pensé que yo, que estudié filología y me paso el día leyendo tostones, acabaría irremediablemente viciada a los fanfics Clexa.
Es muy expresiva
Pero este es mi destino. He entrado en este mundo y ya no sé cómo salir de él. NO SÉ SI QUIERO SALIR DE ÉL.
Empiezas leyendo capítulos de forma inocente y acabas acosando a las autoras de forma anónima y enviándoles amenazas de muerte como no acaben con el drama y haya sensualidades (yo no lo he hecho nunca, lo juro, pero me lo he planteado alguna vez).
Las autoras se merecen un fuerte aplauso
Y es que, en muchos casos, las historias son muy buenas y realmente te hacen sentir cosas como debería hacer toda buena historia. He leído fanfics mejores que muchos libros que han pasado por mis manos.
Hay de todo, está claro, pero hay casos en los que las tramas son muy buenas, los personajes están bien construidos, tienen giros interesantes.
Uf, qué bien me siento ahora, después de haberlo sacado todo. Ahora voy a hacer dos llamamientos:
1) A las que leéis fanfics Clexa o tenéis intención de hacerlo: ¿queréis que os diga cuáles son mis favoritos? Contadme los vuestros en los comentarios y hacemos terapia de grupo todas juntas.
2) A las que escribís fanfics Clexa: ¿queréis que lea vuestro fanfic Clexa? Déjame el título y autora en los comentarios y me pasaré. Necesito actualizar mis lecturas y alimentar mi vicio.
El segundo gran desembarco en plataformas de contenidos en streaming en nuestro país se produjo hace uno meses con HBO. El gigante estadounidense nos trajo lo mejor de su catálogo de series y documentales, pero también algunas películas a las que merece echarles un ojo. Hemos estado analizando el catálogo y a ver, vamos a ser sinceras: aunque en todas ellas salen protagonistas lesbianas, lésbica, lésbica… hay una. Pero bueno, hay algunas otras que merece la pena ver en esos días en los que lo que buscas algo croqueta.
V de vendetta
Basada en una novela gráfica de Alan Moore, V de vendetta es una de las películas que más han influido en la cultura pop en los últimos tiempos. En un futuro distópico en el que Inglaterra es gobernada por un gobierno fascista y dictatorial, Evey cumplirá un papel fundamental para derrocarlo. De fondo, la triste historia de dos mujeres, separadas por el régimen.
Vicky Cristina Barcelona
Penélope Cruz se llevó el Oscar por su interpretación de María Elena, una artista cuya pasión por la vida roza en muchos casos la línea del desequilibrio. Juan Antonio, su exmarido, y Cristina, una turista estadounidense que llega a la Ciudad Condal, inician una relación en la que María Elena también tiene cabida.
La Dalia Negra
brain de Palma se empeñó a fondo para relanzar el género noir, pero el resultado fue este film (para mi gusto) desaprovechado que tiene como trama uno de los crímenes sin resolver más famosos de Estados Unidos, el de Elizabeth Short, la Dalia Negra. Caras conocidas como la de Mia Kishner (Jenny en The l word), Elizabeth Swank y la croqueta en la vida real Fiona Shaw para esta historia con tintes lésbicos.
La piel que habito
En este film de Pedro Almodovar son pocas las escenas de Bárbara Lennie pero, pesar de eso, es un personaje que tendrá importancia para la conclusión de la cinta. Bárbara es Cristina, la dependienta (croqueta) de la tienda de ropa de la madre de Vicente, quien se le declarará.
Thelma y Louise
A ver, esto ya sé que es trampa. Yo ya sé que ni Thelma ni Louise son lesbianas, ni nada que se le parezca, pero no podía dejar pasar la oportunidad de recomendar esta película absolutamente rompedora en su día sobre la amistad de dos mujeres. Este film de 1991 surgió en un momento en que todas las historias del cine eran protagonizadas por hombres, y supuso una ruptura firme con eso. Además, Susan Sarandon y Geena Davis están fenomenales y estupendas, y si no la has visto no sé a qué esperas.
Gia
Cuando en la entradilla me refería a “una película lésbica”, era a esta. Gia es el biopic para televisión de la supermodelo Gia Carangi, interpretada por una entonces casi desconocida Angelina Jolie. Hubo un momento en la década de los ochenta en los que esta mujer lo fue todo en el mundo de la moda, copando todas las portadas de las publicaciones más prestigiosas. Su final fue temprano, asociado a su adicción a las drogas y el VIH. En la película se muestra la conflictiva relación que mantuvo con la maquilladora Sandy Linter.
Nina LaCour es una de las escritoras, por no decir LA escritora, de novela juvenil croqueta del momento. No hay libro de ella que no valga la pena pero, si hay que escoger uno para empezar, ese es Todo me lleva a ti. El libro que la catapultó a la primera línea con una historia que entremezcla romance y amor al séptimo arte. Bueno, y croquetas, claro. Puedes comprarlo aquí.
Sophie ha estado cerca de la muerte dos veces a pesar de no tener más de 17 años. De la primera, se ha llevado una adicción a los analgésicos que trata de superar. De la segunda, la pérdida de Mina, la persona más importante de su vida. El culpable está todavía suelto y Sophie no piensa descansar hasta que responda por lo que ha hecho. No son pocas las virtudes de Far from you, pero es en su representación de la bisexualidad y el magistral control del ritmo de la trama en las que el libro de Tess Sharpe destaca. Puedes comprarlo aquí.
Gamberro, divertido y muy desenfadado. Ambientado en los años 90, Un pavo rosa hará las delicias de las nostálgicas de la época en la que los Backstreet Boys eran todavía los reyes de las ondas y de las fanáticas de las comedias románticas mientras disfrutan de Alex y Nick, dos chicas completamente diferentes que nada tienen en común, ¿o sí? Puedes comprarlo aquí.
Uno de los clásicos lésbicos por excelencia. Publicado en 1982, fue prohibido en numerosos institutos y quemado públicamente en Kansas, por describir y representar abiertamente la homosexualidad. Nancy Garden fue una de las primeras que se atrevió a explorar qué significa ser adolescente y lesbiana y lo hizo en Annie on my mind, una novela que no puede ser calificada de otra manera que de inolvidable. Puedes comprarlo aquí.
La sucesora de Annie on mi mind es Keeping you a secret de Julie Anne Peters. Es una de las escritoras de novela juvenil croqueta más prolíficas, y Keeping you a secret la mejor tarjeta de presentación de su trabajo. Holland Jaeger lo tiene todo, las notas, el novio, la posición social en el instituto y una perspectiva de futuro brillante. Hasta que llega Cece al instituto y bueno, todo salta por los aires. En el mejor sentido. Puedes comprarlo aquí.
Noemí y Clara tienen cero cosas en común y el mero hecho de pensar en ellas como pareja, les haría reírse a carcajadas, pero a veces las cosas pasan de manera inesperada y no hay nada que se pueda hacer para evitarlo. En fuera de juego es la primera novela de Valerie Col y, con el fútbol femenino como telón de fondo, tenéis el buen rato asegurado. Puedes comprarlo aquí.
Censurado en la Francia de los años 50, llegó a España hace poco más de un año, y ha encandilado y subido nuestra temperatura corporal. Violette Leduc, con una prosa poética y llena de imágenes oníricas, escribe con la urgencia propia de la adolescencia. Thérèse e Isabelle es una novela corta pero intensa sobre el despertar sexual de dos adolescentes encerradas en las cuatro paredes de un internado. Puedes comprarlo aquí.
Ser una de las primeras estudiantes negras en un instituto que, hasta ese momento, era sólo de blancos en la Virginia de 1959, ya es suficientemente duro como para que las cosas, además, se compliquen por enamorarse de alguien blanco. Si ese alguien además se llama Linda Hairston, hija de una de las mayores defensoras de la segregación en el pueblo, poco hay que pueda salir bien de esa ecuación. Lies we tell ourselves ha sido una novela multipremiada, tremendamente realista y que deberías incluir en vuestras próximas lecturas. Puedes comprarlo aquí.
Cercano, ameno y con personajes que te ponen muy fácil que te preocupes por ellos. Así es Tell me again how a crush should feel. Leila tiene ascendencia persa, lo que ya la hace diferente a sus compañeros, pero ojalá esa fuera la única cosa que la separa de los demás. A Leila le gustan las chicas y, con una familia tan tradicional como la suya, es todavía un secreto que no se atreve a compartir pero, a medida que gana confianza en sí misma, también se irá abriendo al mundo. Puedes comprarlo aquí.
Esta semana llegamos al último enfrentamiento de octavos de final de la Bae Wars, ¡a partir de ahora las cosas van a empezar a ponerse tensas! Pero antes hay que terminar la ronda, y votar entre nuestras queridas Laura Prepon y Piper Perabo.
Ay Laura, Laura… como diría la canción Starving de Hailee Steinfield, you do things to our bodies, sobretodo desde que, como todas sabéis, Laura interpreta a Alex Vause en Orange Is The New Black. ¿Serán las gafas? ¿Será el moreno? ¿Será la cara de ‘me importa un pimiento? Quien sabe, pero hay que reconocer que Laura tiene a muchas suspirando, como ya dijo ella misma a los medios hace unos años. A nosotras definitivamente nos tiene encandiladas.
Piper Perabo es la definición gráfica perfecta cuando le preguntas a una lesbiana sobre su época de joven croqueta. Da igual si te iban los dramones increíbles o las romcoms porque si era gay Piper Perabo tenía muchas opciones de aparecer. Después de todo teníamos como 10 películas en total de las cuales probablemente te gustaban 4. Y al final el sufrimiento y los dramas lesbicos hacen piña, y acabamos queriendo a Piper con todo nuestro corazón, porque jo. Esta mujer nos ha dado mucho (feels sobre todo) y la apoyaremos FOR EVER.
*Desde dispositivo movil es posible que veas aquí encima algo así como “cargar interactivo”. ¡Ahí se vota, ahí, dale sin miedo! O también podéis pinchar aquí.
La semana pasada votásteis entre Anna Torv y Lady Gaga, y la que mas votos ha logrado ha sido… ¡Anna! Ella será la rival de la ganadora de esta semana.
España, 1928. El país es gobernado por un dictador, el General Primo de Rivera, que cuenta con el apoyo total del Rey Alfonso XIII. Mientras el país está en guerra con Marruecos, en Madrid el ambiente es muy diferente, y cuatro chicas que trabajan en Telefónica lucharán por su propia independencia y libertad.
Las chicas del cable es la primera producción de Netflix en España. La plataforma de streaming ha escogido para su desembarco en la creación en nuestro país a Bambú producciones, una veterana, conocida por su más que buen hacer en, sobre todo, series ambientadas en otras épocas. La historia que cuenta está basada en hechos reales (aunque no se nombre explicitamente): la Compañía Telefónica Nacional de España se fundó en 1924, y hasta la construcción de su actual sede en el número 28 de la Gran Vía madrileña, su sede se encontraba en el Palacio de Comunicaciones, actual sede del Ayuntamiento de la capital, y muchas mujeres llegaban a la compaía en busca de uno de los pocos trabajos a los que todas ellas podían acceder, el de operadora telefónica. La prensa de la época apuntaba a que la mujer española solo podía ser ‘reina, maestra o telefonista’.
La implantación del uso del teléfono cambiará para siempre la vida de las personas, y de mano de estas cuatro chicas, Lidia (Blanca Suárez), Carlota (Ana Fernández), Ángeles (Maggie Civantos) y Marga (Nadia de Santiago), conoceremos el trasfondo de la época. El trailer se estrenó ayer, y por si tuviéramos pocas ganas de ver la serie, hay un detalle que nos ha puesto todavía más ganas. Dentro video.
¿Sí, no? No estamos locas, ni nada parecido, y dos de las protagonistas croquetean en el trailer. Nuestro más o menos afinado ojo nos dice que son Carlota y Ángeles, pero tendremos que esperar a su estreno, el día 28 de abril, para confirmarlo. De momento hay grabados ocho episodios, pero el rodaje de la segunda tanda está en proceso.
Una chica lleva a su novia a la cena de cumpleaños de su madre. Es el momento perfecto para decirle que están juntas. Pero una vez ahí, todos los planes se desbaratan y nada sale como es debido.
Coming out es el primer cortometraje de la directora alemana Gina Wenzel. Nacida en Dusseldorf, realizó sus estudios de teatro y cine en diferetnes escuelas británicas y alemanas, y tras producir diferentes películas en DVD, en 2014 decidió dar el salto a la dirección. Este corto fue seleccionado para diferentes festivales, como el de Cine Queer de Hannover, donde se llevó el premio de la audiencia, o el Festival de cine LGBT de Conneticut, donde se alzó con el primer premio.
Asia Kate Dillon, que interpreta al primer personaje no binario de la televisión –Taylor, de la serie Billions-, ha denunciado la tradicional dicotomía binaria de premios a actrices y actores. Y lo ha hecho, además, remitiéndole la cuestión a la más alta esfera de la industria: ha enviado una carta a la Academia de las Artes y las Ciencias Televisivas para saber qué entiende la entidad por “actor” y “actriz”.
Me gustaría saber si a vuestro juicio los términos “actor” y “actriz” denotan anatomía o identidad, y, ¿por qué es necesario denotar cualquiera de las dos, en primer lugar? La razón por la que espero comprometeros en una conversación sobre este tema es porque si las categorías de “actor” y “actriz” se suponen que representan, de hecho, “mejor interpretación de una persona que se identifica como una mujer” y “mejor interpretación de una persona que se identifica como hombre”, entonces no hay espacio para mi identidad en ese sistema de premios binario. Además, si las categorías “actor” y “actriz” están pensadas para denotar un sexo asignado, pregunto, respetuosamente, ¿por qué eso es necesario?
Según Variety, cuando la cadena Showtime le inquirió a Dillon en qué categoría, de actriz o actor, le gustaría que le propusiesen por su papel en la serie, Dillon decidió preguntar directamente a la Academia, preguntándose, también, si de verdad se necesita tal distinción en los galardones. La Academia le contestó que, en última instancia, la designación de actor o actriz está en las manos del artista porque “cualquier persona se puede presentar en cualquiera de las categorías por cualquier razón”.
Dillon decidió entonces optar a la categoría de mejor actor de reparto, y está alegre de que su caso sin precedentes pueda abrir un debate más amplio en la industria audiovisual. “Creo que es un buen lugar en el que empezar una conversación más extensa sobre las categorías en sí, y qué cambios son posibles y qué puede estar o no por llegar”, añade Dillon.
Corría el verano de 2015 cuando llegaba a nuestros oídos la primera noticia del reboot -en el que supuestamente lleva trabajando desde entonces la NBC- de Xena: Princesa Guerrera. La guerrera más popular de los años 90 y parte de los 2000 volvería a la pequeña pantalla, y lo haría fuera del armario, con Javier Grillo-Marxuach (productor, entre otras, de The 100) como showrunner. Pero el guionista y productor puertorriqueño anunciaba hace unos días en su cuenta de Twitter que deja el proyecto de resucitar a Xena: Princesa Guerrera.
Estoy destrozado por haber tenido que dejar el proyecto de Xena por diferencias creativas insuperables. Le tengo cariño al personaje, y millones de fans de todo el mundo, y de verdad creo que ahora, más que nunca, una tierra en constante agitación clama por un héroe. Espero de verdad que la alquimia de elementos creativos que tienen que juntarse para hacer posible o un reboot o un revival de esta maravillosa propiedad algún día se unan, y que Xena regrese de una forma que honre lo que hubo después mientras mira hacia el futuro.
Y con estas, nos quedamos sin showrunner, y sin noticias del regreso de Xena: Princesa Guerrera.